La banca lleva meses encareciendo el precio de los créditos por el efecto de la subida de los tipos de interés, que se materializó finalmente el jueves pasado, si bien la remuneración de los depósitos y de otros productos de pasivo no ha vuelto con tanta fuerza. De acuerdo con el Banco de España, detrás de esta dinámica se encuentran dos factores: la poca necesidad de liquidez de la banca y la menor competencia del sector respecto a otros episodios de subidas de los intereses, como el vivido en 2005.
Lo cierto es que desde que se hizo palpable la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) subiría los tipos de interés este año, el Euríbor comenzó a dispararse, lo que se ha trasladado de forma casi directa al precio de las hipotecas (tanto de las fijas nuevas como de las variables ya existentes). También otros préstamos han elevado sus intereses por el mismo motivo.
De hecho, la TAE media de las hipotecas ha subido del 1,5% al 1,77% entre el cierre del pasado año y el mes de mayo, mientras que la de los préstamos al consumo lo ha hecho del 7,3% al 7,69% en el mismo periodo, de acuerdo con los registros del Banco de España.
Depósitos aún sin remunerar
Sin embargo, no ha ocurrido lo mismo en el caso del pasivo. Los depósitos a plazo y a la vista reciben en la actualidad prácticamente la misma remuneración que en los últimos meses, sin que se hayan visto afectados por la subida de los tipos de interés -son pocas las entidades que han vuelto ya a remunerar estos depósitos-.
Según los datos del supervisor, la media del interés que las familias reciben por sus depósitos a plazo se ha mantenido sin cambios entre diciembre y mayo en el 0,06%. El tipo medio de los depósitos a la vista, por su parte, se ha estabilizado en el 0,02% desde 2020, cuando hace una década era diez veces superior.
Así lo constata el Banco de España, que explica en el informe 'Evolución reciente de la financiación y del crédito bancario al sector privado no financiero' que, "a diferencia de lo ocurrido en 2005, la remuneración de los depósitos bancarios de clientes no ha aumentado como respuesta al incremento de los tipos de interés del mercado monetario".
El hecho de que sí se haya trasladado el encarecimiento del precio del dinero al coste del activo y no al del pasivo se debe, según el Banco de España, a dos factores. Por una parte, puede deberse a "las menores necesidades de fondos de las entidades financieras, en un contexto en el que estas cuentan con unas ratios de liquidez altas y con un peso de los depósitos sobre el crédito que supera el 100%, muy por encima de los registros de 2005", cuando estaba por debajo del 60%.
Menor competencia
Además, existe una "menor competencia actual" en el sector en comparación con hace 17 años, según apunta el Banco de España. No en vano, en 2005 el panorama bancario, con sus decenas de cajas de ahorros, distaba mucho del actual, en el que cada vez hay menos entidades y estas son más grandes a consecuencia de las fusiones.
Asimismo, el Banco de España señala como otra de las razones que durante los últimos meses la remuneración de los depósitos "se situaba en un nivel elevado en comparación con los tipos de interés del mercado monetario", dado que la remuneración no bajaba de cero, "lo que limitaba su recorrido al alza hasta que los tipos del mercado monetario recuperasen su margen habitual respecto de aquella".
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Lo cierto es que en junio de 2022, el Euríbor se sitúa por encima del 0,85% y la diferencia con el tipo de interés de los depósitos es de esos 85 puntos básicos. En 2005, sin embargo, la diferencia era de unos 40 puntos básicos, es decir, menos de la mitad.
Es por eso que el Banco de España espera que en los próximos meses las entidades financieras empiecen a incrementar la remuneración de los depósitos, un proceso que es aún muy incipiente, mientras que sí se ha producido una traslación a los tipos de interés de los préstamos.
Con todo, el supervisor cree que esta transmisión de los tipos de interés de mercado a los de los préstamos bancarios está siendo más lenta que en episodios anteriores de subidas de los tipos de interés, como en 2005.