La Ley Trans ya es una realidad desde este jueves y entra en vigor envuelta en polémica. De hecho, en el movimiento feminista no hay la sensación de haber superado un bache, sino la de una fractura persistente por la resaca de la norma y la batalla pendiente para reformar la Ley del sólo sí es sí.
Asociaciones del llamado feminismo clásico van a agitar la calle contra la Ley Trans de cara al 8-M, que se celebra el próximo martes, y el Gobierno sigue enfrentado de momento y sin acuerdo para la modificación de la norma que ha permitido las rebajas de más 600 condenados por delitos sexuales.
Un ejemplo de la tensión es que el Movimiento Feminista de Madrid (MFM), donde está integrada la Alianza contra el borrado de las mujeres dirigida por la exdiputada socialista Ángeles Álvarez, ha convocado una manifestación para el 8-M crítica con los postulados de Unidas Podemos. Estas feministas acusan también al PSOE de haber asumido la Ley Trans.
En el comunicado de la convocatoria, el MFM pide "la dimisión o cese" de la ministra de Igualdad, Irene Montero, por "su pésima gestión en las políticas de igualdad" y la "reprobación" del presidente Pedro Sánchez "por haberla mantenido en el cargo y ser responsable directo de la gestión del Ministerio de Igualdad".
Señala también su oposición frontal a la Ley Trans, a la que achacan el establecer "mordazas de nuevo cuño". La ley establece sanciones por "utilizar o emitir expresiones vejatorias" y algunos colectivos consideran que podría ir contra sus críticas a la norma.
Pero lo más relevante de la ley es que los españoles de más de 16 años podrán cambiar su nombre y su sexo en el Registro Civil sin ningún requisito más que su deseo. Los menores entre 14 y 16 años lo podrán hacer con consentimiento de sus tutores o un juez, y siempre con un juez a los mayores de 12.
Esta llamada autodeterminación de género es otro de los puntos que más fricción ha generado y será contestado desde el feminismo. La asociación de feministas socialistas FeMeS ha organizado este fin de semana su primer congreso. Bajo mesas redondas como la de "Turbulencias Queer", acudirán las exministras de Felipe González Rosa Conde y Matilde Fernández, y la consejera de Estado Amelia Valcárcel, entre otras voces destacadas.
[Las feministas clásicas del PSOE organizan un congreso contra la Ley Trans ante el 8-M]
A todos estos frentes hay que añadir que el próximo martes, un día antes del 8-M, comienza la tramitación parlamentaria de la reforma de la Ley del sólo sí es sí. El Gobierno sigue dividido sin encontrar una forma unitaria de abordar la situación.
Aunque Irene Montero aseguró esta semana que había que dar "una respuesta" a las rebajas a favor de delincuentes sexuales, desde el PSOE no ven voluntad real de llegar a un acuerdo. Fuentes socialistas aseguran que Igualdad "baila" con sus propuestas para "alargar la negociación".
Los socialistas están ahora en conversaciones con el resto de grupos parlamentarios para conseguir apoyos entre otros partidos. El objetivo es evitar la foto con el PP, que se ha ofrecido a cambiar la norma. Hasta el momento, sólo el PNV y PDeCAT han dicho que lo harán, el resto esperan a que PSOE y Podemos lleguen a un acuerdo que es posible que no llegue nunca.