Los principales dirigentes de Podemos cubrieron de elogios desde el primer día al presidente Pedro Castillo, al que saludaron como la gran esperanza democrática de Perú. Al tiempo que advertían de que los oscuros poderes de la extrema derecha conspiraban para desalojarlo del poder con un golpe de Estado.
Una profecía que se ha cumplido al revés: el golpista era Castillo, el candidato favorito de Podemos.
Cada vez más asediado con los escándalos, y profundamente desconfiado de los medios, Pedro Castillo eligió el pasado mes de febrero el pódcast de Pablo Iglesias, La Base, como uno de los escasos medios a los que ha concedido entrevistas durante su año y medio como presidente de Perú, al que ha puesto fin abruptamente dando un golpe de Estado contra su propio Gobierno.
El fundador e ideólogo de Podemos Juan Carlos Monedero viajó en julio de 2021 para colarse en la ceremonia de investidura de Castillo como presidente del Perú, como una suerte de polizón en la delegación oficial española que encabezaban el Rey Felipe VI y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
Desde Lima, Monedero escribió en Twitter: "Un campesino maestro rural, Pedro Castillo, investido presidente de Perú con un discurso desde abajo, para los de abajo, amable con los débiles y firme con los poderosos. Comienza un Perú soberano. La educación pública declarada en estado de emergencia. ¡Cuánta esperanza!".
Durante su estancia en el país andino, Juan Carlos Monedero concedió una entrevista en la que confesó su miedo a que la ilusionante presidencia de Castillo fuera derribada por un golpe de Estado de la extrema derecha.
"En el momento actual de crisis del modelo neoliberal", explicó Monedero, "el plan b del capitalismo siempre es alguna forma de fascismo, de autoritarismo. Un plan b que si lo ve necesario renuncia a la propia democracia y está dispuesto a dar golpes de Estado que en el siglo XXI no van a ser como en el siglo XX. Van a ser golpes de Estado blandos, con recorrido judicial y mediático".
Monedeo atribuyó esta amenaza a "una derecha que cada vez se parece más a la extrema derecha, que busca desconfiar del resultado electoral, cuestionar la legitimidad del ganador y comenzar una campaña brutal desestabilizadora. No le han dado ni 24 horas a Pedro Castillo", añadió, "para atacarle, debilitarle, deslegitimarle, al precio incluso de intentar desestabilizar el país".
Hace apenas unas horas antes del golpe de Perú, Juan Carlos Monedero volvió a expresar el mismo temor, esta vez desde México: "La extrema derecha es un peligro en América Latina", advirtió, "hay una internacional del odio y de la mentira bien conectada. Un Plan Cóndor 2.0 contra la democracia, al que se le añade a la amenaza clásica del golpismo el lawfare y el acoso mediático".
Tanto ha agitado Podemos el fantasma del golpe de Estado, que al final Pedro Castillo se decidió a darlo contra su propio Gobierno y su partido, Perú Libre: este miércoles ordenaba disolver el Congreso para evitar ser destituido por sus constantes escándalos, decretaba el estado de sitio y anunciaba un Gobierno de emergencia.
Su maniobra sólo ha durado unas horas, ya que ha sido detenido antes de huir del país. Pero Monedero siempre gana: durante su visita a Lima de julio de 2021, se reunió con la entonces vicepresidenta y número 2 de Castillo, Dina Boluarte, quien ahora se ha convertido en la nueva presidenta del país, tras frenar la intentona golpista.
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A pesar de que Monedero no ocupa ningún cargo oficial, ni en el Gobierno ni en el partido, la entonces vicepresidenta otorgó a su encuentro un reconocimiento institucional: "Ha sido gratificante la visita de Juan Carlos Monedero, fundador de Podemos en España. Hemos conversado sobre lo que nuestras organizaciones pueden alcanzar y el futuro del Perú en la escena internacional. ¡Bienvenido!", escribió.
Monedero no fue el único que advertía del riesgo de un posible golpe de Estado, que ha acabado dando el propio Pedro Castillo.
El portavoz de Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, escribió el 7 de junio de 2021, horas después de cerrarse las urnas: "Parece que va a ganar Castillo en Perú. Si finalmente se confirma, esperemos que la (ultra)derecha no intente dar un golpe de Estado como ya hicieron/intentaron en otros países latinoamericanos (y norteamericanos) tras perder las elecciones".
Y el líder de Más País, Íñigo Errejón, saludó al candidato de Perú Libre como un rayo de esperanza: "Con más del 99,8% de voto escrutado, Perú dice #FujimoriNuncaMás para avanzar hacia un país más justo, con más derechos y más soberano. Enhorabuena, Pedro Castillo". Todo ha salido al revés de como lo auguraba la extrema izquierda española.
Durante su año y medio como presidente de Perú, Pedro Castillo sólo concedió cinco entrevistas. Una de ellas, al pódcast La Base, que dirige y presenta el exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias.
El encargado de realizar la entrevista fue Alfredo Serrano Mancilla, que ha sido el principal asesor económico del Gobierno de Nicolás Maduro (en un período en el que Venezuela llegó a alcanzar una inflación de 1.000.000% y registró un hundimiento del PIB sin precedentes).
La entrevista concedida por Pedro Castillo el pasado mes de febrero al pódcast de Pablo Iglesias traspasó fronteras. El diario The Washington Post ironizó sobre la enorme complejidad de las preguntas planteadas por Alfredo Serrano al presidente de Perú: "¿Cómo era Pedro Castillo de pequeño? ¿Era estudioso, era rebelde, era travieso, era valiente?".
El artículo de The Washington Post también puso en evidencia la tupida red de intereses tejida entre Podemos y los nuevos caudillos de extrema izquierda de América Latina.
Al respecto, el rotativo recordó que "Alfredo Serrano es director ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), un think tank de izquierda en cuyo consejo consultivo se sientan, entre otros, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa; la actual secretaria general de Gobierno de Chile, Camila Vallejo, y uno de los fundadores del partido español Podemos, Juan Carlos Monedero".
Ahora, Alfredo Serrano se incorpora como uno de los colaboradores estrella al canal de televisión que Pablo Iglesias quiere poner en marcha en Internet, bajo el nombre de Canal Red, para mantener su influencia política a ambos lados del Atlántico.