La economía de la eurozona se estancó en el cuarto trimestre del pasado año, con una tasa de crecimiento del 0%. Eso sí, el empleo en los países de la moneda común subió un 0,3% en el mismo periodo, según los datos confirmado este miércoles por Eurostat.
La oficina de estadística comunitaria confirma así que la zona euro evitó la recesión técnica en el cierre de 2023, en la que habría entrado si hubiera registrado una tasa negativa entre octubre y diciembre que se sumase a la observada en el tercer trimestre, del -0,1%.
También esquivó la recesión el conjunto de la Unión Europea, con un crecimiento del PIB de una décima en el cuatro trimestre del año pasado que contrasta con la contracción también de una décima registrada en los tres meses anteriores.
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Con estos datos, las primeras estimaciones de Eurostat apuntan a un crecimiento medio del PIB en 2023 del 0,5%, una tasa muy inferior al 3,4% de 2022 y al 6% de 2021.
El estancamiento de la economía europea va acompañado, sin embargo, de una ligera aceleración del empleo, con un aumento de las personas empleadas del 0,3% tanto en la eurozona como en los Veintisiete en los tres últimos meses de 2023, en ambos casos una décima más que el 0,2 % observado en el tercer trimestre de 2023.
Los datos de Eurostat, por tanto, afianzan la sorpresa positiva que reflejó el primer cálculo publicado a finales de enero, puesto que el consenso del mercado esperaba un trimestre de reducción de la actividad que, sumado a la contracción previa, hubiese significado la entrada en recesión técnica (dos trimestres seguidos en negativo).
De hecho, los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) ya daban por segura la recesión técnica, aunque apostaban porque ésta no fuera profunda o duradera y confiaban en un aterrizaje suave de la actividad.
Datos por países
En todo caso, la actividad económica europea sigue lastrada por los problemas de Alemania, que en el cuarto trimestre del pasado año vio contraerse un 0,3 % su PIB. También Irlanda (-0,7%), Rumanía, Estonia y Finlandia (-0,4%) y Lituania (-0,3%) registraron tasas de crecimiento negativas.
Por contra, Eslovenia fue el país europeo con mayor crecimiento en el último trimestre de pasado año (un 1,1%), seguido de Portugal y Chipre (0,8 %), España (0,6 %), Bulgaria (0,5%), Bélgica y Letonia (0,4%), Países Bajos y Eslovaquia (0,3 %), Italia, Chequia y Austria (0,2%) y Suecia (0,1%).
Francia, Hungría y Polonia registraron crecimientos nulos, del 0%, mientras que Eurostat todavía no dispone de datos para Dinamarca, Grecia, Croacia, Luxemburgo y Malta.