Una de esas tres transacciones acaba de cerrarse. Es la de Unaproliva, un laboratorio con sede en Jaén fundado en 1994, considerado de referencia en España para el sector del aceite de oliva y otras grasas vegetales, y además uno de los pocos que cuenta con el reconocimiento del Consejo Oleícola Internacional (COI). Un laboratorio boutique, es decir, hiper especializado.

Las otras dos operaciones se refieren a sociedades extranjeras que también contribuirán a la especialización. Las operaciones se cerrarán previsiblemente antes de agosto, avanza la compañía a EL ESPAÑOL-Invertia y, una vez concluido el proceso, les quedará otro empuje de adquisiciones en 2025, el año en el que culmina el plazo para lograr su gran objetivo, duplicar facturación para sumar 80 millones de euros.

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Con esa idea entró Portobello en el negocio en 2020. De los sevillanos, que entonces tenían un volumen de negocio de unos 40 millones, les atrajo la oportunidad que ofrecían de "consolidar un mercado altamente fragmentado", entre otros aspectos.

Lo están unificando con compras, distribuidas en ocho segmentos: agricultura, alimentación, minería, ciclo del agua, industria, energía, complementos alimenticios y farmacia.

Imagen de los laboratorios. Cedida.

Algunas de las más llamativas han sido Net Pharmalab, con sede en Madrid; MCI Laboratorios, en el sector de dispositivos médicos o Laica, en Guadalajara (México), que permitió la entrada en el sector ambiental de ese país. De hecho, es en América Latina donde están experimentando el mayor crecimiento. 

Aunque el capital aportado por Portobello, 45 millones de euros en total, no ha servido solo para adquisiciones de empresas. También compraron en 2021 unas instalaciones en Coslada, un laboratorio que les permitió entrar en Madrid en alimentos procesados, y están cambiando el software que gestiona todos los laboratorios, un proyecto por valor de 5 millones.

Codorníu, Lidl o Driscoll's

La idea es mejorar la coordinación en su red de veinte laboratorios, que están ya distribuidos en una treintena de países. Con todo, la meta de AGQ, insisten, no es ser uno de los grandes laboratorios de España como SGS, sino que les vean como actores que dan "algo más que un análisis de laboratorio".

"El objetivo es ser muy buenos y tener grandes cuentas", zanjan. En esa cartera, que se compone ya de 12.000 clientes, destacan Driscoll's, el mayor comercializador mundial de frutos rojos, la minera Cobre las Cruces -actualmente en busca de comprador- Carrefour o Lidl. Durante años, además, Codorníu les encargó la nutrición de los viñedos. 

A cada uno ofrece un servicio diferente, desde control de proveedores, sobre todo de perecederos, en el caso de supermercados, a aspectos medioambientales. En esencia, se encargan de ofrecer análisis para el cumplimiento de autorización ambiental, en la mejora o la optimización de sus procesos y en el control de calidad del producto final.

Para este año, la previsión es cerrar con 70 millones de facturación, un 14,7% más que en el ejercicio precedente. Por ahora, plena satisfacción por Portobello, que tiene opción de quedarse dos años más, y no es posible plantear qué pasará después. ¿Otro fondo? No se lo piensan.

También han desechado la salida al mercado continuo que estudiaron antes de la pandemia. Por ahora las cuentas que tienen son suficientes.