Varias excavaciones realizadas por un equipo de voluntarios en el estado alemán de Mecklemburgo-Pomerania Occidental han sacado a la luz una serie de impresionantes descubrimientos que van desde espadas de la Edad del Bronce hasta un tesoro fechado a mediados del siglo XI que escondía joyas y monedas de plata, además de unas pequeñas reliquias cristianas. Los hallazgos los dio a conocer la semana pasada la Oficina Estatal de Cultura y Conservación de Monumentos de la región.
Cerca de la localidad de Mirow, en el distrito de los Lagos de Mecklemburgo, los voluntarios encontraron siete espadas de bronce datadas hacia el año 1000 a.C., algunas de las cuales estaban ricamente decoradas. Según el arqueólogo del estado Detlef Jantzen, estas armas probablemente fueron enterradas como una ofrenda religiosa o simbólica. Algunas se encuentran en buen estado de conservación, pero otras han aparecido rotas, seguramente como consecuencia de algún trabajo agrícola o el dragado de una zanja.
Según los investigadores, varias de estas espadas se forjaron en la región nórdica y fueron grabadas con representaciones estilizadas de barcos y del sol. Uno de los ejemplares, concretamente, muestra una belleza difícil de superar. "Es un tipo muy especial que no se encuentra en esta zona, sino que fue importado y llegaría desde el estuario del Meno o la región del Rin Medio", ha valorado el arqueólogo.
Estos hallazgos no son anómalos en Mecklemburgo-Pomerania Occidental, donde la Edad del Bronce se extendió aproximadamente entre 2000 a.C. y 600 d.C. En este estado se ubica el escenario de la prehistórica batalla del valle del Tollense, un enfrentamiento campal de dimensiones colosales datado en 1250 a.C. y en el que se utilizaron hachas de bronce, garrotes de madera con forma de bate de béisbol, arcos y flechas, lanzas y quizá cuchillos o espadas.
En la isla de Rügen, en el municipio de Lancken-Granitz, el equipo de voluntarios ha descubierto un enorme conjunto de 6.000 monedas de plata del siglo XI que habían sido enterradas en un recipiente de arcilla. El ocultamiento pesaba unos 6,7 kilos, cantidad suficiente para comprar en la época 34 caballos, bueyes o esclavos, según han asegurado los investigadores. "El precio era relativamente el mismo", ha detallado Jantzen, aunque reconociendo que el valor podía variar de una región a otra.
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El conjunto se integra principalmente de monedas procedentes del oeste de Alemania y de la región de la Alta Lusacia, aunque su 10% también lo integran acuñaciones de Inglaterra, Dinamarca, Bohemia y Hungría, lo que evidencia la red comercial desarrollada en la época. Se trata del mayor tesoro de monedas de plata hallado en la historia del estado alemán.
Por último, en el distrito de los Lagos de Mecklemburgo se ha registrado otro inusual descubrimiento: una serie de recipientes de unos 900 años de antigüedad en los que se escondieron alrededor de 1.700 monedas, collares -uno de ellos de perlas formado con cuentas de oro, cristal y cornalina- y anillos y otros objetos con forma de cruz que han sido interpretados por los investigadores como una evidencia de la presencia de la fe cristiana en una región de Europa en la que todavía se practicaban otras creencias.