El anuncio de que Agustín Santos Maraver (Los Ángeles, 67 años) será el número 2 de Yolanda Díaz en las listas de Sumar en Madrid ha descolocado a buena parte de la coalición electoral. El diplomático es sobre todo conocido por su amplísima trayectoria como embajador (su último puesto fue el de representante de España en la ONU) y sus escarceos en los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, como director de gabinete de Exteriores, y de Felipe González, como asesor en La Moncloa. Lo que no era tan conocido es su recorrido por la extrema izquierda.
A pesar de su historial entre Ejecutivos socialistas, Santos Maraver era bien conocido por su cercanía al trotskismo, sus artículos enaltecedores del procés en Cataluña y su enfebrecida crítica al "régimen del 78" y a la oposición venezolana. En algún caso, hasta ironizaba con "esta monarquía bananera" (en referencia a España) o con que el presidente Pedro Sánchez no es de izquierdas.
"Como ha señalado el presidente del gobierno español Pedro Sánchez, Maduro no es la izquierda, aunque viniendo de él, y visto lo visto, sea un sarcasmo", escribía Santos Maraver. Así se expresó durante años en la revista marxista Sin Permiso bajo el pseudónimo de Gustavo Buster, con el que ha publicado artículos de análisis político hasta hace apenas diez días.
El diplomático ha estado siempre vinculado al exministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos, con quien aún mantiene una excelente relación, pero fuentes conocedoras señalan que sus afinidades políticas siempre se dirigieron más hacia Izquierda Unida, el PCE y otros pequeños partidos de corte marxista. Sus escritos no hacen sino reafirmar la tendencia.
"Durante semanas, mientras el PP quedaba marginado en una derecha extrema propagandística, las tensiones políticas generadas por la inestabilidad estructural y coyuntural del Régimen del 78 han girado entorno [sic] a la estabilidad de la coalición entre el PSOE y Unidas Podemos", escribía en 2021 sobre los límites de la gestión de la democracia.
Defensa del 'procés'
"El referéndum del 1 de octubre, pase lo que pase en los próximos días y semanas, será recordado, y no sólo en Cataluña, como una de las jornadas más espectaculares de lucha pacífica de la población por el derecho a la autodeterminación, y en contrapartida, también como una de las más contundentes represiones de las fuerzas policiales contra los derechos de reunión, expresión y voto".
Así se expresaba Santos Maraver en un artículo confirmado con el economista Daniel Raventós, conocido por su implicación en ATTAC y en Red Renta Básica. Ambos comparten los mismos posicionamientos durante aquella época de crisis, con multitud de referencias sobre el "régimen del 78" y sus "condiciones de represión" contra los independentistas.
"Lo hemos dicho muchas veces en Sin Permiso: un referéndum legal en Cataluña sobre cómo quiere vivir políticamente y cómo quiere relacionarse con los demás Estados sería el final técnico del régimen de 1978. Solamente así puede entenderse la intransigente y violenta oposición del Gobierno y partidos dinásticos a la autodeterminación catalana legal y pactada", reza el documento.
En la página de Sin permiso su nombre también aparece en la lista del comité de redacción, tanto el real como el pseudónimo. Bajo su firma auténtica, el diplomático se centra principalmente en asuntos relacionados con el pueblo saharaui.
Se da la circunstancia de que la número tres en las listas de Sumar es una activista saharaui, Tesh Sid, anticipando que la defensa del Sáhara Occidental frente a Marruecos, que tantos problemas ha acarreado al Gobierno de coalición, será una parte central del mensaje político de Sumar. Tanto la activista como Santos Maraver están por delante de históricos de Unidas Podemos como el líder de Más Madrid, Íñigo Errejón, y la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en las listas de Sumar.
El salto de Santos Maraver a la política se ha entendido, al menos dentro del mundo diplomático, como una decisión lógica de supervivencia. Al filo de cumplir 68 años, el experimentado embajador está a apenas dos de jubilarse de la carrera y, si finalmente consigue el escaño, se garantizaría otros cuatro años de actividad política. Yendo de número 2 de Yolanda Díaz, es casi seguro que lo conseguirá.