"Lo sabíamos, pero ha sido un mazazo para 300 familias de Barbate que comen de esto". Así ha resumido el armador Tomás Pacheco, de la Cofradía de Pescadores de Barbate, la situación que están viviendo tras el fin del acuerdo de pesca entre la Unión Europea (UE) y Marruecos después de cuatro años en vigor.
Esto supone la suspensión de la actividad de la flota pesquera española y comunitaria durante al menos varios meses en los abundantes caladeros de las aguas del Sáhara Occidental. Los pesqueros españoles son los más perjudicados, sobre todo los buques de Canarias, Andalucía y Galicia.
¿El motivo? La sentencia por la que el Tribunal General de la Unión Europea anuló en septiembre de 2021 este acuerdo comercial por incluir en él estas aguas sin consultar con su población.
No obstante, los pescadores de la zona viven una doble indignación. El Gobierno ha publicado en el BOE ayudas al sector afectado por el final del convenio firmado entre la UE y Marruecos, cofinanciadas entre la Comisión Europea y el Gobierno. Sin embargo, estas están destinadas únicamente a aquellos buques que hayan mantenido actividad continua en el caladero.
Las ayudas ascienden a un total de 302.000 euros y se beneficiarán 11 buques. De este total, 120.000 euros se destinarán a armadores y 182.000 a tripulantes. En total, han sido 21 buques los que han faenado en este caladero entre 2021 y 2023.
Sin embargo, los requisitos para acceder a este montante lo cumplen 11 buques, siete de Canarias y cuatro correspondientes a Andalucía. De ahí que desde la Cofradía de Pescadores de Barbate reclamen "partidas extraordinarias".
La letra pequeña radica en que estas ayudas han sido concedidas a través de la línea "parada temporal" del Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP), con el fin de agilizar su recepción. El problema es que muchos de estos barcos ya han agotado su derecho a recibir fondos de la Unión Europea en las paradas biológicas ya realizadas.
La normativa de este fondo recoge que ningún buque podrá percibir ayudas cofinanciadas por un periodo superior a seis meses dentro del marco de vigencia del plan. La mayoría de los barcos andaluces ya las han agotado. De ahí que se agarren a que haya unas nuevas partidas extraordinarias por esta situación en concreto.
Ante ello, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas, ha asegurado que el Gobierno analizará y tratará de encontrar ayudas para paliar esta situación. Entre ellos podrían verse beneficiados seis de Andalucía, que han faenado más de 20 días entre 2021 y 2023, pero que han percibido ya el tope de ayuda por parada.
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Desde el sector recuerdan que la bajada del número de buques se debe a la falta de rentabilidad en el último ciclo en estas aguas debido a la falta de pescado en el caladero y el elevado precio del combustible.
Mientras tanto, estos pescadores de Barbate, como solución inmediata, pescarán en el caladero del Golfo de Cádiz, para lo que también tienen licencia. "No tenemos otra alternativa". No obstante, el pasado lunes se concentraron en el puerto barbateño solicitando que les dejaran pescar. "Queremos trabajo, no limosnas", rezaba en una de las pancartas.
En campaña electoral
En cualquier caso, tanto el fin del acuerdo entre la UE y Marruecos como la gestión de esas ayudas han entrado en campaña. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha pedido al Gobierno que las adapte a "las peculiaridades y singularidades" de la flota andaluza. Todo ello con el fin de que "no perdamos algo tan tradicional" como es el sector pesquero del Golfo de Cádiz.
La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, también ha lanzado críticas hacia el Ministerio de Agricultura. "No es de recibo que las ayudas que ponen en marcha tengan que ver con las paradas biológicas, cuando saben perfectamente que pescadores andaluces las agotaron en el mes de febrero".
Crespo solicita en concreto que estudien la posibilidad de habilitar las ayudas previstas por el Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura destinadas a las ayudas por causa de fuerza mayor.
Mientras, los barcos de Rusia, China, Japón y Reino Unido podrán seguir faenando en ellas. Una circunstancia que también causa la indignación de estos pescadores andaluces.
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No obstante, el fin de este acuerdo no es el único problema que acecha a la flota andaluza. El alga asiática, la subida del precio de los carburantes o la disminución de especies por el cambio climático se suman a las circunstancias adversas, que impide a muchos barcos salir a faenar y mantener a las familias.
"¿Qué nuevas generaciones se van a arrimar al sector si todo lo que se escucha de los sectores primarios es malo? Sólo el que no tienen más remedio", concluye Tomás Pacheco, quien lamenta que el temporal, en sentido figurado, "viene para quedarse".