La entidad celebra el aniversario de su sede corporativa, un espacio en constante evolución donde convergen la innovación, la naturaleza y el bienestar.
Inaugurada en 2004, la Ciudad Financiera de Banco Santander fue desde el principio un ambicioso proyecto, ya que se trataba, por un lado, de un espacio que funciona como una urbe, pero destinada exclusivamente a las actividades de una empresa, y por otro, era un concepto pionero en Europa. Constituida como sede central de la entidad en España, además de ser el centro de operaciones, se levantó para representar la imagen y los valores del grupo a nivel global.
Situada en Boadilla del Monte (Madrid), la Ciudad Financiera, que este año celebra su 20º aniversario siendo un espacio en constante transformación, se extiende a lo largo de 250 hectáreas en las que se suceden edificios de oficinas y multitud de instalaciones destinadas a la vida profesional y personal de sus empleados, evolucionando a medida que cambiaban las necesidades de las casi 13.000 personas que trabajan, colaboran e innovan cada día en ella.
Los empleados relatan vivencias de sus años en la CGS
El espacio de la CGS (Ciudad Grupo Santander), como también se conoce a la Ciudad Financiera, es hoy un lugar en el que convergen la innovación, el bienestar de las personas y el compromiso con el medioambiente. Esto se materializa en hechos como que el 70% del espacio está destinado a los espacios verdes, pero también prima el consumo responsable de energía y recursos. Además, es una Ciudad certificada con ISO 14.001 y como Residuo Cero, gestionando y valorizando todos los residuos que se generan.
Por otra parte, en los últimos 13 años, ha reducido su consumo eléctrico un 38%. Dispone de la mayor planta fotovoltaica en edificios de oficina, con más de 10.000 paneles de diferentes potencias que generan 6,5 millones de kWh al año. Esto evita la emisión de 2.546 toneladas de CO2 a la atmósfera.
La Ciudad ha ido creciendo y transformándose a medida que aumentaba el número de empleados. Apostando por el bienestar de sus empleados, se ofrecen servicios de todo tipo para su desempeño profesional, así como para la vida personal y la conciliación. Para ello cuenta con espacios como instalaciones deportivas, que favorecen la salud física, mental y social de los profesionales; una gran escuela infantil, y un espacio para la cultura, con una sala de exposiciones con 194 obras pertenecientes a la Colección Banco Santander.
Otro de los aspectos más destacables de esta Ciudad es su apoyo y fomento de la inclusión y la diversidad. Gracias a un proyecto específico de accesibilidad universal que la entidad realizó con la fundación ONCE, la CGS es un lugar accesible para cualquier persona con problemas de movilidad reducida, de capacidad auditiva, de capacidad visual y/o capacidad cognitiva.
En la evolución de la Ciudad Financiera también ha habido un elemento fundamental, especialmente en los últimos años: la digitalización. En plena era de la transformación digital para todos los sectores productivos, esta sede ha sido testigo de los últimos avances tecnológicos para el desempeño de su actividad.
Servicios
- Escuela infantil
- Restaurantes
- Centro deportivo
- Piscina
- Campo de golf
- Centro médico
- Sala de exposiciones
- Espacios verdes
Desarrollo profesional y calidad de vida
Tintorería, óptica, zapatero, peluquería y, por supuesto, una sucursal bancaria. La CGS funciona como un núcleo urbano, y un espacio multidisciplinar e innovador, apostando así por el bienestar y progreso de cada uno de sus empleados. Destacan especialmente las instalaciones deportivas, en las que se puede practicar casi cualquier deporte, pues promover la salud era uno de los objetivos del Grupo en el seno de su sede. De ahí que cuentan también con un centro médico dotado con todos los equipos y servicios necesarios para ofrecer medicina del trabajo, preventiva y de rehabilitación. Asimismo, esta unidad alberga especialidades como oftalmología, odontología, ginecología y dermatología, entre otras.
La conciliación familiar y laboral es otro de los ejes prioritarios, para lo que la entidad pone a disposición de sus empleados la escuela infantil de empresa más grande de toda Europa, con capacidad para 500 niños. Asimismo, se facilita el transporte tanto dentro del recinto (que tiene sus propias líneas internas de autobús) y el acceso mediante transporte público.
Por último, también se cuida la formación de los empleados en el centro El Solaruco, por donde pasan los profesionales del Grupo con el fin de cursar programas de formación de distinta índole.
Así es la Ciudad Grupo Santander
Cómo se hizo
La Ciudad Financiera de Banco Santander fue la mayor obra ejecutada en Europa en 2003, solo por detrás de la Terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Para su diseño se contó con el prestigioso arquitecto irlandés Kevin Roche, del estudio de arquitectura KR&JD (Kevin Roche y John Dinkeloo).
Roche, uno de los grandes exponentes de la arquitectura posmoderna norteamericana, quien en 1982 recibió el premio Pritzker, el máximo reconocimiento en el mundo de la arquitectura, trazó un entorno en el que confluyen la estética tecnológica con la vegetación como elementos vitales para crear un entorno de trabajo amplio y diáfano.
Ejemplo de ello es el edificio Pereda, donde se encuentran los órganos de gobierno de la entidad y que se caracteriza por su gran lucernario, quizá el elemento arquitectónico más destacado de la ciudad. Está configurada mediante edificios de poca altura -hechos de granito, acero y vidrio- conectados por un entramado de patios, plazas y espacios de agua. Siempre rodeados de espacios ajardinados, en los que predomina la vegetación mediterránea como los olivos.
Se construyó en tiempo récord, apenas dos años, y en el verano de 2004 ya se habían instalado más de 4.000 empleados. Veinte años después, la Ciudad Financiera refleja las dos décadas de evolución y crecimiento de la entidad erigiéndose como punto de encuentro para el progreso y la innovación, mucho más allá de solo una sede corporativa.