Dos personas despliegan una bandera de China frente a un monitor donde se recoge la evolución de la Bolsa de Hong Kong.

Dos personas despliegan una bandera de China frente a un monitor donde se recoge la evolución de la Bolsa de Hong Kong. Reuters

Macroeconomía

Una de cada diez empresas españolas depende de productos de China para llevar a cabo su actividad

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El 10% de las empresas españolas dependen de productos críticos importados de China para mantener su actividad, según un informe del Banco de España. Esta dependencia afecta especialmente a sectores clave, como el manufacturero, donde el 20% de las empresas reportan importar insumos esenciales desde el gigante asiático.

La pandemia, la guerra en Ucrania y las tensiones comerciales entre China y Occidente han puesto de manifiesto la fragilidad de las cadenas de suministro globales. Para España, China se ha consolidado como un proveedor fundamental, lo que genera preocupación por las posibles disrupciones en el comercio internacional.

De acuerdo con el estudio, los sectores más expuestos son la industria farmacéutica, donde el 80% de las empresas dependen de productos chinos, y el sector tecnológico, con un 60% de fabricantes de productos electrónicos e informáticos que confían en insumos procedentes de este país.

A pesar de estos altos niveles de exposición, sólo el 22% de las empresas españolas que dependen de productos críticos de China han adoptado medidas para reducir su dependencia. Este porcentaje es menor en comparación con otros países europeos como Italia (30%) o Alemania (40%).

Una de las estrategias más comunes entre las empresas españolas que han diversificado sus fuentes de suministro es sustituir a los proveedores chinos por otros de la Unión Europea. El 50% de las empresas que tomaron medidas optaron por buscar alternativas dentro del mercado comunitario.

No obstante, el informe advierte que para muchas compañías es difícil reemplazar los productos importados de China. Dos tercios de las empresas expuestas consideran que sería complicado encontrar proveedores alternativos sin que esto afecte la calidad o los tiempos de producción.

La posibilidad de una escalada en las tensiones comerciales entre China y los países occidentales podría tener un impacto significativo en la economía española. Más del 40% de las empresas manufactureras creen que su actividad se vería afectada si las restricciones comerciales se intensifican.

El informe del Banco de España destaca la importancia de que las empresas tomen medidas para diversificar sus proveedores y mejorar la resiliencia de sus cadenas de suministro, especialmente ante la creciente inestabilidad geopolítica que podría afectar el comercio global.