Los partidos políticos retoman el acuerdo UE-Mercosur en sus programas, impulsados por la Presidencia española
El proteccionismo agrícola francés dificulta la ratificación del acuerdo.
16 julio, 2023 02:57España se ha marcado entre sus prioridades de la Presidencia del Consejo de la Unión Europea (UE) diversificar las relaciones comerciales y posicionar a América Latina como una prioridad. La primera prueba de ello es la Cumbre UE-Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que se desarrollará este lunes y martes en Bruselas, tras ocho años sin celebrarse.
El Gobierno confía en que ese encuentro sirva para "tratar de culminar los tres acuerdos comerciales que están en marcha con América Latina: Chile, México y Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay)", como aseguró esta semana la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.
El interés en Latinoamérica y en esos acuerdos no es exclusivo de la Presidencia para este semestre. Los partidos políticos también reflejan en sus programas electorales para el 23 de julio su intención de fortalecer las relaciones con esa región y aprovechar los vínculos históricos para impulsar la aprobación definitiva de los acuerdos.
El PSOE incluye en sus promesas electorales reforzar la cooperación con América Latina y apoyar "la conclusión de los Acuerdos Comerciales en marcha (Chile, México y Mercosur). El PP se propone "liderar los esfuerzos europeos para la firma del Acuerdo UE-Mercosur" y modernizar los otros dos. En Sumar, también defienden los tratados comerciales, aunque abogan por "renegociar" el Acuerdo UE-Mercosur para proteger "los derechos humanos, las personas trabajadoras y la biodiversidad".
Los agentes sociales tampoco desdeñan la importancia de las relaciones de España con Latinoamérica. CCOO y UGT difundieron esta semana un documento con 13 propuestas para los partidos políticos antes de las elecciones. Aunque no mencionan ninguna referencia expresa al acuerdo con Mercosur, en el punto sobre política internacional, los sindicatos instan al próximo Gobierno a "mantener en la UE el papel de España como nexo con América Latina".
Del mismo modo, las empresas españolas también miran con atención el avance del acuerdo UE-Mercosur. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) se define como "una firme defensora" del acuerdo con el Mercosur, tanto en la UE como dentro de BusinessEurope, la patronal europea.
Fuentes empresariales aseguran a EL ESPAÑOL-Invertia que "se considera fundamental su ratificación" y recuerdan que "permitirá a ambas partes adquirir una mayor capacidad de interacción y de exportación a un mercado total de 780 millones de personas". De hecho, entre las prioridades para este semestre de la patronal europea, a la que pertenece CEOE, están "dar un nuevo impulso a la conclusión y ratificación de acuerdos con Chile, México y Mercosur, con motivo de la Cumbre UE-CELAC en julio de 2023".
Poco optimismo
Más allá de la expectación que genera la Cumbre entre ambas regiones, no parece que se vayan a producir avances importantes en esos dos días. Las negociaciones del Acuerdo UE-Mercosur se cerraron en 2019, después de 20 años, pero todavía está pendiente de ratificación y por el camino han surgido nuevos contratiempos.
La UE presentó después un anexo medioambiental para "tener en cuenta las preocupaciones de carácter ambiental de varios países europeos", como indicó en junio el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, según recoge Efe. Las nuevas imposiciones europeas no cayeron bien en el bloque sudamericano y el presidente de Brasil y presidente pro tempore del Mercosur, Luiz Inácio Lula da Silva, tachó de "inaceptables" los nuevos requisitos, durante su intervención en la Cumbre del Mercosur de principios de mes.
La investigadora sénior para América Latina en el Cidob, Anna Ayuso, cree que fue "un error" enviar ese protocolo medioambiental de forma unilateral. "Se podría haber hecho de otra manera. Han pecado de unilateralismo en la UE", explica a EL ESPAÑOL-Invertia.
El contexto político tampoco ayuda a acelerar la ratificación. Ayuso observa "muchos problemas" en el bloque europeo, en concreto en países como Francia, Polonia o Irlanda.
"En Francia, hay un movimiento muy contrario por el proteccionismo agrícola francés. No tiene sentido porque Francia no compite con la carne y la soja, como ocurre en el Mercosur. Además, se ha paralizado con todos los problemas que se le han juntado a (Emmanuel) Macron", apunta la investigadora sénior del Cidob.
Al igual que Ayuso, el economista Javier Santacruz también percibe reticencias en el Hexágono. "Francia, en todos los tratados comerciales con partes agrícolas, siempre ha tenido posiciones reacias, protege sus intereses", comenta a este periódico.
Por su parte, el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad CEU San Pablo, Rafael Pampillón, cree que detrás de ese proteccionismo agrícola hay cierto "chovinismo" por parte del Gobierno francés.
"Hay que ir de igual a igual. Macron debería vender a los franceses que América Latina y Europa están a la misma altura", recalca.
De igual a igual
En esta idea de aproximarse al Mercosur "de igual a igual", Pampillón también defiende que la UE vaya con "una actitud más cercana". "No vayamos solo a extraer", dice el catedrático, en alusión a las materias primas y los recursos naturales del Cono Sur.
"Hay que hacer algo más inclusivo. Hay que aproximarse. La Presidencia española es un buen momento, por raíces e idioma. Nosotros tenemos que ser capaces de convencer, de poner algo, llevar recursos financieros", agrega Pampillón.
Santacruz se aleja de esas posiciones y puntualiza que la Unión Europea depende "de importaciones relevantes" desde el Mercosur. "No es tanto un mercado para vender nuestros productos, sino una provisión tanto alimentaria como de materias primas. Es un acuerdo muy importante en la agenda política, pero también en la económica", asegura.
Ayuso aborda el acuerdo como una oportunidad "win-win" para ambas partes. En su opinión, la Unión Europea y el Mercosur "han llegado a un límite" en sus modelos de producción y ahora necesitan complementarse.
"Ni uno ni otro pueden ser capaces de abastecerse. En Latinoamérica, el proteccionismo hacia sus industrias hizo que fueran poco competitivas y ahora no tienen capacidad de dar el salto. Además, la exportación solo de productos primarios no es sostenible medioambientalmente y depende de los precios del mercado. En Europa, proteger el mercado ya no funciona", detalla.
Por esa razón, Ayuso afirma que "hay posibilidad" de ratificar el acuerdo, ya que "no hay intereses contrarios, sino sectores contrarios". Sin embargo, su optimismo se esfuma al hablar de plazos. "Creo realmente improbable que salga dentro de la Presidencia española, pero sí se pueden producir avances", pronostica.
La UE mira a China
Durante los 20 años que la UE y el Mercosur necesitaron para negociar este acuerdo, otro actor fue ganando peso en la región. La presencia de China se acrecienta con inversiones potentes en Brasil y Argentina, y un interés por parte de Uruguay de negociar con el país asiático. Sólo Paraguay, socio de Taiwán, queda al margen de la aproximación a China, al tiempo que su presidente electo, Santiago Peña, descarta negociaciones de libre comercio.
Los expertos consultados por EL ESPAÑOL-Invertia coinciden en que la UE está perdiendo relevancia. Santacruz se detiene en el caso de Argentina y afirma que "no le interesa la Unión Europea, sino China".
Pampillón también cree que la UE está rezagada mientras China y Estados Unidos impulsan sus relaciones, también las comerciales, con la región. "Europa necesita recuperar a Latinoamérica de las fauces de la inversión china", remata el catedrático.
"A Europa no le interesa seguir perdiendo mercado a costa de China", confirma Ayuso. La investigadora sénior del Cidob también está convencida de que a Brasil y a Argentina les interesa ratificar el acuerdo con la UE. Sin embargo, no descarta que las elecciones de octubre en Argentina conviertan el acuerdo en una cuestión política, con una oposición por parte del Gobierno para "defender posiciones nacionalistas" en la campaña electoral.
Además, Ayuso hace otra advertencia. Las elecciones europeas también pueden ralentizar el proceso. "Si no se aprueba con esta Comisión, se puede alargar mucho más", alerta.