España aspira a batir el 6,5% de crecimiento con dudas sobre si saldrá de la lista de países rezagados de la OCDE

España aspira a batir el 6,5% de crecimiento con dudas sobre si saldrá de la lista de países rezagados de la OCDE

Economía

España aspira a batir el 6% de crecimiento con dudas sobre si saldrá de la cola de la OCDE

El rebote económico arrancó en marzo y la mejor coyuntura acompaña a la economía global. El precio de las materias primas amenaza la recuperación.

27 junio, 2021 01:43

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Después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, saliera a anunciar la semana pasada que ve posible mejorar las previsiones de crecimiento para España en 2021, el INE revisó este jueves la caída del PIB en el primer trimestre y mejoró el dato en una tímida décima (al 0,4%).

Este ajuste se hizo al incorporar datos de finales de marzo, mes en el que se podría haber marcado un punto de inflexión económico tras meses de caída o de esquivar 'por los pelos' la recesión. El rebote podría haber comenzado, según se desprende de los indicadores que se van conociendo.

El gasto con tarjeta muestra una reactivación del consumo conforme bajan las restricciones para frenar la pandemia. En tasas interanuales, las compras con este modo de pago se aceleraron un 36% en la segunda semana de junio, según la monitorización de BBVA Research.

La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha anticipado un crecimiento del 1,7% en el segundo trimestre y el Banco de España del 2,2%.

Se trata de una buena noticia para la economía española. En especial, después de que el Gobierno tuviera que revisar a la baja sus previsiones el pasado abril en más de tres puntos, hasta el 6,5% este año, para situarse en un horizonte más cercano al que dibujaban las casas de análisis.

Sin embargo, tras la peor recesión desde la Guerra Civil, el rebote era lógico y lo que preocupa a los economistas en este momento es ver si el crecimiento que ya se ha iniciado y tomará más fuerza en el segundo semestre -si no hay nuevos imprevistos- sea sostenido en el tiempo.

"En este momento, hay muchas incertidumbres sobre si en el tercer trimestre la actividad económica se podrá desarrollar con un nivel de apertura aceptable. Esto es vital para sectores, como el turismo. Si vamos a ese escenario de menores restricciones, con el 70% de la población inmune, hay un componente psicológico que va a jugar a favor del crecimiento económico", explica a este periódico la economista jefe de Singular Bank, Alicia Coronil.

En este contexto, el papel que puede jugar el alto volumen de ahorro embalsado por los hogares en los últimos 15 meses puede ser un revulsivo que permita dar una sorpresa económica.

Sin embargo, más allá del lógico rebote de 2021, la clave será ver lo que ocurra en 2022 y 2023 en términos de crecimiento. Un escenario que estará muy condicionado por las reformas estructurales que acometa -o no- este Gobierno para acceder a las ayudas de la Unión Europea.

Este punto es vital, después de que organismos como el FMI o la OCDE hayan situado a España en la cola de la recuperación económica global, aunque sus estimaciones económicas para este país han ido mejorando en los últimos meses.

Este último organismo ha advertido que la economía española será la segunda de entre todas las economías avanzadas que más años tardará en recuperarse.

"Aunque España crezca por encima del 6%, será difícil que se reduzca esa brecha porque las expectativas económicas de hoy son mejores para todos los países", explica a Invertia la economista senior de Funcas, Mª Jesús Fernández.

Amenaza del petróleo

Esta economista comparte el mayor optimismo económico que hay en este momento frente a meses pasados por los indicadores recientes y por la evolución de la vacuna (que anticipa una recuperación del turismo a finales de este año). Pero también es cauta por la evolución que puedan tener las materias primas y los imprevistos que puedan surgir en las cadenas globales de suministros.

La escalada del precio del petróleo es una gran amenaza para la recuperación económica española, dada la dependencia exterior de nuestro país al crudo. Una incertidumbre que no afecta por igual al resto de economías avanzadas.

En todo caso, desde Funcas, Fernández sí comparte la idea de que esta crisis se ha producido por factores exógenos a la economía y por tanto, conforme se retiren las restricciones sanitarias, será posible que se produzca un fuerte rebote. 

Sin embargo, Coronil y Fernández ponen el foco en lo que pasará una vez que el PIB haya dado ese lógico salto, ya que lo esperado es que el crecimiento se estabilice.

En sus últimas previsiones de crecimiento, el Banco de España adelantó a 2022 el momento en el que España recuperará el nivel de PIB anterior a la crisis. Pero tras augurar (en su escenario central) un crecimiento del 6,2% este año y del 5,8% el próximo, deja ese avance del PIB en el 1,8% en 2023.

Fondos europeos

Para que la economía española no pierda fuelle serán claves las reformas y cómo se utilicen los fondos europeos. Tanto es así que en las proyecciones económicas sobre el impacto de esas ayudas se está viendo que si no van acompañadas de reformas, su capacidad de impulsar el crecimiento será limitada.

Además, hay otra variable que en este momento se escapa del control de los economistas: hasta qué punto la larga duración de esta pandemia ha alterado nuestra forma de vida y por tanto, nuestros hábitos de consumo.

Un ejemplo claro de efecto directo en la economía es el modelo de trabajo híbrido, por el impacto que tiene en los comercios o la hostelería de las zonas de oficinas al menor afluencia de personas, así como en el uso de transporte.

Coronil considera clave que España esté preparada para "acelerar la transición de los sectores más afectados para que sea posible posicionarse en otros sectores nuevos de forma rápida". Y para ello, señala que es imprescindible avanzar en el calendario de reformas y en las políticas activas de empleo.

Los organismos internacionales que están situando a España a la cola de la recuperación económica global también están exigiendo a nuestro país que acometa reformas para no quedarse rezagado.

La caída de la productividad por hora trabajada al -0,6% en el primer trimestre que señala el INE muestra hasta qué punto es urgente escuchar esas voces.