El oro líquido es más oro que nunca. El litro de aceite de oliva virgen extra ya ronda los 10 euros y en algunas marcas los 12 euros. Esto hace que muchos supermercados hayan optado por encadenar las botellas a las estanterías para evitar los robos como ocurre ya en las almazaras.
Se trata de precios cada vez más frecuentes en los supermercados. Precios que asustan no solo por su magnitud, sino por su evolución: han escalado un 15% en apenas mes y medio, advierte la OCU, que sospecha de una "especulación" que niegan desde el campo.
Allí entienden que la subida, que no les sorprende, era esperada. "Lo que ha pasado en el último mes y medio es que ya todo el mundo tiene claro que la cosecha va a ser malísima", sostiene a EL ESPAÑOL-Invertia Juan Luis Ávila, responsable del Olivar de COAG.
Era un temor que el olivar ha albergado durante meses: no poder superar la mala recolecta pasada, que dejó una producción de 660.000 toneladas de aceite, menos de la mitad de lo logrado en la anterior.
Y este verano, expectantes tras haber visto quemarse la flor del olivo en el bochorno de mayo, han confirmado los peores temores. "Este año se está hablando incluso de menos producción. Y hay que tener en cuenta que son dos años consecutivos malos", insiste Ávila, por lo que tampoco quedan reservas.
Precios en origen y lineales
OCU lanza su aviso tras haber llevado a cabo un sondeo de precios entre 19 marcas de aceite de oliva virgen extra en 10 cadenas de supermercados. Concluye que la subida "es generalizada y afecta a la práctica totalidad de las marcas" en todas las cadenas: Alcampo, Carrefour, Dia, Caprabo, El Corte Inglés, Hipercor, Eroski, Mercadona, Consum y Condis.
El sondeo refleja que solo hay una marca que ha bajado el precio, Mar de olivos (-1%). En el otro extremo, varias marcas blancas han registrado una subida que alcanza y supera el 30% en solo 45 días, algo que, apunta, también puede estar ocasionado por la desaparición de ofertas puntuales que había en el mes de julio.
Y aunque acepta que la baja producción es una explicación a esta subida, critica "la fuerte especulación que existe alrededor del precio del aceite", puesto que el producto que ahora mismo está en los supermercados se compró a unos precios "mucho menores" de los actuales del mercado mayorista.
Lo niegan desde el sector. "No especula nadie, ni los agricultores ni los envasadores. Es solo oferta y demanda. Se prevé una cosecha muy baja y el precio sube", señala a este periódico Miguel Soto López, secretario general del Consejo Regulador de la IGP Aceite de Jaén.
En el sector insisten en que las almazaras están vacías porque se temía la escasez ahora confirmada y destacan el comportamiento de los precios de origen, que llevaban meses avisando de que una escalada de precios que al final siempre se traslada al consumidor.
De hecho, han seguido una evolución muy similar a la que se aprecia en lineales. De acuerdo con el observatorio de Infaoliva, desde la segunda quincena de julio hasta finales de agosto el precio del virgen extra ha pasado de 7,1 euros el kilo a 8,1 euros el kilo. Es decir, ha subido un 14%, solo un punto menos de la subida registrada en los supermercados.
Pero un mes antes de que arrancara la subida en lineales, entre el 15 y de junio y el 15 de julio, la escalada en origen fue del 16,1%. Entonces el virgen extra pasó de 6,2 euros el kilo a 7,1 euros el kilo.
"Es que no tenemos aceite en las almazaras. Las existencias se pueden comprobar y han evolucionado igual que otro año, aquí la gente no se ha guardado el aceite. Es tan fácil como que no hay aceite", subraya Ávila.
En su insistencia, casi frustración, apunta que su argumento se ve reforzado si se tiene en cuenta que los precios en origen en España están algo más bajos que en otros países productores cercanos. Pide acudir a los datos del Ministerio de Agricultura.
A este respecto, las cifras más recientes muestran que a mediados de julio el virgen extra se pagaba en origen a 710 euros por 100 kilos. Por esas fechas en Italia se pagaba un 17% más por lo mismo y en Túnez, un 12% más. Solo en Grecia era más barato, concretamente un 2,6% más barato.
Preocupación en explotaciones
La preocupación en el campo es patente. "Habrá muchas explotaciones que me temo que incluso van a tener que cerrar", apunta el responsable de COAG.
"Repetimos la peor cosecha de los últimos veinte años", lamenta Soto. El oro líquido, que amenaza con ganarse este año a pulso su reputación, ni siquiera encontrará alivio en las lucrativas exportaciones, que continuarán, auguran los expertos.
"Las exportaciones no se prevén que bajen, porque si te pagan algo fuera a diez, y dentro a cinco, continuarán. Mientras los países compren el precio va a seguir subiendo, pero al final el agricultor no percibe la subida porque los costes han subido y no hay fruto", reflexiona.
"Es que da igual el precio de exportaciones, si es que cuando no tienes aceite es que no tienes ingresos", remacha Ávila.
¿Hasta dónde seguirá subiendo el aceite? No lo saben. Dependerá de la demanda, comentan, antes de volver a pedir lluvia en septiembre. No ya para elevar la cosecha, sino para al menos ya salvar el poco fruto florecido, y también al árbol.