La campaña por una mejor atención a los mayores en los bancos está poniendo a prueba las costuras de la fuerte reestructuración de oficinas y trabajadores que está acometiendo el sector financiero. Las entidades han trasladado al Gobierno medidas para mejorar esa atención presencial a los clientes y las están poniendo ya en marcha, pero desde sus plantillas lamentan que los grandes Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) -que todavía se están ejecutando- han eliminado muchos puestos de trabajo de las sucursales, especialmente administrativos (labores de caja), por lo que "hace falta plantilla en las oficinas".
Las patronales bancarias remitieron la pasada semana a Economía un catálogo de medidas para mejorar la atención de los mayores y, en general, de sus clientes en el marco de la polémica vivida los últimos días. Una suerte de "menú" del que cada entidad va a elegir las medidas que mejor se ajusten a su estrategia comercial.
Entre esas propuestas se encuentra ampliar los horarios de caja, es decir, las franjas en las que los bancos permiten a sus clientes realizar ingresos y retiradas de efectivo, cobros de cheques y pagos de recibos, entre otras operaciones. Una opción que han puesto en funcionamiento ya Santander, Abanca y BBVA.
Poco personal
La medida, que pretende facilitar a los clientes, especialmente los mayores, realizar estas operaciones de forma presencial, no ha sido acogida con mucha alegría por una parte de la plantilla. Aunque fuentes sindicales creen que es posible que vaya acompañada de una bajada de la presión comercial para los trabajadores que tengan que asumir estas funciones adicionales, tampoco descartan que los objetivos se mantengan y esto repercuta en un aumento de la carga de trabajo de los empleados.
"El problema es que con los ERE han salido sobre todo personas con perfiles administrativos [caja]. Cuando los bancos han hecho el análisis de cómo querían el modelo de oficinas han priorizado la atención comercial frente a la atención administrativa y ahora mismo muchas oficinas no cuentan con este personal", explican a EL ESPAÑOL-Invertia fuentes de CCOO.
Los fuertes recortes de personal que ha acometido la banca en los últimos años, y especialmente en los últimos meses, a consecuencia de la digitalización de su clientela y las fusiones han redimensionado considerablemente las plantillas de las sucursales. Algo que, entre otras consecuencias, ha provocado que algunos trabajadores tengan la función de ofrecer el servicio de caja en varias oficinas a la vez, en lugar de solo en una.
Así, hay sucursales que comparten personal administrativo y no solo en ubicaciones rurales, donde hay menor capilaridad de la red de los bancos, sino también en las ciudades. "Está muy bien poner medidas y atender la demanda de la ciudadanía de ciertos perfiles vulnerables, pero sin personal difícilmente se va a conseguir", añaden desde CCOO.
"Si se amplían los horarios de caja hará falta gente con esa especialización [administrativa], un perfil que ha salido vía ERE, y al que quedaba se le ha cambiado de función. El comercial, si tiene que ofrecer funciones administrativas, no puede dar respuesta a los objetivos comerciales que se piden", añaden estas fuentes.
Y es que para los representantes de la plantilla es necesario "dar un paso hacia atrás" tras estos procesos de reestructuración, dado que "hace falta plantilla en las oficinas". "Las plantillas han quedado mermadas y cada vez hay menos empleados para la carga de trabajo que hay. Las entidades tienen que dar una vuelta a los cumplimientos de objetivos, que están siendo un despropósito, porque lo único que se busca es la gestión comercial a diestro y siniestro y sin medir muchas veces la calidad", critican estas fuentes.
Un cabreo que no ha nacido de la situación vivida en las últimas semanas al hilo de la polémica de los mayores, sino que los representantes de la plantilla lo vienen manifestando desde que se pusieron en marcha los ERE.
De hecho, antes de que esta campaña cogiera tanta fuerza, los representantes en CaixaBank de CCOO, SECB y UGT ya habían convocado concentraciones para el próximo 22 de febrero al considerar que "la plantilla está al borde del colapso".
Sin noticias del documento
Los sindicatos ni siquiera han recibido por parte de las patronales una copia del documento que han hecho llegar al Gobierno con las propuestas de mejora de la atención presencial. "Lo que vamos conociendo lo sabemos por la prensa", explican, al tiempo que manifiestan su deseo de que las patronales "cuenten con la representación sindical para elaborar estos protocolos".
No en vano, desde la plantilla consideran que podrían aportar ideas al debate sobre cómo atender mejor a los clientes, dado que las medidas propuestas por las entidades "vuelven a derivar a esa digitalización, aunque facilitándola", de forma que no creen que vayan a "atajar el problema".
"No es un problema de esperar colas, es un problema de que la gente demanda ese servicio personal y cercano que se les ha empezado a negar y a derivar a las aplicaciones móviles, cajeros y demás. Las plantillas queremos seguir dando ese servicio porque creemos que es la mejor manera de atender a la clientela y dar negocio. Si al final todo lo derivamos a la banca online, esa cercanía, esa proximidad de servicio que damos las plantillas, se vería mermada y solo se contratarían productos por el precio", lamentan desde CCOO.
Estas fuentes ven necesario que las entidades les escuchen para que puedan hacer sus aportaciones y "trabajar todas las partes en aras de que la banca siga manteniendo su función social y no solo busque la rentabilidad de los accionistas".
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