Pompeyo González, el jubilado burgalés detenido por el envío de seis paquetes explosivos a políticos e instituciones, compró material incendiario y tornillos a través de Amazon.
Así lo desvela un auto fechado este viernes, en el que el juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama ordena ingresarle inmediatamente en prisión provisional. Así lo había solicitado la Fiscalía.
En la misma resolución, el magistrado indica que el jubilado, un nostálgico soviético nacido en 1948 en Burgos, adquirió "un kilo de nitrato potásico puro" y "cable con mecha e interruptores".
[El juez manda a prisión provisional a Pompeyo, el jubilado detenido por enviar las cartas bomba]
Poco después, compró —de nuevo, a través de Amazon— "pegatinas adhesivas, (...) toda clase de tornillería, brocas de precisión y plantillas para dibujar los números y el abecedario".
La Policía Nacional detuvo el pasado miércoles a Pompeyo tras analizar su historial de compras. Los agentes también investigaron la ruta que habían hecho los paquetes explosivos hasta llegar al Ministerio de Defensa o la Embajada de Ucrania en Madrid. Para ello fueron útiles los sellos que llevaban, de una edición conmemorativa bastante particular.
La tipología de los sobres también fue determinante. La Policía solicitó información a la empresa que los había vendido. El 5 de noviembre de 2022, González adquirió 25 envoltorios.
No obstante, las cartas explosivas que los investigadores le atribuyen son sólo seis, las dirigidas al Ministerio de Defensa, al presidente del Gobierno, a la base aérea de Torrejón de Ardoz, a una empresa armamentística en Zaragoza y a las embajadas de Ucrania y Estados Unidos en Madrid.
Huida a Rusia
Tal y como ha publicado EL ESPAÑOL, el jubilado, antes de ser detenido, estaba fabricando nuevos sobres con explosivos en el interior de su casa de Miranda de Ebro.
Asimismo, Calama confirma que existiría riesgo de que Pompeyo abandonase España si no ingresa en prisión. El juez cita en su auto que el detenido usaba aplicaciones rusas de mensajería instantánea y correos electrónicos cifrados.
La "transcendencia de sus violentas acciones como medio de propaganda de la ocupación rusa de Ucrania" podrían "facilitar su huida a territorio ruso" y favorecer que reciba "ayuda" de afines al régimen de Vladímir Putin, señala el magistrado.
Además del riesgo de fuga, debido a los más de 20 años de cárcel que enfrenta, el juez señala que existe peligro de reiteración delictiva. Es decir, de que el investigado volviese a delinquir.
Webs sobre armas
La resolución, fechada este mismo viernes, también revela que Pompeyo González, antes de ser detenido, accedió, desde su teléfono móvil, a webs sobre armas y productos químicos.
"Ello evidencia que el detenido ha estado adquiriendo conocimientos tanto sobre química, a fin de elaborar explosivos mediante la utilización de sustancias fácilmente adquiribles en el mercado, como en relación con armas", destaca el magistrado.
[El jubilado de las cartas bomba pretendía lanzar con un dron un artefacto de mayor potencia]
"Tales circunstancias objetivan un alto riesgo de reiteración delictiva, que conlleva la necesidad de decretar su prisión provisional, sin perjuicio de que el avance de la instrucción, y particularmente el informe de análisis de las sustancias explosivas utilizadas, aconsejen su modificación", advierte.
Asimismo, tal y como desvela el auto, la Policía recogió restos de ADN de los paquetes bomba y los comparó con los de una bolsa de basura que Pompeyo depositó en la puerta de su casa. El análisis científico arrojó que coincidían "con el perfil genético recogido en los sellos y en las diferentes partes internas de los artefactos explosivos".