"Pa la saca". Así festejó Alberto Luceño, uno de supuestos autores de la estafa al Ayuntamiento de Madrid, las comisiones cobradas por su intermediación en un contrato sanitario del consistorio. Con esta expresión escribió un correo electrónico a su socio, el aristócrata Luis Medina Abascal. Éste le respondió, minutos después, con un: "Bien!!!"
Estos e-mails figuran en el sumario del llamado caso Mascarillas, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. Luceño escribe su correo el 30 de marzo de 2020 al hijo de Naty Abascal con el asunto 2 Transfer.
El día 31 de marzo 2020, menos de 24 horas después, ambos recibieron en sus cuentas bancarias las cantidades de tres millones de euros (Luceño) y casi un millón (Medina). Fueron transferidas desde el banco asiático Maybank.
Este correo electrónico fue aportado por el abogado de Luis Medina el 28 de abril de 2021 a la Fiscalía Anticorrupción, que investigaba desde mediados de 2020 a su cliente por los supuestos delitos de blanqueo de capitales, estafa agravada y falsedad documental.
Según consta en la querella finalmente interpuesta por el Ministerio Público contra Medina y Luceño, ambos intermediarios "inflaron" el precio de tres contratos sanitarios (para guantes, test contra la Covid y mascarillas). Lo hicieron "de común acuerdo y con ánimo de obtener un exagerado e injustificado beneficio económico" y entregaron al consistorio material defectuoso o que no cumplía los estándares acordados.
En total, por todo el encargo, la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid S. A. —participada al 100% por el Ayuntamiento de Madrid— pagó, en la peor etapa de la pandemia de la Covid, casi 11 millones de euros de dinero público.
El aristócrata Luis Medina habría cobrado cerca de 900.000 euros como comisión, a razón de un dólar por cada mascarilla entregada al consistorio. Su socio, en total, unos cuatro millones de euros por los tres contratos. E, incluso, este último habría ocultado a Medina que su comisión era varias veces superior, haciéndole creer que ambos recibirían cantidades idénticas.
Con estas cantidades, los dos empresarios compraron artículos de lujo, como un velero, varios coches, un piso o relojes de marca Rólex. Actualmente, ambos están imputados. El titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, encargado de la investigación, les tomará declaración el próximo día 25.
"Venderé a Colombia, pero..."
Asimismo, el sumario del caso Mascarillas incluye otro correo electrónico; en este caso, entre Luis Medina y Elena Collado, consejera de la funeraria de Madrid, la empresa municipal que realiza el encargo del material sanitario.
"Estoy hablando con la fábrica para cerrar formas de pago. Venderé a Colombia, pero puedo reservar una parte pequeña para vosotros", reza el e-mail enviado por Medina a la funcionaria, quien le había preguntado por "el precio unitario" de los test contra la Covid-19 y el pedido mínimo que el consistorio podría solicitarle.
En su querella, Anticorrupción detalla que "los precios [de venta] los fijó Alberto Luceño y los impuso al Ayuntamiento de Madrid, amparándose en su falsa posición de fabricante y agente exclusivo de la compañía vendedora", una empresa malaya denominada Leno Marketing Sdn Bhd.
"Al hacerlo, ocultó que un elevado porcentaje del precio ofertado —aproximadamente, el 60% en el caso de las mascarillas, el 81% en el caso de los guantes y casi el 71% en el caso de los test— correspondía a comisiones que los querellados iban a percibir", añade el escrito.
Gran parte de los test que recibió el Ayuntamiento eran defectuosos. "Concretamente, de los 250.000, sólo 75.000 tenían un nivel de sensibilidad aceptable (94%). Otros 115.000 tenían un nivel de sensibilidad del 80% y un lote de 60.000 test tenía un nivel de sensibilidad especialmente bajo, del 66,7%", concreta el Ministerio Público.
Incluso, según consta en el sumario, el Ayuntamiento desaconsejó usar estos últimos para realizar pruebas a empleados públicos, dada su escasa calidad. Así se lo explicitó Elena Collado, por WhatsApp, a Alberto Luceño, el 31 de mayo de 2020.
Asimismo, los guantes de látex que el 8 de abril de 2020 recibió el consistorio también eran defectuosos y con condiciones muy distintas a las ofertadas. "De ínfima calidad", precisó la Fiscalía en su querella, interpuesta contra Luis Medina y Luceño la semana pasada.