Zapatero sigue en silencio 15 días después de las elecciones en Venezuela: el PP redobla la ofensiva
Los populares han solicitado que el expresidente comparezca en el Parlamento Europeo y en el Congreso para que esclarezca su relación con el régimen de Maduro.
La comunidad internacional esperaba con ansia el domingo 28 los resultados electorales en Venezuela. El cierre de los centros electorales estuvo seguido de la publicación de un sondeo a pie de urna que corroboraba las encuestas realizadas previas: la victoria del opositor Edmundo González por más de 20 puntos de diferencia. Sin embargo, los resultados oficiales publicados bastantes horas después despertaron medias sonrisas entre la incredulidad y la indignación, cuando el régimen de Maduro anunciaba su reelección con un 51% de los sufragios.
Estados, líderes mundiales y partidos políticos de todo el mundo se apresuraron a reclamar las actas electorales, en apoyo de la oposición de Venezuela. Incluso afines a Nicolás Maduro, como el presidente chileno Gabriel Boric, rechazaron los resultados ("No tengo duda de que el Gobierno de Maduro ha intentado cometer fraude"). Por eso retumba el atronador silencio del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, quien no se ha pronunciado en las dos semanas transcurridas desde las elecciones.
En el ámbito del parlamento nacional, el PP presentó una proposición no de ley en las Cortes en la que instaban al Gobierno a censurar a Zapatero por "blanquear" la "dictadura" de Maduro con su mutismo. A ella se suma la presentada por Vox para reclamar al Gobierno que condene "el fraude electoral" en los comicios y que repruebe al expresidente socialista por "apoyar a un régimen que viola los Derechos Humanos y que comete crímenes de lesa humanidad".
Además, el Partido Popular anunció el mismo lunes postelectoral que solicitaría que Zapatero comparezca en la Comisión de Exteriores del Parlamento Europeo para que "explique cómo ha llegado a la conclusión de que ha ganado Maduro porque los datos no coinciden en absoluto con el conteo de las actas". Prevén presentar la solicitud en dicha comisión a finales de este mes, y calculan que el expresidente podría ser llamado a declarar a finales de septiembre.
Los populares hacen hincapié en que al expresidente sí se le permitiese acceder a observar los comicios presidenciales, al contrario de lo sucedido con la delegación de senadores, diputados y europarlamentarios que envió el PP y a los que no se dejó salir del aeropuerto.
De hecho, antes del viaje, el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, había avisado de que si se les impedía el acceso reclamarían "la presencia del jefe de observadores de Maduro, Rodríguez Zapatero", para que fuese el expresidente quien les explicase "la situación y si está del lado de la pluralidad y la democracia".
En este sentido, el propio González Pons sugirió -sin más detalles- que Zapatero podría tener "un interés económico detrás de su posición, porque otra cosa no tiene ningún sentido", y dijo sentirse "avergonzado" de que el vallisoletano sea expresidente del Gobierno de España: "Su connivencia con una dictadura y con un terrorismo de Estado lo desacredita para ostentar el título de expresidente español", sentenció.
Junto a él, otros líderes del PP han aprovechado los últimos días para poner el foco en el silencio de quien ganase las elecciones en 2004. Es el caso de la eurodiputada y exministra Dolors Montserrat, quien se preguntaba "¿Dónde está Zapatero?", y respondía: "Además de haber sido un presidente nefasto, está demostrando que es un mal demócrata por prestarse a dar cobertura a un régimen autoritario, violento y represivo sin garantías para la oposición y todos los ciudadanos venezolanos".
Solitario silencio
El silencio de Zapatero se aleja de la postura oficial de la Unión Europea, de la Organización de Estados Americanos, de Estados Unidos o del propio Gobierno de España, que reclamó a Maduro en un comunicado conjunto con otros países del continente la publicación de las actas electorales.
Tampoco ha enmudecido su antecesor Felipe González, habitualmente muy crítico con el régimen chavista. González sugirió intentos de manipulación de los sistemas de voto electrónico por parte del Gobierno venezolano, a quien acusó de llevar a cabo una "persecución política" contra la oposición liderada por María Corina Machado y el candidato presidencial Edmundo González Urrutia.
En declaraciones a Europa Press, González agregó que Zapatero presume de conocer "mejor que nadie" lo que pasa en Venezuela y le pide que "por favor lo mantenga dentro de un año, de dos o de tres" y que después no diga "yo de esto no sabía nada", advierte.
Albares, al Senado
El Ejecutivo español no se ha prodigado en declaraciones al respecto de los comicios en Venezuela, más allá del comunicado conjunto. Cuando lo ha hecho ha sido fundamentalmente a través del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien reiteró que el resultado de las elecciones "debe poder verificarse" con total transparencia, llamando a su vez a la calma y al civismo de los actores políticos en el país latinoamericano.
En las jornadas posteriores, el ministro ha conversado con sus homólogos de Brasil, Colombia, México y Chile para tratar la cuestión. "Trabajamos con los países hermanos de América Latina para que el diálogo entre venezolanos permita que se respete la voluntad de los ciudadanos", escribía este domingo en la red social X tras departir con el canciller chileno, Alberto Klaveren.
Estas reuniones se producen apenas unos días antes de que Albares acuda este martes al Senado con relación a los resultados en Venezuela y a la expulsión del país de los representantes del PP que acudieron a Caracas con intención de verificar el proceso electoral.
Albares solicitó en un documento fechado el 31 de julio su comparecencia en la Comisión de Asuntos Iberoamericanos de la Cámara Alta para el 13 de agosto, en agosto, mes inhábil, "para informar sobre la posición del Gobierno respecto al último proceso electoral de Venezuela".
El PP, con su mayoría absoluta en el Senado, ha hecho que esa comparecencia se produzca en la Comisión de Asuntos Exteriores en esa misma fecha para que Albares hable sobre Venezuela.