"Un suicidio económico", por parte de la oposición; "Una irresponsabilidad mayúscula", según los empresarios o incluso "un absurdo", en palabras de la propia vicepresidenta tercera Nadia Calviño. Estas expresiones han sido las que han ido calificando estos días el anuncio por parte del Gobierno y EH Bildu de iniciar en plena crisis económica la derogación total o parcial de la reforma laboral y, al parecer, los españoles opinan lo mismo.
Según una encuesta de Sociométrica para El Español, el 51,2% de los españoles opina que la reforma laboral sirvió para sacar a España de la crisis y crear empleo y "no debería tocarse en nada sustancial en un momento tan difícil para la economía".
En una línea mucho más contundente se han sincerado los ciudadanos de centro y ala conservadora, quienes con una apabullante mayoría de más del 90% defienden no tocar la reforma laboral en estos momentos. En concreto, apoyan esta idea los votantes del PP (95,9%) y Vox (93,4%), seguidos de los simpatizantes de Ciudadanos (83,3%).
En el otro extremo se sitúan los ciudadanos encuestados que votan a PSOE y Unidas Podemos, quienes consideran en un 82,7% y un 84,8% respectivamente que "la reforma laboral suprimió derechos adquiridos de los trabajadores y debería derogarse en todo o en gran parte, lo antes posible, para reponer esos derechos".
No obstante, de los votantes de izquierdas, más de un 15% se opone a esta afirmación - PSOE (15,5%) y Unidas Podemos (15,2%)- en alineación con los partidos más conservadores y los empresarios. Y llama la atención que un 27% de los ciudadanos que votan a partidos nacionalistas tampoco apoyan una modificación actual de la reforma.
Reproche enérgico
Así mismo, la citada encuesta ha sacado a la luz un reproche mayor por parte de los ciudadanos, el de que "el PSOE no debería suscribir acuerdos de ningún tipo con Bildu porque es un partido que sigue sin condenar el terrorismo de ETA ni reparar el daño causado a sus víctimas". Una afirmación con la que se muestra de acuerdo el 57% de los españoles encuestados.
De ellos, los propios votantes del PSOE han castigado a su partido mostrándose en contra de este pacto en un 25,5% de los casos, seguidos de los votantes nacionalistas que han apoyado esta afirmación en un 25,3% de los casos y de los ciudadanos afines a Unidas Podemos, mostrándose a favor en un 15,9%.
Por su parte, los votantes de PP y Vox encabezan el liderazgo en rechazo, en un 98,9% y 99,1% de los casos respectivamente y un 94,1% por parte de los del partido naranja.
Cambio de rumbo
Por el momento el anuncio del inicio de la derogación de la reforma laboral -que parecía inminente- ha quedado en el aire a la espera, según la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de que finalice la pandemia.
Un cambio de rumbo que se ha debido, sin duda, a las críticas recibidas por parte del sector empresarial, la oposición y de la ministra de Asuntos Económicos, pero que, no obstante, no ha amilanado al Ejecutivo en insistir en su idea que se aplazan los cambios.
"Tengan claro que este Ministerio va a seguir trabajando. La derogación va a seguir su camino. Pero estamos en una pandemia. Lo haremos en cuanto sea posible”, aseguró Díaz el pasado 25 de mayo durante su comparecencia en la Comisión de Trabajo del Senado.
Estatuto de los trabajadores
Incluso el propio presidente Sánchez, en su alocución de este domingo, ha insistido en la idea de avanzar en los cambios que se necesitan en el mercado de trabajo. Unas modificaciones encaminadas a la elaboración de un Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI, en el que se recojan -entre otras- cuestiones referidas a las subcontratas, pero también a las empresas digitales como Glovo o Deliveroo.
No sólo eso, el propio Sánchez ha asegurado en la rueda de prensa que su objetivo es conseguir que los ERTE tengan una nueva redacción dentro del nuevo marco de relaciones laborales que se establezca en un posible acuerdo con patronal y sindicatos.
Precisamente la recuperación del diálogo social será uno de los grandes temas que tendrá que abordar en las próximas semanas el Ejecutivo. La patronal se levantaba de la mesa tras el acuerdo alcanzado entre el PSOE y EH Bildu; sin embargo, este domingo Sánchez ha asegurado en un corrillo con periodistas en Moncloa que en los próximos días la CEOE volverá a la mesa de negociación.
Por ahora en CEOE guardan silencio, pero el malestar entre los patronos con el Gobierno en las últimas semanas es evidente. No sólo por el famoso comunicado del PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu, también por la forma que ha tenido el Ministerio de Trabajo de negociar algunas cuestiones esenciales durante esta crisis como los ERTE para las empresas afectadas por el Covid-19. Hablan de imposición más que de negociación.
Lo que ocurra en las próximas semanas será clave para determinar el futuro del mercado laboral que habrá en este país y, lo que parece claro es que cualquier cambio en esta materia va a dar mucho que hablar.