Sánchez se empeña en convertir el 28-M en un plebiscito personal contra la opinión de sus barones

El líder socialista ha logrado que los focos se centren en él, mostrando que es muy consciente de que en el 28-M se dirime un paso hacia las generales. También que es sabedor de que las encuestas no le son favorables y, por eso, debe poner toda la carne en el asador.

Por tanto, Sánchez debe desplegar todo el mostrador de propuestas de última hora dirigidas a los electores, aunque eso suponga hacer recaer sobre los candidatos socialistas de comunidades y ayuntamientos el peso de su desgaste.

Además, esos anuncios del presidente coinciden, para contrariedad de algunos cabeza de lista del PSOE, con el interés de candidatos del PP como Isabel Díaz Ayuso para capitalizar el "antisanchismo".

Es habitual que los candidatos diseñen campañas en las que no hay programas electorales cerrados, sino que cada día, en cada acto electoral se anuncie una medida diferente para así mantener la iniciativa y el foco de la campaña.

[La ventaja del PP sobre el PSOE cae a menos de 5 puntos mientras Sumar llega ya al 10%]

Lo hizo con mucha eficacia, por ejemplo, José María Aznar en las generales de 2000, con una campaña basada en propuestas casi diarias para poner en marcha si ganaba las elecciones. Ganó por mayoría absoluta holgada.

Lo que no es tan normal es que un presidente del Gobierno irrumpa en las municipales y autonómicas con propuestas frecuentes que en los siguientes días llegan a la mesa del Consejo de Ministros para su aprobación.

En la precampaña de las generales sólo podrá anunciar medidas para la siguiente legislatura, pero no aprobarlas en Consejo de Ministros porque la ley impide tomar decisiones más allá de la gestión diaria cuando se convocan elecciones.

Lo ha hecho con la vivienda, la formación profesional y el interrail juvenil, entre otros asuntos. Y, según fuentes socialistas, prepara nuevos anuncios para otros asuntos como la sanidad -que ha estado en el centro de la gestión autonómica desde 2019- y, además, ha provocado protestas contra gobiernos de las comunidades.

En función de encuestas

Esa planificación, según esas fuentes, se basa en las encuestas manejadas por el equipo de Sánchez en Moncloa que muestran que, por ejemplo, la vivienda es el principal problema para los españoles, que el PSOE tiene dificultades con el voto de los jóvenes o que necesitan afianzar el voto de sus potenciales electores.

A esta situación extrema hay que añadir el hecho de que los anuncios del presidente, formulados en mítines del PSOE son, en muchos casos, criticados por el socio minoritario del Gobierno, es decir, Podemos. Y lo más curioso es que el partido morado se sienta en los Consejo de Ministros en los que se aprueban esas medidas anunciadas por el líder socialista que objetada.

Es decir, el Gobierno funciona ya de hecho como un Gobierno monocolor, no como un Gobierno de coalición en el que se sientan varios ministros que no están de acuerdo con lo que se aprueba, según explica un ministro socialista.

Es el caso de los avales del ICO para hipotecas de jóvenes, anunciados por Sánchez el domingo en un mitin del PSOE, criticados con dureza en público por la ministra Ione Belarra y que serán aprobados en el Consejo de Ministros. No se conoce la opinión sobre esas medidas de la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz.

De hecho, el anuncio por parte de Sánchez en mítines del PSOE tiene continuidad en reuniones en la Moncloa con responsables del sector, como los promotores inmobiliarios, para que luego comparezca en rueda de prensa la ministra Raquel Sánchez, y que el asunto de la vivienda siga así en el foco informativo.

Algunas de esas medidas, además, son calcadas a las anunciadas hace meses por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. El PP explica que esto desmonta la "machacona crítica de Moncloa sobre la falta de propuestas" del principal partido de la oposición.

La acusación de "plagio" se refiere a los avales del ICO y al interraíl para los jóvenes.