El acuerdo de pesca UE-Marruecos expira en julio y sigue en el aire por una sentencia europea

En 2006 la Unión Europea y Marruecos firmaron el acuerdo de colaboración en el sector pesquero, conocido como acuerdo de pesca, y en 2012 un acuerdo de liberalización en materia de productos agrícolas y de pesca. El acuerdo de pesca se ve completado por un protocolo por el que se fijan, entre otras cosas, las posibilidades de pesca, documento que dejará de estar vigente en tres meses. Y ese protocolo es lo que se está negociando actualmente.

El tratado establece las condiciones legales, medioambientales, económicas y sociales para el acceso de los barcos europeos a las aguas marroquíes, así como exigencias para garantizar una pesca sostenible, e incluye el territorio del Sáhara Occidental. 

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Sin embargo, una sentencia de 21 de diciembre de 2016 del Tribunal de Justicia, ante el que se sustanciaba en casación un litigio que enfrentaba al Frente Polisario al Consejo de la Unión Europea y a la Comisión Europea, declaró que debía interpretarse, de conformidad con el Derecho Internacional, que el acuerdo de asociación y el acuerdo de liberalización celebrados entre la Unión Europea y Marruecos no eran aplicables al territorio del Sáhara Occidental. 

Así, en septiembre de 2021, el Tribunal General de la Unión Europea ordenó anular los acuerdos de comercio y pesca suscritos con Marruecos, tal como reclamó el Frente Polisario en los recursos. 

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El tribunal anuló los acuerdos porque implican comercializar con productos del Sáhara Occidental y desplegarían sus efectos sobre un territorio que la comunidad internacional no reconoce como parte de Marruecos.

Polisario, dispuesto a negociar

Actualmente, el acuerdo está pendiente del recurso interpuesto por ese fallo por parte de la Comisión Europea, que se conocerá en diciembre de 2023. Mientras, el tratado se aplica de manera provisional hasta que expire este mes de julio, al cumplir los cuatro años de duración.

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"Confiamos en que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea vuelva a reiterar a finales de este año las decisiones anteriores en las que establece que el Sáhara Occidental y Marruecos son dos territorios distintos y separados y, por lo tanto, los recursos del Sáhara Occidental no pueden ser objeto de ninguna negociación sin contar con el consentimiento del pueblo saharaui expresado a través de su único y legítimo representante, que es el Frente Polisario", asegura en declaraciones a EL ESPAÑOL Abdulah Arabi, representante del Frente Polisario en España. 

Asimismo, el representante en funciones del Frente Polisario en la Unión Europea, Oubi Bachir, considera en una entrevista telefónica con EL ESPAÑOL que "negociar un nuevo protocolo de pesca mientras que hay un recurso en marcha por parte del Consejo y la Comisión, no sería solamente una violación de lo establecido, sino un aventurismo irresponsable, porque muy dentro de poco se va anular por parte de la corte de la Unión Europea. Todo este problema que se ha montado se debe a una posición incorrecta, querer contentar a Marruecos a cualquiera costa".

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El representante del Frente Polisario en Bruselas se muestra seguro de que "tras la próxima decisión de la corte de la Unión Europea y lo que se conocerá de la investigación de Moroccogate, la Unión Europea tendrá que crear una forma nueva de negociación donde incorpore a los saharauis y en la que también podrá participar Marruecos, reuniones a banda de tres".

"Nos duele que los pescadores se encuentran una vez más en un escenario de paro, sabemos que hay muchas familias detrás. Por eso, hemos ofrecido hace muchos años que el Polisario está dispuesto a negociar a que se lleve a cabo este acuerdo en nombre del pueblo saharaui", explica Bachir.

Esta misma postura la reitera Arabi, "esperamos y deseamos que los países miembros de la Unión Europea tengan en cuenta ese mensaje y sepan acatar las decisiones de sus propios tribunales. En eso van a encontrar siempre al Frente Polisario para negociar y para facilitar el disfrute de sus recursos naturales, pero en el marco legal".

Marruecos opta por "otra regla"

Por su parte, Marruecos considera que el Sáhara Occidental es una parte integrante del territorio nacional sobre el que ejerce la plenitud de sus atributos de soberanía como en el resto del territorio nacional. El país magrebí insiste en que cualquier solución a este litigio regional debe basarse en su iniciativa de autonomía. 

Por el momento, no tienen indicios sobre si habrá o no prórroga del acuerdo de pesca, pero se preparan "para cualquier escenario" y se optará por "otra regla" para negociarlo, adelantó Mohamed Sadiki, ministro de Agricultura y Pesca, en un encuentro con la prensa en Rabat en la agencia de noticias marroquí MAP el 5 de abril.

Las reuniones técnicas se celebran de forma continua. De tal manera que "cuando llegue el momento de abrir el tema veremos lo que pasará, pero estamos preparados para cualquier escenario", afirmó el ministro marroquí.

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"El mundo está abierto y el sector pesquero tiene potencial de exportación y de adquisición de valor. Habrá una nueva orientación hacia las nuevas capacidades, y en cuanto a la negociación iremos con otra regla", indicó el ministro marroquí.

La prestación económica que recibe Marruecos a cambio de dejar faenar a algo más de un centenar de barcos ha ido aumentando conforme avanzan los años. Marruecos percibe una media de 50 millones anuales de euros, según contempla el último acuerdo pesquero, vigente desde 2019 hasta 2023, diez millones más que en 2013. El valor total de las oportunidades pesqueras asciende a 208,7 millones de euros para cuatro años (48,1 millones para el primer año, 50,4 millones para el segundo y 55,1 millones para cada uno de los dos últimos).

La UE estudia la finalización del acuerdo

La Unión Europea no prejuzga el resultado del proceso político sobre el estatus final del Sáhara Occidental, y declara su apoyo a los esfuerzos de la ONU en alcanzar una solución política que permita la autodeterminación de la población saharaui.

No obstante, en la anterior renovación del acuerdo, en 2019, antes de someterlo a votación, los eurodiputados rechazaron, por 189 votos frente a 410 y 36 abstenciones, una petición para pedir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea que evalúe su compatibilidad con el Tratado de la Unión Europea.

En el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea del pasado 20 de marzo se abordó la finalización del acuerdo. Los ministros recibieron información sobre el futuro del Protocolo.  

Una fuente europea conocedora de las negociaciones explica a este medio, bajo la condición de anonimato, que el Gobierno de España presiona para que se empiece a negociar un nuevo protocolo, porque sin este no podría aplicarse el acuerdo de pesca, y así permitir que los barcos sigan faenando en las aguas del Sáhara Occidental, mientras se toma la decisión la justicia europea, pero que no han llegado a convencer al Consejo.  

España no quiere interrumpir la actividad

En La Moncloa han anunciado que "el Gobierno apoyará que se tomen medidas para evitar la interrupción de la actividad". España es uno de los países más beneficiados por este acuerdo, ya de las 138 licencias posibles, 93 corresponden a buques españoles, principalmente andaluces, canarios y gallegos.

La mayor parte de los barcos españoles con licencia para faenar en Marruecos se encuentran en Andalucía, con 47 barcos de Barbate, Conil, Algeciras y Tarifa. Le sigue Canarias, con 38, y Galicia, con 7. 

En un encuentro bilateral mantenido por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y su homólogo, Mohamed Sadiki, el 2 de febrero durante la XII Reunión de Alto Nivel (RAN) en Rabat, se abordó también la futura renovación del acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Marruecos.

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Planas declaró que la importancia del pacto "trasciende el ámbito puramente pesquero", pues es un "elemento que forma parte de las seculares buenas relaciones de vecindad que mantienen ambos países", según informaron fuentes de ese ministerio español en un comunicado.

Además, España y Marruecos tienen su propio acuerdo de cooperación sobre pesca marítima, firmado en Rabat el 1 de agosto de 1983, donde se comprometen a desarrollar la cooperación en las aguas bajo jurisdicción marroquí y a adoptar para ello todas las medidas apropiadas.