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Las empresas españolas toman la delantera en la inversión en tecnologías digitales avanzadas dentro de Europa
España sobresale en la paridad de las directivas de sus empresas, con un 30% de firmas que cuentan con un 40% o más de mujeres en sus equipos.
Más información: Una de cada cuatro empresas españolas ya invierte entre el 9 y el 10% de sus ingresos anuales en innovación
Las empresas españolas se sitúan por encima de la media de la Unión Europea en el uso de tecnologías digitales avanzadas, con un 80% frente al 74% comunitario, de acuerdo con los resultados de una encuesta realizada por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) en la que se analiza el desempeño de 13.000 firmas de todos los estados miembros de la UE, así como algunas de Estados Unidos.
El documento precisa que, del porcentaje total de compañías del país que recurren a estas herramientas, el 23% lo hacen enfocándose en una única tecnología, mientras que el 57% restante distribuye sus esfuerzos entre varias. También, revela que las grandes corporaciones son las que las utilizan en mayor medida frente a las pequeñas y medianas empresas (pymes), en línea con los resultados del resto de regiones analizadas.
Por sectores, el estudio destaca algunos como el de servicios, donde la adopción de estas herramientas es especialmente notable, seguidos de otros como el manufacturero o el relativo a las infraestructuras, todos muy por delante de la construcción, con un grado de adopción notablemente más bajo que el resto.
Además, el informe destaca el compromiso de las empresas españolas con la innovación. Así, el 25% de las firmas consultadas afirman que dedican parte de su inversión a desarrollar o introducir nuevos productos, procesos o servicios, tanto para la firma en sí misma como para el país o la industria en la que operan. Este porcentaje, no obstante, se encuentra ligeramente por debajo del comunitario, que alcanza el 32%.
Dentro de este apartado, las grandes compañías del país son las que dirigen mayores esfuerzos a la disrupción, un 37%, frente al 15% de las pymes.
La presidenta del Grupo BEI, y exvicepresidenta tercera del Gobierno de España, Nadia Calviño, ha destacado el buen hacer de las empresas españolas y su "fuerte compromiso en ámbitos como la transición verde, la mitigación de riesgos climáticos, la igualdad o el uso de tecnologías avanzadas". "Estos resultados reflejan el robusto rendimiento económico y los sólidos fundamentos del país", afirmó Calviño.
Mirada hacia la paridad
Por otro lado, el informe también analiza la composición de las directivas de las empresas españolas para determinar el porcentaje de mujeres que forman parte de ellas. Aquí, España destaca por tener mejores resultados que la media de la UE, ya que un 30% de las firmas analizadas cuenta con un 40% o más de mujeres en sus equipos directivos, frente a casi el 25% comunitario. También, sobresale en el índice de la propiedad de la entidad, dado que cerca de un 15% de las compañías españolas cuentan con la mitad o más de mujeres entre sus propietarias, ligeramente por delante de la UE.
El sector servicios es donde se encuentra un mayor número de empresas con un 40% o más de mujeres en alta dirección, seguido del manufacturero, el relativo a la infraestructura y, por último, el de construcción, donde apenas llegan al 20%. Mientras, en cuanto a las que el 50% o más de sus propietarios son mujeres, lidera el manufacturero, a poca distancia del resto.
La mirada del BEI hacia la paridad en las compañías no es casual, sino que responde a la reciente entrada en vigor de la Gender Balance on Corporate Boards Directive, una directiva comunitaria que persigue una representación más equilibrada entre mujeres y hombres en los consejos de administración de las firmas que operan en la UE.
En concreto, la ley establece que las grandes empresas cotizadas en la UE deben contar con, al menos, un 40% del género infrarrepresentado entre sus directivos no ejecutivos y del 33% entre el total de directivos. En caso de incumplimiento, las firmas se enfrentan a sanciones, que serán definidas por los estados miembros y que pueden llegar incluso a la anulación de nombramientos.
Las disposiciones de la norma parecen ser especialmente complicada de alcanzar en el ámbito digital, donde la brecha de género sigue siendo un problema latente, no solo en la parte directiva, sino en toda la estructura laboral. De momento, los estados miembros tienen hasta el 30 de junio de 2026 para mostrar el cumplimiento de los objetivos dispuestos en ella.