En la ribera occidental del Nilo, asociada con la muerte, se encuentra el mundialmente famoso valle de Guiza, donde se localiza la fastuosa necrópolis de Saqqara. Allí los primeros faraones, que vivían en la hoy abandonada Menfis, ciudad que fue capital del Reino Antiguo de Egipto (2686-2181 a.C.), levantaron sus mastabas y templos funerarios para proteger su tránsito hacia el otro mundo, allí donde Osiris pesaría su alma según recoge el Libro de los Muertos. Uno de ellos, el gran Zoser, segundo gobernante de la dinastía III, pasó a la historia por ordenar la construcción de la primera pirámide hace ya más de 4.500 años.
En principio, se trataría de una 'simple' superposición de hasta seis mastabas que le dan su forma escalonada y una altura de 62 metros. Sin embargo, el doctor Xavier Landreu, miembro del Instituto de Investigación Paleotécnico de París y principal autor de un reciente estudio publicado por la revista científica PLOS ONE, plantea que usaron un complejo sistema hidráulico para levantarla.
Su investigación "ha permitido descubrir una presa, una instalación de tratamiento de agua y un ascensor hidráulico, que habrían permitido la construcción de la pirámide escalonada de Saqqara. Este trabajo abre una nueva línea de investigación para la comunidad científica: el uso de la energía hidráulica para construir las pirámides de Egipto", apunta Landreu en su estudio.
¿Un ascensor?
Junto a la pirámide de Zoser se encuentra Gisr el-Mudir, una enigmática estructura de finalidad discutida. Según el último estudio, podría haber funcionado como un "dique de contención" para retener agua y sedimentos de un brazo del Nilo hoy desaparecido y que recientemente ha levantado mucha polémica entre los egiptólogos.
A este dique se sumaría una serie de compartimentos excavados en la arena fuera de la pirámide que facilitarían el depósito de sedimentos según pasaba el agua de un compartimento a otro. De ahí, el agua fluiría hasta 28 metros por debajo de la base la pirámide donde se acumularía y ayudaría a impulsar una suerte de "ascensor hidráulico". "Es realmente una instalación gigantesca y demuestra que el agua era el combustible utilizado para construir la pirámide. El ascensor habría tenido ciclos de llenado y vaciado que permitieron que las piedras subieran hasta el nivel de construcción como si fuera un volcán", informó Landreu al portal LiveScience.
Prioridades
La construcción de las grandes pirámides de Egipto sigue levantando polémica entre expertos y cautivando la imaginación del gran público. Se estima que para construir la del faraón Zoser, objeto del estudio, se necesitaron 330.400 metros cúbicos de piedras y arcillas.
Además de una gran cantidad de albañiles y trabajadores, es conocido que usaron el agua del Nilo para transportar gran parte de los materiales de construcción necesarios. El estudio del Instituto de Investigación Paleotécnico de París, en el que según algunos críticos no han participado arqueólogos ni egiptólogos va más allá. La supuesta presa de Gisr el-Mudir se habría extendido por 2 kilómetros de largo y tendría paredes de 15 metros de ancho.
Sin embargo, para conocer mejor la tecnología e infraestructura hidráulica propuesta por los investigadores consideran prioritario "realizar muestreos y análisis geológicos tanto dentro como fuera de la fosa de sedimentos" y, de paso, conocer su datación cronológica.
En otra de las llamativas hipótesis que defienden en el artículo, los autores dudan de que la pirámide escalonada de Saqqara fuera utilizada como lugar de enterramiento: "las paredes de las cámaras de las pirámides [de las dinastías III y IV] no muestran jeroglíficos, pinturas, grabados o dibujos que nos permitiría clasificarlos con certeza como de uso funerario", cierran los investigadores.