La Ley Trans ya es una realidad en España. El Congreso de los Diputados ha aprobado definitivamente este jueves una de las normas estrella del Ministerio de Igualdad y que había regresado a la Cámara Baja tras una serie de modificaciones menores en el Senado. Ahora sólo falta su publicación en el BOE.
La exvicepresidenta del Gobierno y líder de las feministas clásicas del PSOE Carmen Calvo se ha abstenido durante la votación de las dos enmiendas. La diputada hizo lo mismo en diciembre y fue sancionada con 600 euros.
La división que supone para el feminismo se ha podido palpar tras su aprobación, a las puertas del Congreso, donde han coincidido dos manifestaciones feministas. Una, a favor de la norma y a la que han acudido los representantes políticos, y otra en contra.
Entre las distintas medidas que entrarán en vigor, destaca que se permitirá la autodeterminación de género como único requisito para cambiar el sexo en el Registro Civil a partir de los 16 años. Además, se prohíben las llamadas terapias de conversión.
A partir de ahora, la modificación del sexo legal se realizará en dos fases: primero se rellenará un formulario solicitando el cambio y, en un plazo de tres meses, la persona interesada comparecerá para ratificar su decisión.
La tramitación de la norma ha supuesto un auténtico debate en el seno del movimiento feminista español. Esto se ha visto especialmente en el PSOE, donde confluyen el llamado feminismo clásico y el sector LGTBI más cercano a las tesis de Unidas Podemos.
Las feministas clásicas llevan tiempo denunciando que esta norma contribuye al borrado de las mujeres y que no aporta la seguridad jurídica suficiente para los menores. Además, aseguran que por ello corre el riesgo de ser tumbada por el Tribunal Constitucional al albur de un eventual recurso.
Los socialistas intentaron enmendar la ley, por ejemplo, poniendo coto a la autodeterminación de género en el caso de los menores, para contentar a su sector feminista clásico. Sin embargo, el pulso con Unidas Podemos fue hasta el final y, a riesgo de que cayera, el PSOE acabó transigiendo con las tesis moradas.
[El PSOE consuma la fractura del feminismo al asumir las tesis de Podemos en la Ley Trans]
La ley fue aprobada en el Congreso el pasado 22 de diciembre y fue al Senado, donde se introdujeron pequeñas enmiendas técnicas. Una de ellas implica la eliminación definitiva de la palabra "intragénero", que el borrador de Igualdad sí incluía como tipo de violencia -la sucedida entre parejas del mismo sexo-.
Pero la supresión del término ya se llevó a cabo en el Congreso y sólo quedaba la palabra en un apartado.
El debate en el feminismo, sin embargo, no va a acabar con la aprobación de la norma. Algunas activistas históricas como Ángeles Álvarez han avisado que van a intentar derogar la norma y, en el próximo 8-M, una de las principales asociaciones convocantes tiene como principio luchar "contra el borrado de las mujeres y la idea reaccionaria del cuerpo equivocado".