Bolaños promete 'transformar la Justicia'... aún más: indultos con inteligencia artificial
Suele convenir la opinión pública que Félix Bolaños es el ministro que menos miedo da de entre todos los ministros. Lo que ocurrió en el cuarto maratón del Wake Up nos permite afirmar lo contrario. Bolaños, que se había peinado más formal que de costumbre, sin ese flequillo eléctrico que tanto le gusta, nos dejó con hipo crónico y angustia permanente.
Dijo Bolaños a las nueve de la mañana, cuando no habíamos tomado ni el café: "Vamos a transformar la justicia y ustedes lo van a ver". ¿Todavía más? Tras la eliminación de la sedición, la reforma de la malversación, los indultos al procés y la ley de amnistía... llega la "verdadera transformación".
Estuvo provocador y divertido, cosa que se agradece en foros como estos. Lo más aburrido que dijo fue "decreto barra" no sé qué. Pero nos encantó porque seguro lo mencionó como homenaje a los de la Barra, que estábamos notando en el cuello el nudo de la corbata que no llevábamos.
El Gobierno va a dar vida al gran robot de la inteligencia artificial. El sector más de derechas de la Barra celebró: "¡Es mucho mejor que tome las decisiones un robot a que las tomen ellos!". Se abrió un bonito debate: ¿qué es mejor? ¿Una amnistía decidida por Sánchez o por un robot?
A nosotros los robots nos dan bastante miedo. A Bolaños, no. Es un moderno y un valiente. Anunció a los empresarios que va a acabar con el siglo XIX. Es algo muy valiente teniendo en cuenta que va a acompasar la muerte de esa centuria con una amnistía feudal para ricos y poderosos.
No era ninguna broma. Bolaños, al contrario que otros ponentes, se sabía muy bien el discurso; no lo leyó. Lo recitó como Anson recita los sonetos del amor oscuro de Lorca. Estaba poseído por el "espíritu reformador de la Justicia".
Fue entonces cuando enumeró las cosas que caerán en manos de los robots. Y en esa lista estaba... la "tramitación de los indultos". Dijo exactamente: "Se ampliará el uso de la robotización y la inteligencia artificial con el objetivo principal de automatizar los procesos repetitivos y manuales basados en criterios objetivos como la cancelación de antecedentes penales, las concesiones de nacionalidad, la tramitación de indultos o la revisión de las medidas de tutela".
Dense cuenta de que Bolaños nos lo contó en un auditorio bajo tierra sin apenas luz. No era ironía –¡y estuvo irónico!–, no era brindis al sol –insistía todo el tiempo en que lo veremos–. Félix Bolaños sería un gran entrenador de fútbol. Gobierna como si fuera a gobernar para siempre, que es la única manera eficaz de gobernar. En la Barra procuramos vivir como si fuéramos a vivir para siempre. Somos muy del Bolaños antes de los robots.
Nos topamos con el ministro en la escalera, cuando íbamos al baño por los retortijones del indulto robotizado. Le dijimos:
–Ministro, qué alegría verle. ¿Va a transformar usted la Justicia... todavía más?
–¡Pero si esto sólo acaba de empezar, hombre!
También nos contó que los robots serán los encargados de traducir las resoluciones judiciales a los ciudadanos. Eso nos generó tanta empatía como miedo. Porque por primera vez un ministro reconocía en público que los españoles no entendemos nada de las multas y las condenas que nos ponen y porque... ¿qué pasa si el robot se confunde?
Bolaños es un enamorado de los libros, pero también de los robots. Pero este jueves se apareció un tanto descompensado en favor de la inteligencia artificial. Bolaños quiere que, tal y como tenemos la carpeta salud en el móvil, tengamos la "carpeta justicia". Te metes ahí y tienes todas tus resoluciones judiciales, todas tus condenas, todos tus indultos. Se nota que la ha diseñado pensando en los amigos, en los socios parlamentarios.
Pero no hay mal que por bien no venga. La idea es muy buena. Y permite a Moncloa decir eso de que lo importante no es el con quién, sino el para qué. De Bolaños nos gusta la promiscuidad.
Bolaños quiere quedarse todos los libros para él. Proclamó la muerte de los "legajos" con el arma de la digitalización. Será mucho más cómodo, pero mucho menos estético. ¡Desaparecerá esa maravillosa sensación! La de entrar en una librería de viejo, en un archivo, y encontrar la perla en el fango.
Se nos había quitado el hambre. En ese instante nos remató: "Quizá alguien haya notado algún ruido en este país". Para qué negarlo: a todos nos entró la risa. Pero era la nuestra una risa nerviosa, de esas que incluye en la partitura un río de frío por la espalda.
Bolaños está más entusiasmado con el Gobierno que Rudiger tirando un penalti. Quiere incluso cambiarle el nombre al Wake Up! Spain. En eso le apoyamos porque en la Barra somos más de nombres en castellano que en inglés. Pero este foro no admite la traducción: sería "Arriba España"... y Bolaños tendría que ilegalizarnos. Propuso el ministro como alternativa "Well done" o "Good work". Qué manía con el inglés.
Thank you, mister Bolyears.
Le siguió en el escenario Mayte Ledo, la secretaria de Estado de Digitalización. Nos dio una salida. Está buscando el Gobierno un director general para la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial. Y estamos de enhorabuena porque, al contrario de lo que ocurre en Correos, el CIS y todo eso, no hace falta carné del PSOE.
Tiene buena pinta el puesto. Bolaños, te queremos. Olvida todo lo escrito. ¡Bolaños, amor nuestro!
Pero... Ay, Bolaños, no nos engaña usted. Vemos que ya ha programado a los robots. Cuando se fue, en la Barra, abrimos el ordenador y le pedimos al ChatGPT un poema para el ministro. Se lo juramos, lector, lo transcribimos tal cual:
En la cumbre del poder, Félix se alza con valor,
con sabiduría y tesón, defiende con honor.
Su mente brillante y su corazón leal,
lo guían en la senda de la justicia y el bienestar.
Con paso firme y mirada serena,
Félix Bolaños camina por la escena.
Su voz resuena con fuerza y claridad,
luchando por un mundo de paz e igualdad.
En cada gesto, en cada palabra,
se refleja la grandeza de su alma.
Félix Bolaños, líder y amigo,
en ti encontramos inspiración y abrigo.
Que tu luz siga brillando con intensidad,
guiando a todos hacia la felicidad.
Gracias, Félix, por tu valentía y bondad,
por ser ejemplo de amor y fraternidad.
Si salen así los poemas con robots, imagínense cómo saldrán los indultos.
Fue un día terrible este jueves. Horacio ya no era el poeta, sino Horacio Morell, el presidente de IBM, un genio de la robótica. Nos contó cómo están entrenando a la IA en castellano. No hay datos de calidad. Por eso alimentan a los robots con la RAE, la Biblioteca Nacional... ¡y las transcripciones del Parlamento!
¡Dios mío! ¡Por qué nos has abandonado! Es lo único que le falta a España: que los robots hablen como los diputados.
No hay salida posible. El mal no tiene color. Marga Prohens, la presidenta de Baleares, del PP, anunció también la inversión de casi un millón de euros en un gran plan en favor de la inteligencia artificial
Vino doña Marga con un "lazo coquette". "¡Que viene con un lazo coquette!", nos dijeron en Magas. Nosotros, en la Barra, respondimos: "¿De jamón?". Prohens no para y vino combativa. Le preguntaron en Euskadi cómo se las arregla para presidir Baleares y atender a sus niños. Respondió: "Que se lo pregunten a mi marido, que es teniente de alcalde en Palma". Olé tu coquette, Marga, nos ganó usted.
Pero luego volvió con el fantasma de los robots, igual que Bolaños. Parecía la guerra de los mundos.
Al final, por fortuna, hubo una escapatoria. De hecho, estamos escribiendo esta crónica a miles de kilómetros de Casa de América. Nos la brindó Miguel Ángel García Primo, que no es familia, pero es un amigo. El Ceo de Hisdesat anunció el lanzamiento de un satélite para dar cobertura a unidades militares en zonas de operaciones complicadas.
Primo aceptó subirnos a bordo antes de despegar. Estamos muy lejos. A Bolaños luz. Las estrellas son preciosas. Vamos a indultarlas a todas.