Los datos de paro, con 19.768 desempleados más en septiembre, no han sorprendido a los sindicatos. El comportamiento es el "habitual", para este mes, con aumentos del desempleo en la Hostelería y en el Comercio, consecuencia del fin del periodo estival. Sin embargo, pese a ser la tónica general de septiembre, CCOO y UGT piden "no conformarse" con estas cifras.
"Son meses de transición", ha dicho a los medios el secretario general de CCOO, Unai Sordo, aunque sin ceder a la resignación. "Siempre que se incrementa el desempleo no es una buena noticia", ha añadido.
El análisis de UGT ha sido el mismo. "Son datos bastante normales, habituales en un mes de septiembre", ha comentado el secretario general, Pepe Álvarez.
Para el líder sindical, el problema no está tanto en estos casi 20.000 nuevos parados sino en los más de 2,7 millones de desempleados que siguen en las listas del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE).
"Necesitamos poner en marcha políticas que ayuden a que estas personas que están en el desempleo puedan encontrar empleo y eso quiere decir tener unos servicios de empleo eficaces que ofrezcan alternativas de formación, que acompañen", ha incido Álvarez.
Los secretarios generales de ambos sindicatos han participado este martes en un encuentro sobre el diálogo social, organizado por el Colegio de Economistas de Madrid. En el acto han coincidido con el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, y con el de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Gerardo Cuerva.
Ninguno de los dos ha hecho declaraciones ante la prensa ni ha valorado los datos de empleo y afiliación conocidos este martes. Sólo Garamendi, durante el acto, ha esperado a conocer la opinión de Sordo, para agregar después un "estamos de acuerdo".
Subida del SMI y despidos
Los empresarios y los sindicatos han dado en la primera parte del encuentro una imagen de entendimiento en torno al diálogo social y sus éxitos durante la pandemia. Sin embargo, las discrepancias no han tardado en aparecer.
Las preguntas de los estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense, donde se ha celebrado el acto, han evidenciado las diferentes posturas de los agentes sociales sobre el salario mínimo interprofesional (SMI), los despidos o la productividad en las empresas.
CCOO y UGT van de la mano en las reivindicaciones sobre la subida del SMI, la reducción de la jornada laboral o el reparto de los márgenes de empresariales con los trabajadores en forma de incrementos salariales.
Las patronales, por su parte, se oponen a que el SMI suba más del 60% del salario medio español y miran con recelo el debate sobre la modificación del despido que los sindicatos han comenzado a introducir en la agenda pública.
"El SMI es tan dispar como que te encuentras con unas diferencias altísimas. No es lo mismo en Madrid o Barcelona que en Extremadura", ha protestado Garamendi.
El líder empresarial también ha advertido de que seguir subiendo esta renta mínima "sería un problema para la economía", ya que afectaría a los convenios colectivos y repercutiría en todas las bandas salariales.
Desde la patronal de las pymes, Cuerva ha cerrado filas con el presidente de la CEOE. "No se puede calcular el SMI sin la productividad, no debiera calcularse de forma discrecional", ha expuesto.
Sordo no ha tardado en reaccionar a las declaraciones del presidente de Cepyme, al que ha recordado que CCOO ofreció vincular las subidas salariales por convenio a la productividad de las empresas, "siempre que se determinara de una manera objetiva".
"No nos encontramos con una actitud especialmente proactiva en este terreno, por decirlo finamente", ha afeado el secretario general de CCOO a Cuerva.
Con el tono alejado ya de la cordialidad del principio, Garamendi ha evitado alimentar el debate sobre los despidos, mientras que los sindicatos no han perdido la oportunidad de volver a exponer sus prioridades para la legislatura.
UGT y CCOO esperan conocer en los próximos meses la decisión del Comité Europeo de Derechos Sociales, ante el que ambos presentaron sendas denuncias sobre el despido en España.
El secretario general de UGT ha admitido que el despido quedó fuera de las negociaciones de la reforma laboral, por petición de los empresarios, aunque eso no implica que no pueda hablarse de él en el futuro.
"Es un capítulo pendiente para duras negociaciones y debates. Siempre se puede llegar a puntos de equilibrio. Estoy convencido de que las organizaciones empresariales no quieren amparar despidos injustificados", ha manifestado Álvarez.
Además, ha recordado que si el tribunal se pronuncia a su favor, los empresarios tendrán que acatar "por imperativo europeo".
Sordo también ha indicado que su sindicato respeta el "perímetro" del acuerdo, "pero, a futuro, España se tiene que plantear el modelo de despido".
Para CCOO, el despido en España debe avanzar hacia la desincentivación de esta vía, para que sea "la última opción en la empresa". Aunque el debate no tiene fecha, y los empresarios tampoco parecen por la labor, Sordo pronostica que será "un elemento bastante conflictivo".