Los salarios crecerán más que los precios en 2023 pero los españoles no recuperarán el poder adquisitivo perdido
La AIReF estima que las remuneraciones de los trabajadores subirán un 4,7% en 2023, más de un punto menos de lo previsto.
6 abril, 2023 02:26El pasado 2022 ha devaluado el bolsillo de los hogares españoles. Los salarios subieron (según la estadística de convenios colectivos) solo un 2,78% mientras que la inflación se elevó por encima del 8,5%. Una pérdida de poder adquisitivo que no se va a recuperar este 2023.
Así lo indican los pronósticos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Para 2023, este ente espera que los sueldos crezcan por encima de la inflación, aunque lo harán en una medida muy similar a la inflación subyacente.
Concretamente, el ente espera que los salarios suban un 4,7%, mientras que el IPC se elevará un 4%. Con todo, la subyacente también aumentará lo mismo que la inflación.
Sin embargo, pese a estos incrementos, la AIReF avisa de que los españoles seguirán sin recuperar el poder adquisitivo perdido en 2022.
Lo cierto es que la AIReF, en su último informe, ha rebajado de manera contundente sus previsiones salariales. La entidad esperaba, en enero, que los sueldos subieran un 5,8% este año.
Sin embargo, lo que ha hecho la Autoridad es rebajar este crecimiento en 1,1 puntos. En paralelo, también ha reducido el coste laboral unitario, que pasa de elevarse un 5,1% a reducirse en un 4,3%.
No es la única mala noticia para los hogares españoles. La previsión de la tasa de ahorro de los hogares pasa del 7,8% al 7%. "El exceso de ahorro generado en la pandemia se podría haber disipado", indica la Autoridad en el informe.
2023 va a ser un año en el que se mantendrá el crecimiento económico (es decir, que se evita la temida recesión) pero con una importante desaceleración. El PIB va a bajar el ritmo. La AIReF pronostica que el PIB crecerá un 1,6% (cuando en 2022 lo hizo un 5,5%), respaldado por un aumento del consumo privado del 1,2% (del 4,4% el año pasado).
"La moderación de la actividad económica en 2023 refleja en buena medida los efectos de arrastre de la desaceleración del crecimiento observada en la segunda mitad del pasado año", indica la AIReF en su informe.
"La ralentización esperada en el ritmo de crecimiento vendría motivada tanto por el componente de demanda nacional como exterior. La incertidumbre, la elevada inflación y el tensionamiento de las condiciones financieras seguirán condicionando las
decisiones de gasto de los agentes privados, al tiempo que el avance de las
exportaciones podría ralentizarse", precisa.
Con todo, la AIReF admite que hay muchas incertidumbres sobre estos pronósticos. La actividad a nivel global está teniendo un comportamiento más favorable de lo previsto. Además, Europa ha evitado los escenarios más adversos que se habían diseñado ante la inflación energética.
Eso se nota en estos primeros meses del año, por ejemplo, en el mercado laboral. Este mes de marzo la cifra de trabajadores que cotizan en la Seguridad Social rompió récords.
Sin embargo, la AIReF avisa de que puede tratarse de un espejismo. ¿Por qué? El ente espera que la mayor parte del crecimiento se quede en el primer semestre del año.
Para la segunda, se espera una mayor ralentización del PIB por las condiciones de financiación más adversas que van a generar las sucesivas subidas de tipos de interés.