La proposición del PSOE para reformar la ley del sólo sí es sí se debatirá en el Congreso a las puertas del 8-M. La falta de acuerdo entre los socios de Gobierno, primero, y con ERC y EH Bildu, después, ha frenado la introducción del debate en el Pleno de la próxima semana, como pretendían los socialistas, y extenderá el trámite hasta la víspera del Día Internacional de la Mujer.
El debate será por la vía de urgencia, acortando los plazos al máximo, pero para adelantar el calendario una semana hacía falta unanimidad en la Junta de Portavoces de este martes. ERC y EH Bildu anunciaron que iban a votar en contra, por lo que ya no se preguntó al resto de grupos.
BNG y Más País, no obstante, ya habían avisado de que no iban a forzar la maquinaria parlamentaria a menos que hubiese acuerdo entre el PSOE y el Ministerio de Igualdad. En la misma línea, el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, también ha dicho que su grupo iba a votar en contra, aunque no les llegaron a preguntar.
"Sería bastante marciano tirar hacia adelante sin los creadores de esta ley", reflexionó el portavoz de los republicanos, Gabriel Rufián. "Llamamos a la responsabilidad del PSOE y Unidas Podemos", reclamó por su parte Néstor Rego, del BNG.
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Justo después de la reunión de la Junta el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, reconoció que su partido había pedido la unanimidad para tratarlo en el pleno de la semana que viene, sin éxito. Ha emplazado a los otros grupos a "dar explicaciones" por no tener tanta prisa como ellos.
López ha anunciado entonces que la toma en consideración –es decir, cuando irá a pleno– tendrá lugar el próximo 7 de marzo. El PSOE ha decidido que así sea para trasladar el mensaje de urgencia, aunque ha rechazado que vayan a pedir un pleno extraordinario la semana del 27 de febrero.
Esta idea, la del pleno extraordinario, había cobrado fuerza por la urgencia y porque es un formato que se usó para otras reformas, como la que eliminó el delito de sedición y modificó el de malversación. Sin embargo, fuentes socialistas indican que rechazan esta idea para seguir conversando con sus socios morados.
"Estoy convencido de quien más quiere la ley es el grupo socialista, porque queremos que la gente quiera esta ley que está generando, por los efectos indeseados, un rechazo en una amplia capa social", ha asegurado López.
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Existe la lejana posibilidad de que el Congreso convoque un pleno extraordinario el 28 de febrero, martes, a petición del Gobierno y con unanimidad entre los grupos, pero que de momento está descartada. El portavoz de Más País, Íñigo Errejón, recalcó que "no hay unanimidad" ni siquiera dentro del Consejo de Ministros, por lo que el horizonte sigue siendo lejano para el acuerdo.
El problema añadido al que ahora se enfrentan los socios no es sólo atajar cuanto antes el torrente de rebajas penitenciarias, sino que los plazos parlamentarios no hagan coincidir la aprobación de la reforma con el 8-M, Día Internacional de la Mujer, y que las divisiones políticas no agiten también al movimiento feminista. Ya el año pasado hubo dos manifestaciones enfrentadas, evidenciando que la fractura no era sólo cuestión de siglas de partido.
Fuentes de la Moncloa temen que los tiempos del debate en el Congreso y el Senado sobre el sólo sí es sí se solapen durante el evento. Este sería un extremo perjudicial sobre todo para el PSOE, que a un mes vista ya tiene el ojo puesto en la bomba de relojería que se está preparando desde Igualdad.
Ya durante el pasado 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, varias ministras socialistas marcharon en una manifestación separada en la que se pidió la dimisión de Irene Montero.