¿Cómo era la gastronomía de los antiguos romanos? Gracias al estudio de las fuentes y a las investigaciones arqueológicas se conocen cuáles eran los ingredientes básicos de su cocina así como las elaboraciones más típicas que preparaban y consumían.
Al igual que ocurre con los egipcios, se ha obtenido mucha información sobre curiosidades culinarias del Imperio romano. Entre ellas, ¿sabías que usaban flores para aromatizar bebidas y comidas?
El uso de las rosas en el Imperio romano
La cocina fue fruto de diversas influencias, entre ellas, las de otras culturas como la etrusca, la fenicia, la egipcia y, principalmente, la griega. En cualquier caso, como la mayoría de pueblos antiguos, los romanos basaban su alimentación en la agricultura, ganadería y pesca.
Sin embargo, ¿qué otros ingredientes más innovadores utilizaban en sus platos? Entre ellos, cabe hablar de las flores, como las rosas. En consecuencia, resulta llamativo saber que en el Imperio romano, las rosas no solo eran apreciadas por su belleza, como ocurre actualmente, además de por su olor, sino que también se incorporaban en la gastronomía.
En general, cabe destacar que las rosas no sólo tenían un valor por su función decorativa, sino que también pasaron a ser usadas en la gastronomía del Imperio romano por su sabor, aroma y propiedades decorativas. Lógicamente también se utilizaban en la medicina y la perfumería de la época.
Las rosas tenían diversos usos en el Imperio romano, entre ellos, los que se mencionan a continuación:
- Sabor y aroma: Las rosas eran apreciadas por su delicado aroma y sabor floral, que se utilizaban para aromatizar y dar riqueza a una variedad de platos y bebidas. Los pétalos de rosa se añadían a vinos, jarabes, aceites, vinagres y salsas para realzar su sabor y aroma.
- Adornos y decoraciones: Las rosas frescas y sus pétalos se utilizaban como adornos y decoraciones en banquetes y fiestas, donde se valoraba la estética de la presentación de los platos. Las flores podían ser colocadas en jarrones o esparcidas sobre la mesa para añadir un toque de belleza y elegancia.
- Jaleas y mermeladas: En la Antigua Roma se elaboraban jaleas y mermeladas perfumadas con pétalos de rosa, que se consideraban un manjar exquisito y delicado. Estas jaleas y mermeladas se consumían como postre o se servían con quesos y panes.
- Usos medicinales: En la medicina romana, las rosas se utilizaban por sus supuestas propiedades medicinales. Se creía que tenían efectos beneficiosos para la salud, como aliviar el dolor de cabeza, mejorar la digestión y promover la salud de la piel.
- Aromaterapia y perfumería: Además de su uso en la gastronomía y la medicina, las rosas también se utilizaban en la aromaterapia y la perfumería. Los aceites esenciales de rosa se extraían de los pétalos y se utilizaban en la fabricación de perfumes, ungüentos y productos de belleza.
En el Imperio romano no sólo se usaban las rosas para dar sabor o aroma, sino que en ocasiones aromatizaba el agua con otras frutas y flores como la menta y el azahar.
En general, las flores comestibles pueden tener varios usos en la gastronomía y son utilizadas tanto por su aspecto decorativo como por su sabor en diversas preparaciones culinarias. Algunas de las flores comestibles son las flores de lavanda, flores de cebollino, flor de manzano, diente de león, caléndulas, flores de salvia, flores de naranjo (azahar), flores de cilantro, hibisco, flores de albahaca, y como ya se había mencionado anteriormente, las rosas.
Es importante destacar que no todas las flores son comestibles, por lo que es fundamental asegurarse de que las flores utilizadas en la cocina sean seguras para el consumo humano y estén libres de pesticidas u otras sustancias nocivas. Siempre es recomendable utilizar flores comestibles de origen conocido y seguir las recomendaciones de seguridad alimentaria.