Junqueras recupera el poder en ERC y Puigdemont mantiene su ultimátum: no pactarán con Sánchez hasta que cumpla
- ERC y Junts evitan garantizar la continuidad de la legislatura y dejan en el aire el apoyo a los Presupuestos del Estado para 2025.
- Más información: Oriol Junqueras recupera la presidencia de ERC tras imponerse a Godàs con el 52% de los votos
El exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras logró recuperar este sábado el liderazgo de ERC, con el apoyo del 52% de los militantes, en unas primarias que han puesto en evidencia la profunda división interna de la formación independentista.
Tras su victoria, Junqueras advirtió anoche a Pedro Sánchez que será "imposible" alcanzar nuevos acuerdos con el PSOE, hasta que cumpla los compromisos firmados. Ha dejado así en el aire el apoyo de ERC a los Presupuestos Generales del Estado para 2025 y a los Presupuestos de Salvador Illa en la Generalitat.
El principal compromiso pendiente es el nuevo sistema de financiación, similar al concierto vasco, que permitirá a la Generalitat recaudar el 100% de los impuestos que se pagan en Cataluña. Pero el PSOE aún está lejos de tener garantizados los apoyos necesarios para sacar adelante esta medida en el Congreso de los Diputados.
Los militantes de ERC se han pronunciado el mismo día que Carles Puigdemont redoblaba desde Bruselas su ultimátum al Gobierno de Pedro Sánchez. Ante el Consell Nacional de Junts, Puigdemont aseguró que se siente "engañado" por el PSOE, debido al incumplimiento sistemático de los acuerdos firmados, y volvió a sugerir la posibilidad de romper con el Gobierno de Pedro Sánchez.
"Estamos preparados para asumir los costes personales y políticos de las decisiones que acabemos tomando en los próximos días y semanas", advirtió Puigdemont, quien calificó a Sánchez como "un conspicuo incumplidor".
Puigdemont pronunció estas palabras pocas horas después del fracaso de la última reunión celebrada en Suiza entre Míriam Nogueras, Jordi Turull y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Los emisarios de Puigdemont se negaron a retirar la iniciativa que Junts ha registrado en el Congreso de los Diputados, en la que exigen que Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza.
Aunque hay mucho de escenificación en ambos gestos, tanto ERC como Junts dan una vuelta de tuerca y evitan garantizar la continuidad de la legislatura. Pero la estrategia de marcar distancias con el PSOE les ha dado hasta ahora un resultado muy distinto.
A ERC le debilita su subordinación al PSOE y no logra rentabilizar en las urnas las concesiones que arrancó en los pactos de investidura de Pedro Sánchez y Salvador Illa, como la quita de 15.000 millones de euros de la deuda de la Generalitat (que el Gobierno quiere extender ahora a otras CCAA), el traspaso de las competencias de Rodalies o el cupo catalán.
Por eso, en el proceso de primarias que culminó este sábado, los militantes de ERC pusieron en evidencia la necesidad de imponer un cambio de rumbo en las relaciones con el PSOE.
Desde la Casa de la República de Waterloo, Puigdemont opta por una estrategia mucho más combativa, con la que pretende mantener permanentemente en ascuas al Gobierno: el PSOE no tendrá paz hasta que el propio Carles Puigdemont se beneficie de la ley de amnistía y pueda regresar a Cataluña sin "la amenaza permanente" de ser conducido a prisión, como se lamentó este sábado.
ERC se enfrenta ahora a la encrucijada de reconducir las relaciones con el PSOE, para frenar su declive en las urnas: en las elecciones catalanas del 12-M, los republicanos perdieron 13 escaños en el Parlament y se hundieron hasta el 13,6% del voto, tras la etapa de Pere Aragonès al frente de la Generalitat.
Junqueras ha derrotado en las primarias de ERC al líder de la corriente Nova Esquerra Nacional, el sociólogo Xavier Godàs (que ha obtenido el 42% del voto), quien contaba con el respaldo de Marta Rovira y Pere Aragonès. Son los tres perdedores de la jornada.
Rovira pilotó de forma interina ERC desde el pasado mes de junio (cuando Junqueras dio un paso atrás y evitó implicarse en las negociaciones para la investidura de Salvador Illa) y finalmente ha decidido fijar su residencia en Suiza, pese a que ya no tiene cuentas pendientes con la Justicia.
Durante uno de los debates de las primarias, Godàs reprochó a Junqueras que su gestión del referéndum del 1-O desde la Generalitat fuera un salto al vacío porque "no había pista de aterrizaje": es decir, no se habían creado las "estructuras de Estado" necesarias para que la declaración de independencia fuera viable.
En la nueva ejecutiva de ERC, Junqueras tendrá ahora como secretaria general a Elisenda Alamany, actual portavoz del partido en el Ayuntamiento de Barcelona.
Oriol Junqueras (55 años) ya ocupó la presidencia de ERC entre 2011 y junio del año pasado, y fue uno de los principales impulsores del procés como vicepresidente de la Generalitat.
Tras ser condenado a 13 años de prisión por los delitos de sedición y malversación, cumplió tres años y ocho meses en prisión antes de ser parcialmente indultado. El Tribunal Supremo ha determinado que no se puede aplicar la ley de amnistía al delito de malversación por el que fue condenado, lo que mantiene a Junqueras inhabilitado para ejercer cargos públicos hasta 2031.
En la pasada legislatura, con Junqueras como presidente, ERC fue un socio fiable del PSOE en la mayoría de los trámites parlamentarios, con sonadas excepciones como la reforma de la ley mordaza (que entonces quedó frustrada, y ha retomado ahora el bloque de investidura) o la reforma laboral de Yolanda Díaz (que salió adelante in extremis gracias al televoto del diputado del PP Alberto Casero).
Los republicanos lograron concesiones del Gobierno como los indultos, la derogación del delito de sedición y la modificación del delito de malversación para rebajar ciertas penas, con el fin de beneficiar a los encausados del procés.
Collboni también espera
La complicidad entre ERC y el PSOE, tanto a nivel nacional como en Cataluña, ha permitido a Junts abanderar el relato de que sólo los exconvergentes son inflexibles y desafiantes con los partidos de Estado. Por el contrario, ERC queda desdibujado en algunos sectores radicales del independentismo que piden más contundencia.
La renovación de la ejecutiva de ERC también va a tener consecuencias a nivel municipal, ya que el partido independentista ha de decidir si entra a formar parte del equipo de gobierno del socialista Jaume Collboni en el Ayuntamiento de Barcelona.
Mientras Godàs era claramente partidario a un pacto para entrar en el Ayuntamiento, Junqueras ha evitado posicionarse durante toda la campaña para "no imponer" su postura a las bases.