Planta de Dhul en Granada

Planta de Dhul en Granada EFE

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Los sindicatos avisan a Dhul: no descartan impugnar el ERE de Granada, que confían acabe afectando a menos del 43%

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El ERE anunciado por Dhul en Granada, que afectará según el plan inicial a 61 de los 142 empleados de la planta, anuncia complejas y tensas reuniones hasta poder alcanzar un acuerdo, teniendo el cuenta el desenlace este miércoles de la primera cita. Sin avances claros y tras recibir una propuesta para recolocar a un tercio de los afectados en una fábrica en Francia, los sindicatos empiezan a pensar ya en líneas rojas.

La prioridad es reducir la cifra de despidos, un objetivo en el que se muestran muy esperanzados, aunque CSIF, CCOO y UGT avisan a la compañía: no descartan ninguna acción de protesta, ni siquiera impugnar el ERE.

"No vamos a dejar a los trabajadores solos. Aquí somos muchos padres y madres de familia, hay hasta matrimonios, y la cifra de salidas es muy importante", señala a EL ESPAÑOL-Invertia Javier García Mota, presidente del Comité de Empresa.

El impacto llegará, si no hay cambios, al 43% de los trabajadores actuales de esta planta. ¿Los motivos para su salida? La mecanización de una de las líneas y el traslado a Italia de la línea de postres, según CCOO, son algunas de las razones expuestas por la empresa hasta la fecha.

La llegada de despidos era un temor que rondaba por la planta desde hace aproximadamente un año. Fue justo cuando anunciaron la mecanización de la línea, admite García, pero no se esperaban que Andros, con los que ya han negociado otros dos ERE, uno en 2013 -tras adjudicársela en concurso de acreedores en el que la dejó la familia Ruiz Mateos (Nueva Rumasa)- y otro en 2021, moviera ficha tan rápidamente.

La compañía les ha propuesto en la primera reunión de negociación una recolocación de al menos un tercio de los afectados en una de sus fábricas en Francia, una posibilidad que suena casi a ciencia ficción en Granada.

"A lo mejor es posible que en algún caso puntual alguien aceptase, pero no parece muy probable. No hablamos de movilidad dentro de España, sino de otro país y otro idioma", remarca. Con edades que van desde los 30 a los 62 años, el grueso de la plantilla ronda los 50, y hay especial temor sobre el impacto que el ERE tenga en ellos. 

Es un aspecto que se está analizando con cuidado por parte del Comité, que valora en este caso la disposición de la empresa. "Son conscientes de que los mayores de 55 años tendrán un mercado laboral más complicado que el resto", apunta García. Andros se ha mostrado dispuesta a aplicar medidas económicas especiales para los trabajadores de ese rango de edad que se incluyan en el ERE.

Es esta disposición lo que de momento mantiene algo optimistas los ánimos en los sindicatos. Ven "buenas intenciones" por parte de la empresa, pero critican la falta de información general que tienen aún sobre el proceso.

"Seguimos a la espera de saber con qué condiciones saldrían los que salen y si hay una recolocación real. En función de las condiciones, del trato de la empresa, que a día de hoy no es malo, veríamos qué medidas se toman", explican. 

En ese contexto los sindicatos preparan ya reuniones con asesores legales antes de que la próxima semana el Comité de Empresa y Andros vuelvan a sentarse a negociar. Se trata de ir esbozando las líneas rojas, porque aseguran que han "aprendido mucho" en los otros ERE acordados con la multinacional.

En el de 2013, por ejemplo, ya se propuso otra recolocación de trabajadores que no cuajó finalmente. Las salidas entonces se indemnizaron con 28 días por 14 mensualidades. 

En 2021, asegura García, los trabajadores alcanzaron un acuerdo con la empresa en el que cedían algunos derechos a cambio de mantener a 13 compañeros que quedaron en el aire con la eliminación de una línea de producción. "A los seis meses hubo un ERE para esas 13 personas. Perdimos derechos y compañeros. Hemos aprendido", zanja.