Las grandes empresas españolas destinaron el 13,9% de sus ingresos a los pagos a las administraciones públicas y otro 7,6% a las remuneraciones de sus empleados. Ambas partidas se llevaron 123.685 millones de euros de unos ingresos de 558.344 millones, según un informe elaborado por la Fundación CEOE y la Fundación PwC.
Los datos se corresponden con las cuentas de 2022, el último ejercicio fiscal completo en el que se analizó la contribución social de 40 grandes grupos españoles en el mundo. El estudio dejó fuera a las entidades financieras y de seguros y a las empresas de matriz extranjera.
Las únicas excepciones fueron Iberia y Endesa, porque "su origen fue España y su aportación al territorio es enorme", como apuntó el socio de PwC Pablo Bascones durante la presentación del estudio. Con ambas compañías se completó la "foto marca España" de las grandes corporaciones españolas y su contribución social.
El presidente de la Fundación PwC, Santiago Barrenechea, aludió en el acto a esa contribución social empresarial en "dos niveles". Por un lado, la generación de valor económico y, por otro, el menos evidente, el que hacen las empresas "en el ámbito de su actividad simplemente porque creen que aportar sus conocimientos y capacidades crea valor social y propio".
Desde la Fundación CEOE, su presidenta, Fátima Báñez, también incidió en el papel de las compañías en la "generación y distribución de riqueza" en España. "Lo que es medible no necesita ninguna interpretación (...). Las empresas grandes crean cadenas de valor y son aliadas estratégicas del crecimiento y el bienestar social", afirmó durante la presentación del estudio.
Cobros de clientes
Los 40 grandes grupos españoles generaron un valor económico directo de 574.861 millones de euros. El 97,1% de esos ingresos (558.344 millones) se obtuvo a través de los cobros a clientes, procedentes de la venta de bienes y prestación de servicios.
En menor medida, también aportaron a la cuenta de resultados los cobros por desinversión. A través de la venta de algún tipo de activo, como instalaciones o terrenos, o de participaciones en otras empresas, los 40 grupos analizados obtuvieron 10.515 millones de euros, un 1,8%.
El peso de los ingresos por cobros financieros fue del 0,6%, el equivalente a 3.316 millones de euros. De estos cobros financieros, el 66,2% (2.195 millones de euros) se corresponden con cobros de dividendos, y el 33,8% restante (1.121 millones) responde a cobros de intereses.
El estudio contabiliza otras entradas por valor de 2.686 millones de euros. El 98,5% de ese monto procedió de los títulos de valores emitidos por las empresas y el otro 1,5%, de subvenciones recibidas.
13,9% en impuestos
El mayor gasto de las grandes empresas españolas se destinó al pago a proveedores. De cada 100 euros, 75 fueron a este compromiso. En total, los pagos a proveedores de estas 40 corporaciones ascendieron a 431.801 millones de euros, lo que supuso el 75,1% del valor económico.
Esta redistribución aporta una "generación de valor" para los proveedores, a los que les sube el listón para cumplir con los requisitos exigidos. El socio de PwC, Francisco Briones, también responsable del estudio, habla de un "efecto tractor" en la internacionalización de los proveedores que trabajan con esas 40 grandes empresas, presentes en más de 100 países.
"Esa inversión en innovación, tecnología, alto valor… contribuye a la mejora de los datos macroeconómicos en nuestro país y a la salud de nuestra economía", apuntó Briones.
Las empresas españolas también distribuyeron su valor con las administraciones públicas. Este reparto se produjo a través del pago de impuestos, en concreto, 79.854 millones de euros, el 13,9%. Así, por cada 100 euros de valor económico generado, casi 14 se fueron a las arcas públicas.
Las grandes corporaciones españolas "tienen que hacer frente a multiplicidad de impuestos". De esos casi 80.000 millones, el 39,4% (31.454 millones de euros) se destinan a tributos propios y representan un coste directo para las empresas.
Por otro lado, 48.400 millones (60,6%) se corresponde con impuestos de terceros, como las retenciones del IRPF o el IVA. La Fundación CEOE y la Fundación PwC señalan en su informe que estos tributos implican "una responsabilidad legal" y, a la vez, un "coste indirecto derivado de la gestión de su cumplimiento y pago".
7,6% en salarios
Los 40 grandes grupos empresariales españoles emplearon en 2022 a 1.381.152 trabajadores en todo el mundo. Para ellos, las empresas destinaron 7,6 euros de cada 100 euros generados.
La partida destinada al pago de salarios se situó en 43.831 millones de euros. La Fundación CEOE y la Fundación PwC precisan en el informe que ese monto "no incluye los impuestos asociados al empleo pagados por la gran empresa española".
Si se tuviera en cuenta, sumaría 15.439 millones de euros, en concepto de pagos a la Seguridad Social o retenciones por IRPF. De esta forma, el monto contemplado para los pagos a empleados sería de casi 60.000 millones de euros.
En menor medida, las grandes empresas españolas también generaron valor en otras cuestiones, como el pago por dividendos de paquetes de acciones. Estas compañías aportan 1,7 euros a sus accionistas por cada 100 euros generados.
Así, el pago por dividendos apenas pesó un 1,7% en las cuentas de las compañías, el mismo porcentaje dedicado a la autocartera (9.518 millones de euros) y, por tanto, a la compra de acciones propias. Por último, el pago a entidades financieras quedó en el 1%, con 1 euro de cada 100 generados dedicado al pago de interés de préstamos, bonos y otras obligaciones.