El ascenso de Dancausa a la presidencia de la entidad naranja obligaría a la búsqueda de un consejero delegado. Lo más normal, aseguran las fuentes consultadas, es que salga de una terna de candidatos internos dando así continuidad al proyecto y promocionando talento interno.

Desde la entidad "desmienten que esté en estudio". Recuerdan, además, que "la decisión la debe tomar el consejo de administración y no la ha tomado". Añaden que "ni siquiera se ha reunido para esta cuestión ni tampoco está previsto" que lo haga en las próximas semanas.

En 2024

Las fuentes consultadas insisten en que el relevo en la cúpula de Bankinter se produciría en los primeros meses del ejercicio 2024, una vez se haya completado el análisis interno para llevar a cabo con garantías la sucesión de Guerrero al frente de la entidad. 

Según ha podido constatar este periódico tanto con fuentes internas como con fuentes del mercado, se habla de tres posibles candidatos a suceder a Dancausa en el rol de consejera delegada. La que más consenso genera es Gloria Ortiz, quien lleva cerca de dos décadas y media en el banco.

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Ortiz ha ocupado diferentes puestos de responsabilidad en Bankinter y, de 2008 a 2016, en los peores años de la gran crisis financiera mundial, fue su directora financiera. Desde 2021 es su directora general de Banca Comercial.

El otro potencial candidato es Íñigo Guerra, otro veterano del grupo que lleva casi dos décadas ocupando diversos cargos de la primera línea. Desde 2014 es el director general de su Banca de Inversión, que aglutina las áreas de fusiones y adquisiciones de empresas (M&A, en inglés), salidas a bolsa, mercado de capitales, inmobiliario, inversiones alternativas y finanzas estructuradas.

Siempre se ha hablado de Guerra como el tapado de Bankinter y persona de confianza de Alfonso Botín.

Precisamente, Botín es el tercero en la carrera por el liderazgo del banco. Vicepresidente ejecutivo desde 2022 y máximo accionista de la entidad (de la que controla un 23%) a través de Cartival, la sociedad familiar de su padre, Jaime Botín, lleva ligado a Bankinter desde 1995. Fue el encargado de poner en marcha su división de capital riesgo.

Por jubilación

El relevo de Pedro Guerrero se produciría tras 16 años en el cargo de presidente no ejecutivo de la entidad. El abogado cordobés cumplirá la próxima primavera 71 años y los últimos 16 ha ejercido como máximo responsable del consejo de administración de la entidad.

Bajo su mandato llegó a ser número dos María Dolores Dancausa, que ostenta el puesto de primera ejecutiva de Bankinter desde hace más de trece años. Fue nombrada en 2010, cuando sucedió a Jaime Echegoyen, fallecido hace ahora casi un año, que había dirigido la entidad durante casi una década. En aquel momento, Guerrero ya era presidente de Bankinter, cargo al que accedió en 2007.

En estos trece años, Dancausa se ha consolidado como una de las banqueras con mejor reputación en el sector, que nunca se ha cortado a la hora de responder a cualquier tipo de pregunta ni de mostrar su opinión, aunque fuera contraria a un gobierno.

En sus comparecencias ante la prensa no ha dudado en defender a su hermana, Concepción Dancausa, tras una investigación de la Fiscalía, o al expresidente de la entidad Jaime Botín, que fue condenado por contrabando.

Dancausa como CEO

Como primera ejecutiva de la entidad, la burgalesa ha sorteado buenos y malos tiempos, como fue la crisis financiera. Lo cierto es que Bankinter no formó parte del reparto de cajas de ahorro al que dio lugar la crisis del sector, pero sí tuvo que afrontar algunas de sus consecuencias.

El banco se convirtió en uno de los accionistas de la Sareb en el momento de su creación. Algo que hizo, según ha defendido siempre Dancausa, por solidaridad con el resto del sector.

Años después, la banquera reconocería que la situación actual del banco malo -nacionalizado y con mucha deuda aún por amortizar- era "la crónica de una historia anunciada".

"[En Bankinter] No teníamos mucha exposición al crédito promotor, tampoco a créditos improductivos, pero era una situación extrema. Se nos pidió que pusiéramos dinero y lo pusimos", recalcaba a principios del año pasado.

Aumento de tamaño

Bankinter no tomó parte de ninguna antigua caja de ahorro, algo de lo que su consejera delegada siempre ha estado muy orgullosa y que ha marcado la evolución de la entidad. "Estamos centrados en el crecimiento orgánico", ha sido el mantra de la banquera durante los últimos años.

Y así ha sido durante la mayor parte de la historia de Bankinter, que ha estado, no obstante, marcada por algunas adquisiciones importantes en los últimos años. En 2015 la propia Dancausa pilotó la adquisición de los negocios de banca de particulares, banca privada, banca corporativa y seguros de vida de Barclays en Portugal por unos 100 millones de euros.

Un negocio no menor, pues la filial contaba en ese momento con una cartera de crédito de 4.881 millones de euros, una red de 84 sucursales, una plantilla de 1.000 empleados y 185.000 clientes, de los cuales 20.300 eran empresas.

Unos años después, Bankinter puso sus ojos en EVO Banco y adquirió a Apollo su negocio en España y su filial irlandesa, Avantcard. Dos negocios que empiezan a dar sus frutos cinco años después de su adquisición.

Bajo el mando de Dancausa, el banco ha crecido, pero también ha asumido la segregación de Línea Directa, hasta ese momento participada al 100% por Bankinter. Actualmente, se sitúa en el 17,41% la porción de la aseguradora en manos del banco, que tiene vocación de permanencia en su capital.

Y la última operación protagonizada por la entidad todavía no se ha cerrado. Bankinter Consumer Finance, su filial de crédito al consumo, y Sonae llegaron en marzo a un acuerdo para constituir una joint venture que se convertirá en la primera entidad de crédito al consumo del mercado portugués. Bruselas ya le ha dado su visto bueno.