Por qué un partido que hace mítines en los lugares de los crímenes de ETA ganará el 21-A según el CIS
EL ESPAÑOL ha consultado a víctimas del terrorismo, políticos y expertos para despejar una incógnita que a muchos les resulta paradójica.
11 abril, 2024 02:38Lunes, 8 de abril. El candidato a lehendakari de Bildu, Pello Otxandiano, celebra un mitin de su partido en el que manda "un abrazo a los presos" de ETA. El acto tiene lugar en un colegio de Andoáin, a sólo 200 metros de donde la banda terrorista asesinó en el año 2000 al periodista e intelectual José Luis López de Lacalle.
La fotografía del cuerpo de Lacalle, cubierto con una manta blanca al lado de su paraguas rojo y su bolsa llena de periódicos, aún perdura para muchos. Para otros, no.
Miércoles, 10 de abril. Apenas dos días después. El CIS de José Félix Tezanos publica la primera gran encuesta que da a Bildu ganador en votos en las elecciones del próximo 21 de abril en País Vasco. La formación liderada por Arnaldo Otegi superaría al PNV y obtendría entre el 34,2% y el 35,1% de los votos.
¿Por qué un partido que hace mitines en los lugares donde ETA mató tiene capacidad para ganar las elecciones del 21-A? EL ESPAÑOL ha consultado a víctimas del terrorismo, políticos y expertos para despejar una incógnita que para muchos es una paradoja.
Falta de memoria
Una de las tesis que más consenso genera entre los consultados es que entre los votantes de Bildu hay muchos jóvenes que no tienen presente la memoria del terrorismo. Un estudio publicado en 2020 sostenía que el 60% de los jóvenes no sabía quién fue Miguel Ángel Blanco.
"Parte de la juventud está olvidando ese pasado", reconoce Jordi Rodríguez Virgili, profesor de Comunicación Política en la Universidad de Navarra. "Ni la recuerdan, ni se la han explicado. Por eso, aunque a Bildu aún le quede un recorrido ético por hacer –la condena sin paliativos del terrorismo– muchos jóvenes no son conscientes de ello", añade.
Algo similar sostiene un alto dirigente del PP que ha pedido permanecer en el anonimato para no interferir en la campaña. "La memoria sobre lo que sucedió no ha sido defendida por los dos grandes partidos, el PP y el PSOE. No ha habido un relato compartido de Estado", señala.
"A ello hay que sumar el cambio generacional que se está viviendo en el País Vasco. Los que tienen 35 años para abajo no vinculan a Bildu con la violencia, no lo tienen pegado a la piel. Eso es un factor relevante que explica que Bildu se esté comiendo al electorado joven", añade.
Según el CIS de Tezanos publicado este miércoles, Bildu es la opción favorita de los jóvenes de 18 a 24 años. El 36,7% de ellos asegura que el 21-A apostará por la formación de Otegi. Le sigue el PNV, muy de lejos, con el 25,2%.
Consuelo Ordóñez, hermana de Gregorio Ordóñez y presidenta de Covite, presta mucha atención al ejercicio de la memoria y desde su fundación publican cada día en redes sociales el aniversario de absolutamente de todas las víctimas de ETA.
"Creo que soy la única que recuerda a las víctimas. No se hace ese ejercicio de manera más institucional. La gente se va enterando por nuestras redes sociales", explica. "A veces publicamos hilos en X (antigua Twitter) que tienen más de un millón de visualizaciones", añade.
"¿Si el 60% de los jóvenes no sabe quién era Miguel Ángel Blanco, que ha sido la víctima más conocida, cómo van a conocer a José Luis López de Lacalle?", reflexiona Mariano Alonso, periodista y coautor de Otegi. La última bala de ETA, que acaba de salir a la calle.
Suelo y políticas sociales
Consuelo Ordóñez insiste en que el fenómeno de Bildu, sin embargo, no es nuevo. "Estos movimientos políticos, se llamen como se llamen, siempre han sido segunda fuerza política en País Vasco. Mate ETA o no mate", reflexiona. "Si ETA duró tantísimos años y se convirtió en la banda terrorista que más duró de la historia, es porque había mucho apoyo social a lo que hacía", añade.
"Ahora, esa masa social vota a partidos cómodos que no les hace reflexionar sobre lo que pasó ni que despierte su pasado. Y eso son lo que ofrecen esos partidos del nacionalismo radical", comenta. "Es más fácil para el ser humano pensar que las víctimas han sido ellos y no que han sido los victimarios. Por eso no les va a pasar factura", apuntala.
Rodríguez Virgili sostiene que, aunque hay jóvenes que desconocen el pasado, Bildu tiene gente que "les vota y que saben lo que están votando y que les siguen votando". "Siempre, tanto Bildu como sus anteriores marcas, han tenido un suelo electoral bastante firme", comenta.
Mariano Alonso señala que "Batasuna tiene una singularidad histórica y, a pesar de haber cambiado de marca con frecuencia, ha podido mantener su identidad y sus resultados". Apunta que, además, "la experiencia histórica demuestra que han tendido a tener mejores resultados cuando ETA no mataba o mataba menos".
Alonso pone de ejemplo las elecciones autonómicas de 1998, en plena tregua, y las de 2001, cuando se rompió la tregua de manera muy violenta. Además, Otegi fue el candidato en ambas. "En el 98, Batasuna tuvo un resultado espectacular para la época, acercándose el 20% del voto y sólo tres años después bajó al 10%", comenta.
"Sobre ese voto están sumando el voto de los jóvenes, el voto que atraen las políticas sociales y ese voto contestatario que antes se llevaban marcas como Podemos o Izquierda Unida, que ahora caen", añade Jordi Rodríguez Virgili.
Aquí hay dos claves. Por un lado, en los últimos años Bildu se ha estado centrando en asuntos como el ecologismo, el feminismo, ha recogido los deberes de movimientos sociales y socioculturales. Eso es algo que "han trabajado muy bien y que les ha funcionado, todo lo relativo a la cultura de la integración", comenta Virgili.
Por otro, la caída de espacios como el de Podemos está llevando ese voto a Bildu. "También funcionan bien en la comunicación electoral. Está dirigida a los jóvenes, es fresca, desenfadada… tiene nuevas formas que no están en los partidos más tradicionales", añade.
Sobre gobernar
"Si a estos elementos unes la situación actual del PNV, todo ello hace que Bildu tenga esa proyección", reflexiona el alto cargo del PP. Según explica, durante años en el País Vasco ETA ha sido el gran tema político. Sin embargo, tras el final de la banda terrorista, la gente se ha empezado a fijar más en la gestión, que tradicionalmente ha copado el PNV.
Eso lleva a los jeltzales a acusar cierto desgaste y permite que Bildu se presente como un partido nuevo. "Ahora se fiscaliza la gestión y, ahí, al PNV le está afectando ser viejo. Se le examina por los servicios públicos y demás, ya no está el paraguas de ETA, que todo lo tapaba", explica.
"País Vasco se homologa a otras sociedades similares en las que los políticos que gobiernan salen desgastados por la mala gestión y los de Bildu, que han tocado poco poder, aparecen como un partido nuevo o joven", añade.
Para Mariano Alonso es "evidente el desgaste del PNV" y sostiene que el PSE, la marca del PSOE en el País Vasco, "no puede recoger la pérdida sustancial de votos del PNV porque también ha gobernado ahí durante mucho tiempo".
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Jordi Rodríguez Virgili opina que, además, donde Bildu sí ha gobernado, "no lo ha hecho mal del todo". "Es verdad que en San Sebastián tuvieron un gran fracaso, pero sí han intentado gestionar bien allí donde han tenido puestos de responsabilidad", explica, lo que hace que no hayan acusado tanto desgaste como otras formaciones.
Bildu, además, tiene una estrategia a largo plazo. Ya lo dijo Arnaldo Otegi al hablar de una "paciencia estratégica" para conseguir la independencia del País Vasco. "Eso hace que trabajen con tranquilidad y no se dejen llevar por el cortoplacismo que tienen otras formaciones, que toman decisiones en torno a ello", apuntala Virgili.
¿Y Sánchez?
Varios de los consultados coinciden en que, desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno, Bildu ha podido vivir un periodo de "blanqueamiento". No sólo por ser un socio legítimo para el Ejecutivo, sino también tras cesiones como la de la Alcaldía de Pamplona. Eso habría servido a la formación para convertirse en un partido progresista más.
"Bildu ha tomado la medida a Sánchez. Durante mucho tiempo, el PNV era el conseguidor de los intereses de los vascos en Madrid. Ahora lo es Bildu. El PNV se ha diluido entre los demás socios de Sánchez", reflexiona el alto cargo del PP.
"Toda esa carga negativa de ser un partido que no ha condenado el terrorismo, que no es una cosa del pasado, ya no la tiene", añade Virgili. "Se les ha dado carta de naturaleza como partido progresista y ahora no se puede hablar de lobos con piel de cordero. Ahí vemos de nuevo el cortoplacismo del que hablábamos antes", apuntala.