La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, la semana pasada en la Universidad Complutense.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, la semana pasada en la Universidad Complutense. Sergio Pérez EFE

Política GOBIERNO

Moncloa riñe a Yolanda Díaz por la derogación 'fake' de la Ley Mordaza: 'Va más allá de lo hablado'

Fuentes de los socios parlamentarios inciden en que hace meses que no se reúnen con el Gobierno para negociar cambios en la norma.

17 julio, 2024 02:32

"Ha habido confusión con cómo lo ha expresado Yolanda, pero no hemos pactado nada más que revisar algunos delitos, sin concretar. Esto no se trata de la Ley Mordaza, es regeneración democrática, pero ella ha ido más allá de lo que hablamos". 

Son las palabras con las que fuentes de Moncloa definen el cruce de versiones de este martes, cuando Yolanda Díaz anunció a primera hora de la mañana que había pactado con el PSOE "derogar" la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, conocida popularmente como Ley Mordaza. Pero no fue así.

En realidad, los socios de Gobierno acordaron una pequeña modificación del texto para eliminar la posibilidad de imponer multas de hasta 30.000 euros a periodistas que tomen fotografías a agentes de Policía mientras realizan su trabajo en manifestaciones. De hecho, ni siquiera modifica la ley, mucho menos la elimina.

Es por ello por lo que la derogación fake de Díaz no ha sentado bien en Moncloa, mucho menos tras anunciarla precisamente un día antes de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareciera motu proprio en el Congreso para dar a conocer su Plan de Acción Democrática. El cambio es una de las pocas medidas que ya están concretadas y, a ojos del Gobierno, la declaración de la vicepresidenta ha impedido venderlo como un éxito.

Más que nada, porque la derogación de la Ley Mordaza lleva siendo una reivindicación de la izquierda que se remonta casi diez años en el tiempo, desde que fue aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2015. La reforma anunciada por Díaz, en cambio, sólo retoca su artículo 36, que habla sobre el uso no autorizado de imágenes y datos personales de los agentes de Policía y que, en la práctica, sólo se ha aplicado a periodistas. 

En segundo término, los dos miembros del Gobierno sólo han acordado "a futuro" revisar los delitos de injurias y calumnias. Es decir, la parte de la norma que afecta a la libertad de expresión. Nada más. El resto de cuestiones se irán abordando con los socios de investidura, y en la Moncloa ya asumen que la negociación no será fácil.

De hecho, fuentes de los partidos implicados en la negociación y cuyos votos son necesarios (PNV, EH Bildu, ERC, Junts y Podemos) aseguran a EL ESPAÑOL que hace meses que no se reúnen con el Gobierno para tratar esta ley.  

El alcance de la reforma, por tanto, está muy lejos de ser la "derogación" que había pregonado Díaz. "Va a ser derogada. Acabamos de cerrarlo con el PSOE", había insistido la vicepresidenta.

"Lo que dice Yolanda no tiene sentido, no tiene en la cabeza que hay grupos que no comparten nuestra visión... Aún no se está hablando ni con Bildu ni con ERC", respondían horas más tarde fuentes del Gobierno, riñendo a la vicepresidenta por precipitarse. Precisamente, fueron los desencuentros con los independentistas los que impidieron reformar la ley en la pasada legislatura. 

Díaz también avanzó que el acuerdo también se extiende a "todos los delitos vinculados a las injurias al rey y demás"; además del delito contra los sentimientos religiosos, de escarnio público y el derecho al honor. Este punto, no obstante, no tiene ninguna relación con la Ley Mordaza, sino que requiere de una reforma del Código Penal que Sumar —y antes Unidas Podemos— lleva exigiendo desde 2015. 

"Ni con esas hemos redactado nada todavía", insisten desde la parte socialista del Gobierno. "Dentro de la libertad de expresión hay que revisar tal y como están formulados esos delitos, estamos dispuestos, pero no nos hemos puesto a mirar cada coma. Hace falta tiempo", aseguran.