Las previsiones del aeropuerto de Heathrow para 2022 eran optimistas: 45,5 millones de pasajeros. Dicho de otra manera, un poco más de la mitad de 2019, y un 128% más respecto a 2021. Sin embargo, enero ha sido una especie de jarro de agua fría para la infraestructura londinense, y para Ferrovial, su máximo accionista (25%).
En concreto, por Heathrow pasaron 2,59 millones de pasajeros. Por tanto, se trata de un 56% menos de pasajeros respecto al mismo mes de 2020. Por aquel entonces, y a las puertas de la pandemia, se llegaron a los seis millones. Según sus previsiones, en el primer trimestre de 2022 el pronóstico hablaba de 9,8 millones de pasajeros. Por tanto, debería sumar 7,2 millones de viajeros durante los meses de febrero y marzo para cumplir con sus objetivos.
Con esos 2,59 millones de pasajeros se rompe la curva ascendente que venía desarrollando durante los últimos diez meses. Una cifra de pasajeros que se asemeja a los 2,57 millones del mes de septiembre de 2021. En diciembre, esa cantidad fue de 3,12 millones.
El culpable de esta vuelta atrás tiene nombre propio: ómicron. En concreto, más de 1,3 millones de pasajeros cancelaron o no reservaron sus viajes debido a las restricciones ocasionadas por la variante de la Covid tanto en diciembre como en enero.
Aun así, el gestor del aeropuerto británico se muestra optimista respecto a 2022: “Mantenemos nuestro pronóstico para el año en poco más de la mitad de los niveles previos a la pandemia”. Un optimismo que se asienta sobre una elevada demanda durante el periodo vacacional que “puede compensar un comienzo de año más débil”.
Armonizar las reglas
Ese optimismo de los gestores de Heathrow se basa en la recuperación del turismo emisor. Porque, todavía, el turismo receptor y los viajes de negocios no acaban de despegar. Ahí ha desempeñado un papel destacado el alto nivel de la pandemia en el propio Reino Unido y los requisitos exigidos para entrar y salir del país.
De ahí la solicitud a las autoridades aeroportuarias británicas (CCA por sus siglas en inglés) desde Heathrow. En concreto, piden una armonización internacional de las reglas de viaje. También preocupa la aparición de nuevas variantes.
“La eliminación de las restricciones para los pasajeros vacunados dentro y fuera del Reino Unido ofrece un rayo de esperanza. Pero la resaca de ómicron demuestra que la demanda sigue siendo frágil y en riesgo”, afirma John Holland-Kaye, director ejecutivo de Heathrow en la web de la compañía.
Por mercado, fue la Unión Europea la que mejor comportamiento tuvo; 690.652 pasajeros. Le siguieron Norteamérica, con 549.492 pasajeros, y Oriente Medio, con 366.998. La apertura de las fronteras con Estados Unidos, en el pasado mes de noviembre, ha sido un alivio para el aeropuerto. Durante los 18 meses anteriores el cierre había sido casi total.
Conviene recordar que, desde el 1 de enero, la tasa aeroportuaria de la instalación pasó de un máximo de 19,50 libras (22,9 euros) a 30,19 libras (35,32 euros). A mediados de año habrá una nueva evaluación en la que se podría cambiar dicha tasa. Heathrow ha pasado de ser el aeropuerto más transitado de Europa a ocupar la décima posición.