Feijóo necesitaría arrancar dos de los tres millones de votos que tiene Vox para lograr mayoría absoluta

La última vez que el PP venció en unos comicios con mayoría absoluta fue en 2011, cuando Mariano Rajoy consiguió 186 escaños. La cifra de votos de los populares en aquellas elecciones, 10,8 millones, fue menor que la alcanzada ahora conjuntamente por los de Alberto Núñez Feijóo y Vox en las generales del pasado domingo. La fragmentación del voto en la derecha impidió así gobernar a los populares y dar por cerrada la etapa de Pedro Sánchez al frente del Ejecutivo. 

Si un tercio de los votos de Vox hubieran ido a parar al PP el 23-J, Feijóo habría conseguido 154 escaños y Santiago Abascal 21, según el estudio realizado por SocioMétrica para EL ESPAÑOL. La suma de ambas formaciones entonces hubiera permitido al líder de los populares ser investido presidente con sólo el apoyo del diputado de UPN o de Coalición Canaria.

Votos de Vox que hubiera necesitado el PP para lograr la mayoría absoluta Diseño: Arte EE

Por tanto, el voto útil al que había apelado el PP durante la campaña para vencer a la coalición formada por PSOE, Sumar y los independentistas hubiera surtido efecto. La Ley D'Hondt premia la concentración del voto y castiga la dispersión por los sufragios restantes en las provincias medianas y pequeñas. 

Si el trasvase de apoyos de Vox a Feijóo hubiera superado los dos millones, el PP habría conseguido su tercera mayoría absoluta en la democracia, tras las de Aznar en el 2000 y Rajoy en 2011. Por su parte, Abascal se habría quedado con sólo 8 diputados, aunque la suma con los populares habría ascendido hasta los 182 escaños. La mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados está fijada en 176.

Este escenario habría supuesto para el PP un incremento del 8% en el número de apoyos, llegando así al 41,1%. Desde la llegada de José María Aznar a la presidencia de partido en 1990, los populares habían logrado unificar todo el voto del centroderecha. Sin embargo, la aparición de Ciudadanos primero y después de Vox ha lastrado sus aspiraciones electorales. 

Vox, sólo en 22 circunscripciones

El partido de Santiago Abascal se quedó sin representación en 30 de las 52 circunscripciones, por lo que los votos de Vox en estas provincias se perdieron. Es decir, no se tradujeron en ningún escaño. Sólo con estos restos, el PP habría alcanzado el poder.

Los de Feijóo, en cambio, fueron la lista más votada en 40 circunscripciones y consiguieron un escaño en todas menos Gerona (donde el escrutinio del voto CERA no ha permitido al PP obtener un escaño adicional) y Guipúzcoa. 

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El PP sí ha logrado obtener un escaño adicional, el 137, gracias al voto exterior en Madrid. Como resultado de ello, Pedro Sánchez necesita ahora el sí de todas las fuerzas políticas en el Congreso, a excepción de PP y Vox, para lograr la investidura. Esto implica que ya no le basta la abstención de los siete diputados de Junts: precisa su voto favorable. 

La repetición electoral continúa siendo una opción más que viable en estos momentos, ante los resultados del 23-J. En caso de haber unos nuevos comicios el próximo invierno, el PP tendrá que captar los sufragios de Vox para lograr una mayoría que le permita gobernar. Llegado el caso, el voto útil puede ser crucial para las posibilidades de que Feijóo consiga ser presidente del Gobierno.