Antonio Maíllo ha ganado con holgura las primarias a la coordinación federal de Izquierda Unida. El exdirigente andaluz ha recogido el 53,4% de los apoyos, que se traduce en 4463 votos, y queda gran distancia de su principal adversaria, la ministra de Juventud e Infancia Sira Rego, quien ha cosechado el 23,4%, esto es, 1957 votos. Les separan 30 puntos.
Los resultados se han conocido este martes, a media mañana. La votación ha durado seis días, pero el pulso interno entre Maíllo y Rego se inició el 3 de mayo, cuando la ministra presentó su candidatura. Ahora, Maíllo tiene la tarea de dirigir la organización durante los próximos cuatro años.
Por su parte, Álvaro Aguilera, coordinador de IU en Madrid, ha recogido el 14,1% de los votos, y José Antonio García Rubio, el 8,3%. En total, han participado en la elección 8.350 personas, más del 50% del censo.
El nuevo dirigente sucede a Alberto Garzón, y será proclamado coordinador el domingo, en la segunda jornada de la XIII Asamblea Federal de la formación.
Antonio Maíllo ha agradecido su victoria y el apoyo recibido por su candidatura, reivindicando la "vitalidad" de la militancia de Izquierda Unida, y comprometiéndose a trabajar "juntas en los imprescindibles retos que tenemos por delante".
Sira Rego ya ha reconocido la victoria de Maíllo y le ha felicitado a través de X (Twitter), poniéndose a "disposición para la construcción de una organización fuerte y cohesionada".
También Yolanda Díaz, líder de Sumar y prinicipal apoyo de la candidatura de Sira Rego, ha felicitado al exdirigente andalúz en redes sociales.
Nuevo revés para Yolanda
Esta derrota de Sira Rego, ministra de Juventud e Infancia y candidata afín a Yolanda Díaz, es un nuevo revés para la vicepresidenta segunda del Gobierno de Pedro Sánchez, que ahora verá aumentada la pretensión de IU de tener una mayor presencia en el proyecto de Sumar, tal y como reivindica Maíllo. Se libra, eso sí, de posturas más ruptiristas, que amenazaban con quebrar relaciones.
La clave de la estrategia de partido que quiere impulsar Maíllo está relacionada con el nivel de integración en Sumar, la coalición que lidera Yolanda Díaz. Maíllo pretende que IU pase a tener una mayor vinculación a la plataforma, mientras Rego defendía la actual coalición electoral.
Al menos, la estrategia de Maíllo será contraria a la que representaban los candidatos Aguilera y García Rubio, que han quedado en tercer y cuarto lugar. Ellos defendían el rechazo a los pactos con Sumar y, por extensión, con Yolanda Díaz. Maíllo, tal y como ha aclarado en su celebración, apuesta por una integración más completa que la actual en Sumar, aunque el proyecto no atraviese su mejor momento.
De hecho, aunque mantiene su puesto como vicepresidenta segunda del Gobierno y la cartera de Trabajo, Díaz ha obtenido malos resultados en las últimas citas electorales. El 1,9% del voto cosechado por Sumar en Galicia, su tierra, fue el golpe más bajo, quedando sin representación en el Parlamento. En Cataluña, el pasado domingo, la coalición de los Comuns y Sumar recogió tan sólo un 5,82% y seis escaños, dos menos que en la anterior cita.
Con la vista puesta en las elecciones europeas del próximo 9 de junio, las expectativas no son mejores. Sumar quedaría en cuarta posición en relación a los partidos nacionales, con el 2,9%. La única satisfacción sería quedar por encima de Podemos, con Irene Montero como cabeza de lista, que lograría el 2,3%.
La relación con IU
Tras los resultados de las primarias de IU, con la dirección de Maíllo la relación de Sumar con este partido se mantendrá, y de hecho podría aumentar. Nada que contente a Díaz, que prefiere una integración intermedia de IU.
La anterior dirección de Izquierda Unida pospuso su posible ruptura con Yolanda Díaz hasta después del 9 de junio. El partido aprobó a finales de abril aceptar el cuarto puesto de la lista de Sumar para las elecciones europeas que había ofrecido la vicepresidenta segunda del Gobierno.
Varias federaciones como las de Madrid o Valencia habían apostado por la ruptura con Sumar e ir por separado a los comicios del 9 de junio. El malestar se debe a lo que consideraron un desprecio por parte de Díaz a su formación durante el proceso de negociaciones al priorizar a otros partidos como los comunes o Compromís.
Aunque esta postura la compartía la dirección nacional, finalmente, se optó por ir juntos el 9-J, pero con condiciones. IU ya advirtió de que irá a esas elecciones con "una campaña electoral propia" y con "recursos" también de su propia organización.
Así, IU abanderará la vinculación con el grupo de la izquierda europeo y demanda esa visibilidad para hacer campaña propia. Una postura que mantendrá Maíllo, pero, probablemente, no habrá ruptura tras los comicios.