La nueva campaña de rebajas que comienza estos días tras las fiestas de Navidad no apunta a cifras récord. Al contrario, casi nueve de cada diez compradores piensan que no va a suponer ningún descuento adicional y el gasto medio se prevé que caiga hasta los 164 euros, 21 menos que el año pasado.

Así lo atestigua una encuesta realizada por la Asociación Española de Consumidores (Asescon), que achaca esta poco entusiasta visión de las rebajas de invierno a las anteriores campañas de descuentos, como la del Black Friday, cada año más popular.

Se trata, en cualquier caso, de una tendencia. De acuerdo con un informe de la financiera Cetelem, el año pasado ya se registró una caída del 4% en el gasto de los consumidores durante el periodo de rebajas de invierno.

Un joven se apoya junto a cajas con compras durante la campaña de Navidad David Zorrakino Europa Press Madrid

Con todo, ocho de cada diez compradores afirman que realizará alguna compra en la compaña que ahora comienza, mientras que un 14% descarta este punto y el 6% restante no lo tiene claro.

Es por esto por lo que organizaciones de consumidores como la OCU o Facua advierten de la importancia de hacer un seguimiento de aquello que se desea comprar para saber si efectivamente se produce una reducción en su precio.

La inflación, un problema

"Los consumidores siempre aprovechan las rebajas", asegura en una conversación con EL ESPAÑOL-Invertia Esther Lorente, delegada en Cataluña de la OCU. No obstante, añade que la inflación y el menor poder adquisitivo "puede que se noten" en el alcance de esta campaña.

Los precios del vestido y el calzado avanzaron en noviembre, último dato consolidado del Instituto Nacional de Estadística (INE) un 2,2% respecto a un año antes, aunque comparado con el mismo mes del ejercicio previo a la pandemia de la Covid-19, el incremento escala hasta el 4,19%.

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Ese es solo uno de los innumerables ejemplos, pues es bien sabido que el alza de precios es algo generalizado, lo que obliga a los consumidores a elegir en qué gastan su dinero.

En este sentido, Rafael Torres, presidente de la Confederación Española del Comercio (CEC), asegura que los consumidores se inclinan por gastar en algo que ofrezca una "satisfacción inmediata", como ocio, gastronomía y viajes. Una derivada, señala, de la situación vivida durante la pandemia.

Una persona sujeta bolsas con compras durante la campaña de Navidad David Zorrakino Europa Press Madrid

Así, aunque desde CEC sí prevén una campaña de rebajas "más grande" que la anterior, creen que eso no se traducirá en una mayor facturación.

A este poco entusiasmo, también desde parte del propio sector, contribuye la abundancia de ofertas anticipadas o incluso grandes campañas como la mencionada del Black Friday. Y también, la "liberalización" o relajación en las medidas de control de las rebajas.

Liberalización

La delegada de la OCU indica que desde 2012 las rebajas pueden hacerse "cuando la tienda quiera", lo que disminuye el impacto de la campaña que comienzan este fin de semana. Y para Torres, las rebajas "ya no existen", sino que son "otra promoción más".

El portavoz de Facua, Rubén Sánchez, matiza en declaraciones a EL ESPAÑOL-Invertia que hablar de liberalización es "excesivo", ya que las rebajas, como cualquier otro descuento, "requiere sobre todo que no se engañe y mienta al consumidor".

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La normativa que se aplica a este tipo de campañas establece que el precio de la oferta debe ser inferior al más bajo que haya tenido el producto al que aplica en los últimos 30 días. Pero el control de este aspecto, que ejercen las administraciones de consumo de las comunidades autónomas, es, según Facua, mejorable.

"Las rebajas se están desgastando posiblemente porque muchos consumidores van teniendo la noción de que hay un alto índice de engaño por parte de los comercios", resume Sánchez.

Cuesta de enero

Esta tradicional campaña de descuentos llega todos los años junto con la conocida cuesta de enero, que este año suma la recuperación parcial de algunos tipos impositivos, como los de la electricidad.

Desde el 1 de enero, el IVA de la luz ha pasado del 5% al 10%, al tiempo que el Impuesto Especial de la Electricidad (IEE) se ha elevado al 2,5% (desde el 0,5%) y se ha recuperado el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE) con un tipo del 3,5%.

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Igualmente, los peajes elevan sus precios un 4% de media y algunas de las grandes telecos, como Movistar y Vodafone, ya han anunciado alzas en la factura que van desde el 3,1% al 4,38%.

Todo ello tras un año en el que el precio de los alimentos creció a doble dígito pese a las medidas tomadas por el Ejecutivo, como la rebaja del IVA a los alimentos básicos.

Y aunque desde las organizaciones de consumidores confían en que estas nuevas rebajas puedan ayudar a afrontar la cuesta de enero, limitan su impacto y optan por la prudencia y por recomendar a los ciudadanos que se aseguren de que se compran verdaderas ofertas.