Puigdemont amenaza a Sánchez: "Hace más ruido por la imputación de su mujer que por la amnistía"
El líder de Junts dice que "los jueces patriotas se mofan de la ley de amnistía", ante la "indolencia" del Gobierno, y anuncia que habrá "consecuencias".
4 agosto, 2024 02:56Carles Puigdemont advirtió este sábado al presidente Pedro Sánchez de que habrá "consecuencias" si es detenido cuando regrese a España, la próxima semana, para asistir a la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat.
Mientras la Ejecutiva del PSC permanecía reunida en Barcelona, para ratificar los pactos de investidura suscritos con ERC y los Comunes, Puigdemont difundía una carta pública en la que anuncia su intención de pasar a la ofensiva: "No se trata de derramar lágrimas, sino de sacar las garras", advierte.
En lo que califica como "un golpe de Estado híbrido", el líder de Junts denuncia en su escrito que "los jueces patriotas" se "mofan de la ley" de amnistía, negándose a aplicarla, ante la "indolencia" del Gobierno.
Y reprocha al presidente Pedro Sánchez que hace "más aspavientos porque un juez imputa a su mujer y la cita a declarar, que cuando el Tribunal Supremo se niega a aplicar la única ley que se ha aprobado esta legislatura (...) Quien piense que esto no tendrá consecuencias, se equivoca", advierte.
El presidente del Parlament, Josep Rull, abrirá el lunes la ronda de contactos con todos los grupos políticos para fijar la fecha del debate de investidura de Salvador Illa, que podría celebrarse el próximo miércoles. Puigdemont reafirma ahora su promesa de regresar a Cataluña para asistir a la sesión.
En su carta reprocha a ERC que su pacto con el PSC acerca el momento de su detención, que presenta como un nuevo episodio de su "confrontación" con el Estado.
Pero también critica que el partido de Marta Rovira vaya a convertir en presidente de la Generalitat a un candidato "españolista", que no tendrá ningún margen para negociar la "resolución del conflicto histórico" de Cataluña.
La amenaza velada que recorre todo su escrito es la posibilidad de que los siete diputados de Junts en el Congreso hagan inviable la legislatura, tumbando con su voto las principales iniciativas del Gobierno de Pedro Sánchez, si ERC hace president a Illa y Puigdemont es detenido.
"Verme esposado ha sido el sueño frustrado de los perseguidores españoles durante siete años", quien recuerda que ya fue detenido en Alemania y en Italia, si bien los jueces de ambos países le dejaron luego en libertad.
Carles Puigdemont afirma que, desde que huyó de España en 2017, el Estado español ha intentado, sin éxito, destruirle: "He sido objeto de muchas campañas de desprestigio y ataques personales sin ningún tipo de consideración", afirma, así como víctima de espionaje y de una incesante persecución judicial.
También recuerda los ataques que recibió cuando aseguro que regresaría a Cataluña si era investido presidente de la Generalitat tras las elecciones autonómicas de diciembre de 2017. No cumplió su promesa, argumenta, porque la Justicia ni siquiera le permitió ejercer el voto telemático.
"Tras conocer el escándalo de las campañas de guerra sucia organizadas por ERC, tengo poca dudas de cómo se alimentó aquella campaña de desprestigio", añade en una acusación apenas velada a sus antiguos socios de gobierno.
Alude a la polémica que ha surgido, después de que saliera a la luz que la campaña de carteles que asociaban a los hermanos Pasqual y Ernest Maragall con el Alzheimer, fue organizada por miembros de ERC. Como el muñeco de Oriol Junqueras que apreció ahorcado en un puente.
Ante su más que probable detención, Carles Puigdemont se reafirma en que la independencia es la única salida para la "supervivencia nacional" de Cataluña. Seguir formando parte de España, alerta, "nos hunde en la decadencia" y "nos liga a un sistema corrupto, asfixiante para las minorías e irreparablemente centralista".
Y para cumplir este objetivo, Puigdemont sigue reivindicando la "vía unilateral". "Tenemos mucha tarea pendiente", señala, "que ninguna prisión ni amenaza nos vuelva a dividir y paralizar".
No sólo Puigdemont, también la Asamblea Nacional Catalana (ANC) se ha mostrado muy crítica con los dirigentes de ERC por respaldar la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat: "La historia les juzgará", advertía el viernes en un comunicado la asociación independentista.
El presidente de la ANC, Lluis Llach, asistió este sábado a una cumbre de las "naciones sin Estado" celebrada en Córcega, que reivindicó la figura de Puigdemont. El acto contó con la presencia de figuras como el ministro de Exteriores de Nueva Caledonia, Mickael Forrest, el diputada de la Asamblea francesa por la Guyana Jean Victor Castor y representantes del País Vasco y la isla de Martinica (que se encuentra bajo jurisdicción francesa).
⬛️⬜️ El president @lluis_llach i la SN @bosch_conxita són a les Jornades Internacionals de Corti, una trobada anual de nacions sense estat que lluiten per la seva sobirania, organitzada per @NAZIONE_.
— Assemblea Nacional Catalana (@assemblea) August 3, 2024
S'hi ha expressat un suport unànime a la llibertat del President Puigdemont pic.twitter.com/zkt0kpsOVU
Mientras tanto, ante la Ejecutiva del PSC, Salvador Illa intentó este sábado sofocar la rebelión de los barones socialistas que rechazan la cesión de la recaudación de todos los impuestos a la Generalitat, uno de los puntos más polémicos de su acuerdo de investidura.
Illa defendió que "Cataluña tiene derecho a una financiación singular" y aseguro que el acuerdo con ERC no se ha fraguado "contra nadie" ni para perjudicar a otras regiones.
A las críticas de barones socialistas como Emiliano García-Page, Javier Lambán o Adrián Barbón (el más próximo de todos ellos a Pedro Sánchez) se ha sumado, por descontado, el PP.
El vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, señaló ayer que la fórmula del concierto económico prometida por Pedro Sánchez a Cataluña "no tiene encaje en la Constitución", que sólo prevé este sistema para el País Vasco y Navarra.
A su juicio, la promesa de Sánchez es una forma de "corrupción política y económica", con la que pretende "comprar el voto" de ERC a la investidura de Illa. Por su parte, la visececretaria el PP Ester Muñoz acusó a Sánchez de entregar, con este acuerdo, "la llave de la financiación a los independentistas, que odian a España".