Cuando Sánchez visitó a policías heridos y censuró "la violencia" de Tsunami que quiere amnistiar

La acusación de terrorismo que sostiene el magistrado para los grupos independentistas radicales, y que podría poner en jaque la amnistía en determinados supuestos, se basa, entre otras cosas, en los policías heridos durante las protestas que se desencadenaron tras la sentencia del procés. 

En aquel momento, Pedro Sánchez hizo alusión a la "contestación social" de los secesionistas y enfatizó: "La violencia que hemos visto". Fue un 21 de octubre, día en que el presidente del Gobierno viajó a Barcelona para expresar su apoyo a los agentes encargados de preservar el orden. "No estáis solos", les dijo en un encuentro en la Jefatura Superior de Policía de Cataluña en el que también estuvo presente el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Después, Sánchez hizo una ruta por los hospitales donde se encontraban los agentes heridos, algunos de ellos de extrema gravedad. "Es evidente que los radicales y los violentos han decidido que Barcelona sea el teatro de operaciones para trasladar fuera y, también al conjunto de la sociedad española, su contestación, e incluso también a convertirlo en algo mucho más extraordinario de lo que realmente es, que sin duda alguna lo es", remarcó. 

Un lustro después, el jefe del Ejecutivo está dispuesto a borrar los delitos que se cometieron durante los graves altercados que, a ojos del juez de la Audiencia Nacional, representan "acciones de naturaleza terrorista". Así lo reitera en una resolución que trascendió este jueves y que volvió a levantar la polémica, porque abre una vía para dejar sin efecto la última modificación de la Ley de Amnistía. 

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La medida de gracia, finalmente, dará cobertura a los delitos de terrorismo. Se trata de una línea roja que el PSOE ha traspasado para contentar a Junts y ERC, que logran ampliar la amnistía para tratar de garantizar la impunidad de los integrantes de los CDR y Tsunami Democràtic que están siendo investigados. 

A colación de la última cesión de los socialistas a las formaciones independentistas se ha abierto un debate político en España sobre la calificación de los hechos que acontecieron en puntos como el aeropuerto del Prat o la plaza Urquinaona. Para el Gobierno, el símil con el terrorismo es, directamente, inviable. 

"Tenemos que persistir"

"Seamos serios, ¿de verdad alguien cree que es comparable el proceso independentista con el terrorismo que sufrió España durante décadas? ¿De verdad alguien lo cree?", remachó este miércoles el responsable de Presidencia y Justicia del Ejecutivo, Félix Bolaños. 

No obstante, cuando unos trescientos agentes se encontraban hospitalizados como consecuencia de los altercados, fue el propio Sánchez quien denunció la gravedad de los hechos y cerró filas con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. "Muchísima gente está con vosotros. Y es verdad que la crisis no ha acabado, pero tenemos que persistir", afirmó en su visita a Barcelona. 

El presidente del Gobierno, en octubre de 2019, se volcó con los agentes de policía. Además, en reiteradas ocasiones, dio plantón a Quim Torra cuando éste le reclamó una reunión. La condición que le ponía Sánchez al president de la Generalitat para aceptar el encuentro era condenar "rotundamente la violencia". 

Ahora, el juez se basa en las graves lesiones de dos de los policías que acabaron con graves lesiones en disturbios convocados por Tsunami para señalar la posible responsabilidad a Puigdemont, a quien García-Castellón sitúa en el vértice de ese movimiento independentista violento.  

En la resolución conocida ayer, el juez recuerda que "la gravedad" de los altercados y "el notorio interés mediático que motivó la hospitalización de los agentes lesionados", quee incluso llevó "a que el presidente del Gobierno en funciones en aquel momento, acompañado del ministerio del Interior, acudiera al hospital donde permanecían ingresados". 

El magistrado de la Audiencia Nacional sostiene la tesis de que algunos de los hechos de Tsunami podrían encajar en la tipificación del terrorismo recogida en el Convenio Europeo de Derechos Humanos, el límite fijado por PSOE, Junts y ERC para la amnistía. Con esta maniobra, la medida de gracia no libraría del banquillo a los investigados por esta causa. Entre ellos, el expresidente catalán fugado de la Justicia.