Podemos lleva ejecutando desde hace semanas una nueva hoja de ruta que abre la puerta a romper con Sumar y el resto del Gobierno en el futuro, aunque no todavía. Tras el anuncio oficial del nuevo Consejo de Ministros, la formación morada ha tardado menos de cinco minutos en afear los nombres del nuevo Ejecutivo, criticar que se les haya excluido de la toma de decisiones y, de regalo, acusar a "las posiciones más conservadoras" de haber "ganado peso" entre sus filas.
Asó lo han indicado este lunes los dos portavoces nacionales del partido, Pablo Fernández e Isabel Serra, en una rueda de prensa convocada precisamente a la vez que Moncloa daba a conocer los nombres del nuevo Gobierno. En apenas un cuarto de hora le llovió a todo el mundo, pero quienes más recibieron fueron Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, a los que acusó de "echar a Podemos del Gobierno".
Y no sólo eso. Para la formación morada, el hecho de que repitan como ministros dirigentes como Margarita Robles (Defensa) o Fernando Grande-Marlaska (Interior) también supone que "en este Gobierno ganen peso las posiciones más conservadoras", pese a que hasta ayer mismo Podemos compartía Consejo de Ministros con esos mismos dirigentes y hasta el viernes estuvo reclamando un asiento en él.
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"Es lamentable", asegura Fernández, quien dirige sus críticas hacia el Ejecutivo en general pero contra la vicepresidenta segunda en particular. "Su treta se califica sola: fue una maniobra bastante burda", recalca sobre los sucesos del viernes, en los que Díaz ofreció a los morados un asiento en el Consejo de Ministros a cambio de que lo ocupara Nacho Álvarez, militante de Podemos pero muy cercano a la cúpula de Sumar.
Podemos rechazó la manzana envenenada argumentando que "sólo Podemos elige a los ministros de Podemos". Desde el día de las elecciones y el veto de Sumar a Irene Montero, en la formación morada han apostado porque la ya exministra de Igualdad repitiera en el cargo; si no, algunas voces dicen que se hubiesen conformado con un ministerio para la secretaria general, Ione Belarra.
En cualquier caso, nunca iban a tragar con que Nacho Álvarez acabase de ministro. El economista está considerado un traidor desde antes de las elecciones del 23-J, en las que de la noche a la mañana se presentó como portavoz de Sumar apenas una semana después del veto a Irene Montero. Desde entonces, la formación morada empezó un proceso de emancipación para el futuro.
"Nuestros inscritos han avalado y decidido una hoja de ruta que implica reforzar la autonomía de Podemos; y eso es lo que vamos a hacer", ha recalcado Fernández. Esta postura se hará patente en las inminentes negociaciones para los Presupuestos Generales del Estado (PGE), en los que Podemos negociará autónomamente las condiciones de su apoyo como si se tratase de Junts, Bildu, ERC o el PNV.