El PP cierra los candidatos para las autonómicas y prepara "la gran batalla" para teñir de azul el mapa

Este viernes el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, hizo pública su decisión de disputarle al socialista Javier Lambán la presidencia de Aragón. Con esta confirmación, el PP ha cerrado el nombramiento de todos sus candidatos para las elecciones autonómicas del 28 de mayo y ya se prepara para librar "la gran batalla" con la que buscan teñir de azul el mapa de España. 

Uno de los retos que asumió Feijóo nada más ocupar Génova en el mes de abril era poner orden en todas las directivas regionales del partido. Tras meses de fontanería con el vicesecretario de Organización Territorial, Miguel Tellado, viajando hasta el último punto del territorio español, la maquinaria ya está lista. 

Ahora toca pasar a la acción. Y en la dirección popular anticipan una primera fecha redondeada en el calendario: el domingo 15 de enero. Será entonces cuando arranque de manera oficiosa la campaña electoral para la cita con las urnas del 28 de mayo de 2023. La intención es dar el pistoletazo de salida por todo lo alto. 

[Jorge Azcón hará oficial el viernes su candidatura a disputarle la presidencia de Aragón a Lambán]

Según ha podido saber EL ESPAÑOL, el líder de la formación conservadora se inclina por celebrar ese fin de semana del 15 de enero, una vez dejadas atrás las Navidades, un gran acto en la Comunidad Valenciana que sirva de puesta de largo para todos los aspirantes a las municipales y autonómicas. La intención es unificar al partido y levantar la moral con un mensaje "que sea capaz de ilusionar". 

La elección del lugar no es baladí. De hecho, entraña un gran simbolismo para el PP, ya que la Comunidad Valenciana es, sin duda, la joya de la corona y donde han puesto todas sus esperanzas. "Por población, y porque si el PP tiene potencia de fuego en Andalucía, Madrid, sube en Cataluña y crece en la Comunidad Valenciana, el camino a la Moncloa se allana con contundencia", remarcan en Génova. 

"La madre de las batallas"

Los otros territorios marcados en rojo son Castilla La-Mancha, Extremadura y Aragón. Las encuestas, de momento, anticipan un vuelco en la región aragonesa, y prevén muy reñida la disputa contra Page y Vara. Buena parte de las posibilidades que tengan los candidatos Paco Núñez y María Guardiola dependerán también del resultado de Vox. Aunque todavía es pronto para hablar de pactos de gobierno. 

El equipo de Feijóo ha dado una gran trascendencia a esta cita con las urnas, ya que son el preludio de las elecciones generales que tendrán lugar a final de año. "Aquí arranca la madre de todas las batallas. Se dirime todo lo que pasa en las autonomías, en los municipios y también en España. Van a implicar un cambio de rumbo en diferentes direcciones", resumen fuentes populares. 

Con todos los nombres ya desvelados, las sensaciones por lo pronto son "buenas". Dirigentes del PP remarcan el "hecho de que ningún gobierno del PSOE esté garantizado" como una "perspectiva de que la gente tiene ganas de cambio". Por contra, "nadie duda" de la reelección de los presidentes de Madrid, Murcia y Ceuta: Isabel Díaz Ayuso, Fernando López Miras y Juan Jesús Vivas.

Otra de las peculiaridades de este proceso electoral para el PP es la renovación en sus mandos. Para los candidatos de Extremadura, Asturias, La Rioja, Navarra, Baleares, Canarias, Comunidad Valenciana y Aragón, se trata de la primera oportunidad. Y para los de Cantabria y Castilla-La Mancha, la segunda. 

El presidente del Partido Popular tiene claro que si a la tercera no va la vencida, hay que abrir un proceso de renovación con nuevo equipo que garantice el triunfo. Porque su única preocupación es el buen resultado de sus siglas en cada territorio. Así se lo viene transmitiendo a sus compañeros en las últimas semanas. 

Según reconocen desde el entorno de Feijóo, su principal objetivo para los procesos electorales del próximo año es "reinaugurar el balcón de Génova", que lleva sin utilizarse en unas generales desde la victoria de Rajoy en 2016. Para las municipales y autonómicas la estrategia será clara, plantear la votación como un plebiscito: "Sánchez o nosotros".

Con la última retahíla de escándalos gubernamentales: sedición, malversación, ley del sólo sí es sí o reforma judicial, los populares han vuelto a recobrar aliento en los sondeos. Así lo reflejan algunos estudios demoscópicos internos. "Gobernaríamos con holgura y sacaríamos al PSOE del entorno de 35-40 escaños, con más escaños que la suma de PSOE y Podemos", indican desde la dirección popular.