En concreto, Sánchez pide en Bruselas que se reactive la puesta en marcha de un fondo europeo de protección de depósitos bancarios (EDIS, por sus siglas en inglés) y que se refuercen los instrumentos comunitarios de gestión de crisis bancarias, según han adelantado fuentes gubernamentales.

El fondo europeo de protección de depósitos bancarios constituye el tercer pilar de la Unión Bancaria, un proyecto que se puso en marcha en 2012 (en plena crisis de deuda europea) con el propósito de evitar que en el futuro el hundimiento de sus bancos arrastre a la quiebra a un Estado miembro, como ocurrió entonces con España.

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Los otros dos pilares de la Unión Bancaria ya están en funcionamiento: el Banco Central Europeo (BCE) actúa como supervisor único de las entidades de la eurozona, mientras que la Junta Única de Resolución se encarga de reestructurar y liquidar los bancos en crisis.

Sin embargo, el EDIS lleva más de una década bloqueado por el veto persistente de Alemania, que rechaza que su dinero se utilice para garantizar los depósitos de los ahorradores de otros Estados miembros. El último intento de avanzar en este expediente, protagonizado por el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, acabó en fracaso y fue abandonado en junio de 2022.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante la comparecencia de este lunes en la Eurocámara Parlamento Europeo

En Moncloa destacan que el sistema financiero se basa en la confianza. La actual crisis financiera y su contagio desde los bancos regionales de Estados Unidos a Credit Suisse constituyen un recordatorio de que la Unión Bancaria está incompleta y de que convendría acelerar y poner en marcha las piezas que faltan por lo que pueda pasar en el futuro, explican las fuentes consultadas.

Ahora mismo no hay ningún motivo de preocupación: los bancos europeos y los españoles tienen niveles de liquidez, solvencia y fortaleza muy importantes y no hay riesgo de contagio. Pero es un buen momento para extraer las lecciones de la crisis y dar un impulso a las piezas que faltan de la unión bancaria, defenderá Sánchez en el Consejo Europeo.

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España también quiere avanzar en la Unión de Mercados de Capital, con el fin de que las empresas puedan acudir más fácilmente para lograr fondos y no depender tanto de la financiación bancaria. Una posición que coincide con la del presidente de la Autoridad Bancaria Europea, José Manuel Campa, que sostiene que estas iniciativas servirían para "adaptar nuestra economía a tiempos más volátiles".

Con el EDIS, los ahorros de los europeos hasta 100.000 euros por cuenta gozarían del mismo nivel de protección, independientemente del país en el que se encuentre su banco. El objetivo es frenar fugas masivas de depósitos como las ocurridas en España durante la crisis de 2012, o en Grecia en 2015. Las dudas sobre la protección de los depositantes están jugando un papel central en la crisis bancaria en Estados Unidos.

Ursula von der Leyen conversa con el presidente de Chipre durante el Consejo Europeo de este jueves en Bruselas UE

Al debate sobre la situación económica (que está programado en formato de Cumbre del Euro) asisten la presidenta del BCE, Christine Lagarde, y el presidente del Eurogrupo. En la carta remitida a los líderes europeos, Donohoe escribe que "los últimos acontecimientos son un recordatorio de la importancia de completar la Unión Bancaria, empezando con la mejora del marco de gestión de crisis y de protección de depósitos".

Sin embargo, las fuentes consultadas descartan que de la Cumbre salga un acuerdo concreto para resucitar el fondo europeo de garantía de depósitos. "Es un tema muy sensible", alegan. De hecho, el borrador de conclusiones habla de "continuar los esfuerzos para completar la Unión Bancaria", pero no menciona al EDIS.

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La Comisión de Ursula von der Leyen tiene previsto presentar en las próximas semanas propuestas legislativas sobre gestión de crisis bancarias. Unos textos que estaban programados para estas fechas, pero que se han retrasado para ajustarlas al nuevo contexto.

Por su parte, Lagarde ha repetido este miércoles que el BCE tiene "muchas herramientas para proporcionar apoyo de liquidez al sistema financiero si es necesario". Las palabras de la presidenta durante esta semana han servido para calmar a los mercados. Lagarde sostiene además que el sector bancario europeo es "sólido y resistente" al nuevo entorno de altos tipos de interés y está mucho mejor preparado que en la crisis de 2008.