El juez cita a la empleada de Podemos a quien la ex escolta de Montero señaló como segunda niñera
La antigua guardaespaldas de la hoy ministra señaló que Gara Santana cuidó a los hijos de Montero e Iglesias cuando trabajaba en Prensa del partido.
1 abril, 2022 19:01Noticias relacionadas
El juez Juan José Escalonilla, encargado de investigar el caso Niñera, ha citado a declarar a Gara Santana, la exresponsable de Prensa del partido Podemos y quien, según aseguró la antigua escolta de Irene Montero, se dedicó durante varios meses a cuidar de los hijos de la ministra.
Así consta en un auto, fechado el pasado 31 de marzo y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, en el que el titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid requiere a Podemos para que "identifique a la persona referida" por la exescolta, confirmando si se trata o no de Gara Santana.
"En el año 2018, [esta persona] trabajó en el equipo de prensa de Podemos", refiere el magistrado, en base a la declaración como testigo de la antigua responsable de seguridad de Montero, que citó a "una tal Gara".
Por el momento, el juez no aclara si Santana acudirá como testigo o como imputada; ello "dependerá del origen de sus emolumentos". Es decir, de aclarar si era el partido político o el Congreso de los Diputados el que abonaba su nómina.
Por ello, Escalonilla le exige a la formación que aporte los documentos de contratación de esta empleada, "aclarando (...) si su sueldo le era pagado por dicho partido político o bien por el Congreso". Las dos acusaciones populares —tanto el partido Vox como la Asociación de Juristas Europeos Prolege— habían pedido la citación tras la testifical de M. E. G. J. el pasado 22 de marzo.
"En el supuesto de que en el plazo de cinco días no sea atendido dicho requerimiento, se remitirá oficio a la UDEF [Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional] para que identifique a dicha persona e investigue los extremos anteriores", añade el juez. Una vez sea identificada, por una vía o por otra, "se acuerda tomar declaración a dicha persona identificada como Gara".
En el mismo auto, el juez también ordena a la exescolta de Irene Montero, que declaró como testigo hace dos semanas, que entregue los chats de Telegram "en los que recibía instrucciones, relativos única y exclusivamente al encargo de recoger a la citada persona identificada como Gara".
Según aseguró M. E. G. J. ante el juez, con la obligación de decir la verdad, cuando era escolta de Irene Montero, le encargaron recoger a Santana en el chalé de la hoy ministra, en la localidad de Galapagar (Madrid), y trasladarla a su vivienda. En estos trayectos, según dijo, fue cuando Gara le trasladó su malestar por encargarse del cuidado de los hijos de Montero.
Asimismo, de acuerdo con el relato de la testigo, la entonces escolta tuvo constancia de que varios miembros del equipo de prensa del que Santana formaba parte se quejaron de que ésta desatendía las responsabilidades de su puesto, dado que tenía que compaginarlas con el cuidado de los menores.
Actualmente, Gara Santana figura como jefa de redacción en La Última Hora Noticias!, la web afín a Podemos en la que el partido arremete contra ciertos jueces, determinados políticos y periodistas críticos con la formación izquierdista, además de loar la gestión de los morados. Dicho diario está dirigido por Dina Bousselham, exasesora de Pablo Iglesias. Además, Santana es pareja de Rafa Mayoral, diputado en el Congreso.
'Caso Niñera'
En el llamado caso Niñera, una de las piezas separadas del caso Neurona, el juez Escalonilla analiza el supuesto uso por parte de la ministra de Igualdad de su asesora Teresa Arévalo —que está imputada—, para ejercer de niñera de una de sus hijas, menor de edad.
El pasado 22 de marzo, la exescolta M. E. G. J. aseguró que era una práctica habitual en Podemos que determinados trabajadores realizasen funciones más allá de las que tenían establecidas. Entre ellas, cuidar los hijos de la hoy ministra.
En enero de 2020, nada más recoger su cartera de Igualdad, Irene Montero firmó un acuerdo extrajudicial con M. E. G. J., que había denunciado meses antes que la usaban para tareas domésticas en el chalé y que prescindieron de ella cuando se negó a cumplir estos recados ajenos a su contrato.