Este es el caso de los autónomos. Desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones argumentan que una de las causas por las que las pensiones de este colectivo son tan bajas es por los frecuentes periodos sin cotizar que suceden cuando no tienen actividad. 

Para abordar este problema, el departamento integrará dichos periodos. ¿Cómo se regulará? En el momento en el que se agote la prestación por cese de actividad.

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Cuando esto ocurra, y durante seis meses como máximo, la Seguridad Social cubrirá la cotización de los autónomos que estén en esta situación con la base mínima del Régimen Especial de este colectivo. 

Esto supone que la Administración pública asume el pago de 230 euros al mes por estas situaciones, cubriendo un máximo de 1.380 euros (el equivalente de seis meses en cotizaciones). 

No es la única 'ventaja' para los autónomos. El texto recoge que no tendrán que asumir el pago de la cuota de solidaridad (si están en situación de hacerlo). Se trata de un recargo de cotizaciones que se aplicará sobre los salarios que superen la base máxima de cotización y que podrá llegar a ser del hasta del 7%.

Cabe recordar que, desde el principio, uno de los objetivos de la segunda pata de la reforma de las pensiones ha estado en la mejora de la cobertura de las lagunas de cotización, sobre todo a la hora de abordar la brecha de género. 

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Se cubrirán hasta cinco años de vacío de cotización con el 100% de la base mínima, frente a los cuatro actuales. El sexto y el séptimo año sin cotizar se cubrirán con un 80% de la base mínima, frente al 50% actual. 

Además, se reconocerán como cotizados los tres primeros años de excedencia por cuidado de hijos y familiares. 

Por otro lado, el complemento de la brecha de género se elevará un 10% adicional a su revalorización anual en el bienio 2024-2025.

Además, cabe recordar que se incluye en el sistema de Seguridad Social a los alumnos que realicen prácticas formativas y académicas incluidas en programas de formación.

Alumnos

Se trata de las prácticas realizadas por alumnos universitarios, tanto las dirigidas a la obtención de titulaciones oficiales de grado, máster y doctorado, como las dirigidas a la obtención de un título propio de la universidad, ya sea un máster de formación permanente, un diploma de especialización o un diploma de experto.

También se incluyen las realizadas por alumnos de formación profesional, siempre que las mismas no se presten en el régimen de formación profesional intensiva. A las cuotas a la Seguridad Social por contingencias comunes se les aplicará una reducción del 95%.