Aún no hay fecha, porque eso depende -en teoría- de la Presidencia del Congreso. Pero el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes ha registrado este mediodía la petición de Pedro Sánchez para celebrar el Debate sobre el estado de la Nación, como ya anunció este periódico. Será el primero que se celebra en la legislatura, pasados ya casi tres años desde su inicio, y recupera una tradición abandonada desde el año 2015.
Eso sí, llega en el peor momento del Gobierno de coalición, con la inflación disparada al 10,2%, advertencias de la Comisión Europea sobre la "sostenibilidad" de las cuentas públicas -tanto, que ha concedido a España 7.700 millones de euros más, al ir rezagada en la recuperación económica- y con Unidas Podemos marcando un perfil propio rechazando posiciones clave en asuntos de Estado.
Es más, el presidente del Gobierno se arriesga a pasar las de Caín los días 12, 13 y 14 de julio, que son las fechas elegidas por Moncloa para la convocatoria de un pleno extraordinario en un mes, en principio, no habilitado en el Congreso.
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La presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, convocará a los diputados en esa semana, que cerrará con un viernes omnibus en el que Moncloa querrá mostrar una hiperactividad legislativa que permita a Sánchez recuperar iniciativa política.
Sánchez, acosado
Pero Sánchez recibirá críticas de la oposición de derechas, evidentemente, pero será vapuleado por sus socios de izquierdas: la tragedia de Melilla, los dos nuevos destructores estadounidenses en Rota, la subida en el gasto de Defensa, el llamado caso Pegasus sin resolver...
Todos esos asuntos soliviantan más incluso a sus aliados que al Partido Popular. Entre otras cosas, porque Alberto Núñez Feijóo ha marcado un perfil de alternativa y hombre de Estado, proponiendo primero y anunciando después su apoyo a los acuerdos con Joe Biden y la OTAN, por ejemplo.
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En todo caso, Sánchez acudirá con talante "abierto y dialogante" al debate y comprometido a seguir trabajando por el "bienestar de los españoles" hasta el final de la legislatura, según el escrito presentado por el Ministerio de la Presidencia en el Parlamento.
El texto señala que el Ejecutivo acudirá "convencido del trabajo realizado en favor del bienestar de los españoles y españolas, además de comprometido en seguir trabajando en este propósito hasta el final de la legislatura".
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Y lo hace, además, "receptivo a las aportaciones de los distintos grupos parlamentarios, confiando en que el acuerdo y el consenso prevalezcan en todas aquellas iniciativas destinadas a consolidar el crecimiento, garantizar derechos y mejorar la vida de las personas, sin dejar a nadie atrás", puntualiza el documento.
El Gobierno achaca los avatares de su legislatura a los efectos de situaciones insólitas, como la pandemia, el volcán de La Palma, la guerra en Ucrania... pero señala en su comunicado que a pesar de esas dificultades y el contexto de elevada incertidumbre ante la fuerte subida de los precios de la energía, prevé un crecimiento económico "superior al de las principales economías avanzadas" en 2022 y 2023.