Fumata blanca en las filas de BBVA. La dirección del banco y los sindicatos han alcanzado un acuerdo para la puesta en marcha de su primer Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que implicará la salida de 2.725 empleados del banco a través de despidos y de otros 210 mediante excedencias forzosas, con la posibilidad de volver a la entidad a partir de tres años.
Además, 657 empleados serán reubicados en otros puestos dentro del grupo, principalmente en puestos de atención al cliente en remoto (donde irán 523), lo que obligará a la entidad a crear nuevos centros en varias provincias.
Así, abandonarán el grupo en los próximos meses 2.935 trabajadores (210 podrán volver con excedencia a partir de dentro de tres años), lo que supone en torno al 12% de la plantilla de BBVA SA (23.300 empleados). Todos tendrán la oportunidad de optar a recolocaciones en otras compañías a través de un programa desarrollado por Randstad, la empresa contratada por BBVA.
Estas cifras implican que la entidad ha rebajado en 863 las salidas que preveía al inicio de la negociación (3.798), lo que supone un 23% menos. En la red comercial, a la que corresponderá la gran mayoría de las salidas, la cifra inicial se ha reducido un 35%.
Además, BBVA ha accedido a suavizar su exigencia de que una parte del ERE se cubra obligatoriamente con menores de 50 años. Finalmente, será el 28% del total el que deberá estar por debajo de ese umbral, frente al 50% que se pretendía al principio. Como contó Invertia, esta premisa era necesaria para lograr que los sindicatos accedieran al acuerdo.
Compensaciones por los despidos
En cuanto a las compensaciones que recibirán los empleados que abandonen la entidad, dirección y sindicatos han pactado que haya prejubilaciones para empleados de entre 53 y 62 años con el 75% del sueldo hasta los 63, con el convenio especial de la Seguridad Social revalorizado en un 3%, aunque descontada la prestación por desempleo. Los trabajadores de 53 y 54 años recibirán el 65% del sueldo hasta los 63 años con las mismas condiciones que los anteriores.
En cuanto al tramo de 50 a 52 años, el banco pagará una indemnización de seis veces el 65% de su sueldo con un máximo de 320.000 euros, con el convenio especial de la Seguridad Social hasta los 63 años abonado en 15.500 euros al año.
Además, recibirán primas por voluntariedad de 2.000 euros por cada tres años de antigüedad, más otras por la propia antigüedad de entre 5.000 y 30.000 euros dependiendo de los años de servicio a la entidad (de cinco a quince).
Por su parte, los mayores de 63 años recibirán una indemnización de veinte días por año trabajado, con un máximo de doce mensualidades. Además, se han establecido compensaciones para los empleados afectados por movilidades geográficas.
El ajuste, además, implica el cierre de 480 oficinas, que son 50 menos de las que el banco quería cerrar al inicio de las negociaciones.
En total, la reestructuración de oficinas y empleados tendrá un coste para el banco de 960 millones de euros, si bien generará ahorros de 250 millones anuales a partir de 2022 y de 65 millones este año. El coste se contabilizará en las cuentas del segundo trimestre de este ejercicio.
Acercar posturas
Ambas partes han conseguido acercar sus posturas en la última jornada de negociación tras haber ampliado el plazo el pasado viernes, cuando terminaba el periodo legal para lograr un consenso.
Tras ocho semanas de negociación, no fue hasta entonces cuando se produjeron los primeros acercamientos. Para ello fue necesaria una penúltima oferta de la entidad, que llegó tras la celebración de una huelga de 24 horas por parte de sus trabajadores que secundó el 70% de la plantilla, según los sindicatos, o el 30,77%, según el banco, pero que en todo caso obligó a cerrar el 42% de las oficinas de su red, como contó Invertia.
Finalmente, el acuerdo ha sido suscrito por el 72,7% de la representación de los trabajadores (han firmado CCOO, UGT y ACB, los sindicatos mayoritarios). BBVA ha agradecido públicamente "el trabajo realizado" durante estas semanas de negociación, así como "la actitud dialogante" mostrada por todas las partes.
"Es un acuerdo que se desmarca muy positivamente a los firmados en los últimos tiempos en el sector y que marca el camino de los que van a seguir a este. Las movilizaciones, los paros y la huelga que han tenido un seguimiento masivo por parte de la plantilla de BBVA han sido el motor clave para desencallar la negociación y conseguir que el banco acabara cediendo a una posición muy dura en la negociación", ha apuntado CCOO tras alcanzar el acuerdo.
"Debemos ser conscientes de que, en caso de no aceptar la última propuesta presentada y que recoge una parte importante de lo solicitado por la representación de los trabajadores, las extinciones volverían al punto de partida (3.798 extinciones) y con la indemnización que la empresa ya nos anticipó para este escenario, que sería de 20 días por año trabajado y un máximo de 12 meses", apunta, por su parte, UGT.
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