La Guardia Civil señala a un residente en Melilla como líder de la red que compró drones para Daesh

Se trata de un ciudadano de nacionalidad danesa y de origen marroquí que lleva años residiendo en España. Concretamente, vivió en Melilla desde 2009 y en 2013 ya figura como empadronado en la ciudad autónoma.

Todo ello consta en un informe que avanza EL ESPAÑOL, fechado el pasado 12 de julio y que ya ha sido enviado al Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, que investiga a El Mahdaoui.

Concretamente, el documento le define como el "artífice de una trama de empresas ficticias creadas con el objetivo de apoyar a organizaciones terroristas con el fin último de coadyuvar a la yihad global".

Según relata el informe, fue detenido en 2017. Hasta entonces, se encargó también de la "captación" de "individuos proclives a convertirse en muyahidines", que acababan designados como testaferros en varias de las empresas de la trama. El "centro de reclutamiento predilecto" del investigado habría sido la Mezquita As-Salam de Melilla, "debido a su alineamiento con los postulados más rigoristas dentro del Islam".

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Es más, ese "núcleo melillense" se habría convertido en "un caldo de cultivo de potenciales yihadistas". Todo ello, con el objetivo de lograr "la transformación de España y su ordenamiento constitucional en una sociedad musulmana regida únicamente por la sharía [la ley islámica]".

Nacido en 1977 en Nador (Marruecos), la Guardia Civil señala a Mohamed El Mahdaoui como "gestor financiero" de esta red empresarial, que habría recaudado fondos mediante el llamado fraude carrusel del IVA y que tenía ramificaciones en Alemania, Suecia y Bélgica.

Pero, especialmente, aparece vinculada con Dinamarca. Empresas constituidas por Mohamed El Mahdaoui estarían relacionadas con otras mercantiles danesas en la adquisición de piezas de drones que acabaron en manos de los yihadistas del Daesh. El dosier incluye, incluso, la factura de la compra de uno de estos aparatos por parte de la compañía que El Mahdaoui dirigió hasta 2013, antes de que le sustituyese en el cargo su cuñado, que comenzó a residir en Melilla ese mismo año.

"El Mahdaoui habría sido el verdadero ordenante de la compra de piezas de drones y, además, la compra se habría realizado desde Melilla", concluye la Guardia Civil, que señala que el fin dado a estos artilugios sería la comisión de atentados y actividades militares, como las vigilancias de objetivos.

Fachada de la Audiencia Nacional, en imagen de archivo. EFE

El informe enviado a la Audiencia Nacional resalta que "el investigado logró generar una gran cantidad de fondos económicos que administraba libremente". No obstante, la Guardia Civil aclara que la supuesta defraudación del IVA no pretendía su "lucro personal", sino que este "entramado híbrido-societario" sirvió para financiar la yihad violenta.

Ahora bien, el rol de Mohamed El Mahdaoui no sólo sería ése. Como "líder" y "pieza angular" de la trama, también se habría encargado de gestionar la compra de drones o de piezas de estos aparatos a favor del grupo terrorista Estado Islámico (también llamado Daesh). La información solicitada a las autoridades danesas por la Audiencia Nacional "permite relacionarle" con esta actividad, según subraya la Benemérita.

También se encargó, de acuerdo con este dosier, de "proveer los recursos necesarios" a los radicales que viajaban a Siria y a otras zonas de conflicto para unirse a las filas del Estado Islámico.

Cuando fue detenido en 2017, la Guardia Civil encontró en su domicilio un USB que incluía un listado de pagos a diversas personas. Entre ellas, un yihadista fallecido en Siria en 2015 y "dos implicados en la trama de drones que, desde 2014, venía desarrollando Daesh". Fue entonces cuando la Audiencia Nacional solicitó, a través de una comisión rogatoria internacional, información a las autoridades de Dinamarca.

Ya en el año 2014 se detectó que Estado Islámico había empezado a usar drones domésticos con fines militares y propagandísticos. De hecho, no tardó en tener a un subgrupo especializado en esta tecnología.

Otro de los lápices de memoria encontrados en la vivienda de El Mahdaoui contenía instrucciones para ejecutar la "yihad económica", una doctrina consistente en "ofrecer la inteligencia, habilidad para los negocios, contactos y patrimonio" para sufragar la actividad de los guerreros de Alá. De hecho, la visión más radical del Islam avala el fraude y el engaño, siempre que se cometa contra los llamados infieles.