Sánchez se libra de acudir al Congreso por Venezuela y la crisis migratoria: el PNV descarta apoyar al PP
La vuelta a la actividad en la Cámara Baja destapa la debilidad parlamentaria del Gobierno: Junts apoya varias peticiones de comparecencia del PP.
27 agosto, 2024 14:19Vuelta a la actividad en el Congreso de los Diputados. Este martes, desde las once de la mañana, se ha reunido en la Carrera de San Jerónimo la Diputación Permanente. En el orden del día: diez peticiones de comparecencia registradas a lo largo del verano por el Partido Popular.
Entre ellas, tres dirigidas directamente al presidente del Gobierno, para que explique ante el Pleno -de manera inminente y extraordinaria- la gestión de la crisis migratoria en Ceuta y Canarias, la postura de España sobre el fraude electoral en Venezuela y la segunda fuga de Carles Puigdemont de la Justicia.
Por los pelos, el Grupo Popular no ha logrado un arranque triunfal del curso político en las Cortes. El PNV ha rechazado apoyar todas las solicitudes para que Pedro Sánchez acuda a la Cámara Baja. Su voto era clave, ya que en la votación de hoy el Grupo Mixto -que tiene en su mano el desempate- ha estado representado por Podemos, que también ha eludido asestarle un golpe al jefe del Ejecutivo.
Además, el PP ha vuelto a romper la llamada "mayoría de investidura" al recabar el apoyo de Junts para varias peticiones de comparecencia, lo que vuelve a poner de manifiesto la debilidad parlamentaria del Gobierno. La formación independentista ha decidido apoyar una de las tres iniciativas del PP para que Sánchez comparezca: la relativa a la llegada de migrantes a nuestras fronteras.
Otro punto que ha respaldado Junts ha sido el requerimiento de los populares para que María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno y responsable de Hacienda, desgrane en el Hemiciclo el cupo catalán acordado entre el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa.
Durante la sesión parlamentaria, el portavoz de los populares en el Congreso, Miguel Tellado, ha afeado la negativa de los nacionalistas vascos a respaldar sus iniciativas. Especialmente, la relacionada con Venezuela: "Dicen que están comprometidos con la causa de Venezuela por la libertad, explíquenles a sus votantes por qué hoy no van a apoyar nuestra petición de que Sánchez explique la postura de España con respecto a lo que está sucediendo en Venezuela".
El portavoz popular, además, ha atizado con dureza al Ejecutivo por su "tibieza con el régimen chavista" y el "silencio atronador" de Sánchez. "¿Tienen algo que ver con las maletas de Delcy Rodríguez? ¿Con los intereses económicos de Zapatero? ¿Con la cercanía ideológica?", se ha preguntado.
Desde la izquierda, entretanto, el PSOE ha recriminado a los populares seguir una estrategia que "no ayuda a Venezuela ni a su democracia". El diputado socialista Sergio Gutiérrez, ha recalcado que "la voluntad del pueblo venezolano, expresada en las urnas, debe ser respetada". Y que "ningún país, ni la UE, ni España, reconocerá resultados sin actas verificadas".
Por lo demás, el Congreso ha debatido peticiones del PP para que comparezcan: el ministro de Transportes, Óscar Puente, por el caos ferroviario; la ministra de Igualdad, Ana Redondo, por los efectos de la Ley Trans; y los presidentes de RTVE y EFE, por el "sesgo partidista" y la "falta de neutralidad" de estos medios "en el seguimiento de las elecciones en Venezuela".
La tónica de la sesión ha sido la habitual: con los partidos de la oposición y del Gobierno tirándose los trastos a la cabeza.
Fuera de la Cámara, la declaración más destacada ha llegado desde lejos. En Barcelona, Miriam Nogueras, portavoz de Junts, ha clamado contra el PSOE y ERC por el cupo catalán: "Llevamos tres semanas escuchando a ERC diciendo que se ha aprobado un concierto económico y al PSOE diciendo que no. Queremos que Montero nos explique qué es lo que se ha aprobado".
Tanto las palabras de Nogueras en la capital catalana como la votación de su grupo en el Congreso constatan el enfado del partido de Puigdemont con el Ejecutivo. Factor decisivo en la vuelta a la actividad política. La posición de Junts amenaza con dejar en punto muerto una legislatura ya de por sí maltrecha desde que echó a andar hace poco más de un año.