Göebekli Tepe, uno de los yacimientos más fascinantes del mundo, sigue desvelando impresionantes sorpresas. El santuario prehistórico, una serie de construcciones megalíticas circulares y rectangulares levantadas hace unos 11.000 años por grupos de cazadores-recolectores y relacionadas con la celebración de complejas ceremonias y rituales prehistóricos, se sitúa en la actual Turquía, en lo que antaño fue el sureste de Anatolia, en lo alto del monte Germus
Un nuevo proyecto de investigación en este sitio, bautizado como "el punto cero de la historia", una estatua de tamaño natural de un jabalí elaborada con piedra caliza y que aún conserva pigmentos de sus colores originales como el rojo, el blanco y el negro. Según han explicado los arqueólogos del Ministerio de Cultura y Turismo de Turquía, podría tratarse de la primera estatua pintada de la historia documentada hasta el día de hoy. La pieza fue hallada sobre un pedestal decorado con un símbolo en forma de "H", una medialuna, dos serpientes y tres rostros o máscaras humanas.
En el enigmático Göebekli Tepe, los característicos recintos poseen altos pilares en forma de T con animales salvajes esculpidos -se han documentado más de 250- que brindan una idea de la cosmovisión y las creencias de los pobladores de la Alta Mesopotamia hace unos 11.500 años. Algunos de estos monolitos superaron en su día los cinco metros de altura y pesaban más de cuarenta toneladas. Algunos investigadores han discutido la hipótesis de que se trate exclusivamente de un centro religioso y han apuntado que pudo haber estado habitado.
El Stone Hills Project (Proyecto Colinas de Piedra) no se circunscribe exclusivamente a este lugar, considerado en cualquier caso el primer templo de la historia y estudiado de forma científica desde 1994 por el arqueólogo alemán Klaus Schmidt. En el cercano yacimiento de Karahan Tepe, fechado en la misma época, hacia 9400 a.C., y emplazado en la provincia de Sanliurfa, los arqueólogos han descubierto una estatua realista de 2,3 metros de altura "candidata a ser uno de los ejemplos más impresionantes del arte prehistórico".
La figura, que apareció en el interior de un nicho, presenta un destacado grado de detalle respecto a las facciones del cuerpo humano: se aprecian las costillas, la columna vertebral o los hombros. La primera interpretación es que podría estar evocando a un individuo fallecido. En la misma zona donde se realizó este alucinante hallazgo también ha salido a la luz la escultura de un buitre adosada a una pared y diversas placas de piedra desperdigadas por el suelo.